El castellano no es solo un valor cultural, sino también económico y político. Y la mayor ventaja que tiene es su altísima difusión y uso en el mundo. Es la segunda lengua materna por número de hablantes tras el chino mandarín. Además, es el tercer idioma en un cómputo global de usuarios después, del inglés y del chino mandarín.
Son datos duros que reflejan no sólo la presencia cultural de nuestro idioma, sino su potencial económico. Y este repunte se debe, por un lado, a la internacionalización de las empresas españolas, pero también al esfuerzo de cohesión idiomática realizado por las Academias de la Lengua. En este caso, la palabra clave es «unidad».
El castellano es de gran valor porque nos permite comunicarnos en esta península que es nuestro rincón en el mundo. Pero más que eso, lo es porque abre un puente con personas que viven en casi todas partes del planeta.
Cuidar el idioma, el castellano
El escritor Mario Vargas Llosa, en un acto sobre el idioma en 2017, dijo que «nadie planeó» que «esa lengua nacida en el corazón de Castilla» tuviera esa «trayectoria» y que «llegara a abarcar en su seno tantas naciones. Que se convirtiera al cabo de los siglos en uno de los vehículos más importantes de comunicación y de cultura en el mundo moderno y que su fuerza expansiva siga siendo unos de los hechos flagrantes de la realidad lingüística de nuestros días».
Recordó que lo que le debemos este lengua es impagable. «Lo que nos toca ahora es cuidarla y defenderla», subrayó.
Una lengua creciente
El castellano, al que mundialmente se le conoce como idioma español, constituye la principal marca del país en el exterior. Son válidos los términos castellano y español. La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada ya fue superada.
Genera el 16% del valor económico del PIB (164.000 millones de euros) y del empleo en España (3,5 millones de personas). Y el llamado «factor ñ» (contenido en este idioma) de las industrias culturales es ya casi el 3% del PIB de la economía española. Es un valor al que no sería lógico renunciar.
El español en el mundo, en su Anuario 2020, señala que ya son más de 585 millones de personas (el 7,5% de la población mundial) las que lo hablan. Son 5 millones más que hace un año. Casi 489 millones son hispanohablantes nativos (6 millones más que en 2019). Más de 22 millones lo estudian como lengua extranjera.
El valor del castellano
Los datos confirman la evolución positiva del español en la última década, en la que los hablantes potenciales han crecido más de un 30% y lo estudian un 60% más que en 2010. Además, el español es la segunda lengua materna por número de hablantes detrás del chino mandarín, y la tercera lengua en un cómputo global de usuarios después del inglés y del chino mandarín. En Internet es la tercera más utilizada: el 7,9% de los usuarios.
Es el segundo idioma, detrás del inglés, en publicación de textos científicos. Más de 907.000 extranjeros vienen cada año a estudiarlo.
En Estados Unidos es el idioma extranjero más estudiado en todos los niveles y se estima que en 2060, cuando la población de origen hispano haya crecido tanto en términos absolutos como relativos, será el segundo idioma más hablado en las tierras de Walt Whitman. Si bien el número de hispanohablantes en el mundo seguirá creciendo en las próximas 5 décadas, su peso relativo disminuirá de manera progresiva hacia 2100, cuando se prevé que solo el 6,3% de la población mundial podrá comunicarse en español. Actualmente, representa el 7,5%.
Los hablantes de español tienen un poder de compra conjunto equivalente a alrededor del 9% del PIB mundial. En la suma de países donde es el idioma oficial se genera casi el 7% del PIB mundial. Es el segundo idioma más relevante en el sector del turismo idiomático.
Alrededor del mundo
Es el idioma oficial de 21 países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guinea Ecuatorial, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, España, Uruguay y Venezuela, además de Puerto Rico.
Aunque no sea idioma oficial, se habla en zonas de Estados Unidos como Nuevo Méjico, Arizona, Texas o California. También es utilizado en Belice, Andorra y Gibraltar. Se habla además en Filipinas, donde convive con el tagalo y con el inglés.
Atentar contra nuestra fortaleza
Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta para analizar la enmienda conjunta del PSOE, Unidas Podemos y ERC (que ha salido adelante por 20 votos a favor, frente a 16 en contra y 1 abstención) que suprime de la Ley Wert la referencia al castellano como «lengua oficial del Estado» y vehicular en la enseñanza junto al resto de lenguas cooficiales. Así se acordó en la cuarta y última ponencia de la Ley Orgánica de modificación de la LOE (Lomloe), en el Congreso.
El texto queda así: «Las Administraciones educativas garantizarán el derecho de los alumnos y las alumnas a recibir enseñanzas en castellano y en las demás lenguas cooficiales en sus respectivos territorios, de conformidad con la Constitución Española, los Estatutos de Autonomía y la normativa aplicable».
Ciudadanos votó junto a PP y Vox en contra de la enmienda pactada entre el PSOE, Podemos y ERC contra el español en la enseñanza en Cataluña.
Lo que significa en la práctica
Minimizar el valor de la lengua castellana en la educación supondría para los estudiantes una menor fortaleza en términos de competitividad. Mientras menor sea la cantidad de personas con las cuales se comparte una lengua común, tanto menor será la capacidad para abrirse paso en el mundo laboral o financiero.
El fallecido escritor Arturo Uslar Pietri, quien fuera individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua, destacaba la importancia del idioma como vehículo de progreso integral de los pueblos. Por esta razón, fue un gran defensor de la colaboración de las academias de la lengua española en todo el mundo, para «proteger el legado común que nos traza el camino hacia un conocimiento compartido», no solo en la literatura, sino también en las ciencias, en las artes y en la convivencia social.
Actualmente, la lengua castellana nos abre las puertas en toda España, así como en más de una veintena de países en los que es lengua oficial. Pero también nos permite comunicarnos con crecientes comunidades en otras naciones.
El artículo 3 de la Constitución dice que el castellano es la lengua oficial del Estado y que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Luego, con los estatutos de autonomía, se declaró a otras lenguas como propias. Lo más grave es el riesgo de que el castellano termine siendo estigmatizado, como una lengua que atente contra los derechos individuales.
En resumen, se abre el camino para un mayor autoaislamiento. Sería una renuncia a una de los mayores ventajas comparativas con las que cuentan los españoles.
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