La ministra de Economía, Nadia Calviño, reiteró que España considera que la emisión de deuda común compartida por los países de la Unión Europea, ya sea a través los llamados «coronabonos» o algún otro mecanismo, es la manera de resolver acuciantes problemas de liquidez o de financiación.
«Europa debe responder unida a la crisis. No me rindo. Todavía pensamos que eventualmente debe haber un sistema de reparto de la deuda, ya sean eurobonos, coronabonos o bonos de reconstrucción», dijo en una entrevista con la estación Onda Cero. »
Afirmó que el gobierno español no tiene problemas de liquidez o financiación hasta ahora y que en los últimos días se financió en los mercados sin dificultad. Reconoció que el brote de coronavirus y las medidas tomadas para contenerlo seguramente traerán una recesión. Sin embargo, aseguró que las consecuencias serán temporales y que espera un repunte en 2021.
No hay que contraponer economía y salud.
Es necesario atajar la crisis sanitaria para, una vez superada la emergencia, lograr una pronta recuperación de nuestra economía y su buen funcionamiento.Lo explica la vicepresidenta de @_minecogob⬇️#EsteVirusLoParamosUnidos pic.twitter.com/faVkqROvlK
— La Moncloa (@desdelamoncloa) March 31, 2020
Los bonos de la discordia
La búsqueda de una estrategia común para afrontar las consecuencias económicas de la pandemia sigue generando una creciente división en la Unión Europea. España, junto con Francia, Italia y otros seis países, pidió la semana pasada trabajar en un instrumento de deuda común, como los llamados coronabonos, para amortiguar los efectos de la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, Alemania y los Países Bajos se opusieron.
El bloque hizo otros dos intentos esta semana para acordar una estrategia coordinada para apoyar a los Estados miembros más afectados por el brote, como Italia y España. Los ministros de finanzas se reunieron el martes y el jueves lo hicieron los 27 líderes de la UE. Ambos encuentros fallaron.
Ha habido avances, pero…
Los países de la UE han comprometido enormes sumas de dinero en los últimos días para apoyar a las empresas y los trabajadores con el fin de contrarrestar los efectos de una profunda recesión que ahora es inevitable. El bloque ha flexibilizado los límites a los déficits presupuestarios, lo cual ha permitido solicitar más préstamos.
El Banco Central Europeo también ha inyectado cientos de miles de millones en los mercados para evitar el shock que desencadena una nueva crisis financiera. Pero España, Italia, Francia y Portugal quieren que el bloque vaya más allá. La emisión de deuda a través de los «coronabonos» tendría el propósito de recaudar financiamiento a largo plazo para todos los estados miembros.
Cayó el PMI Español
Las declaraciones de Calviño coincidieron con la publicación de datos sobre el sector manufacturero español que muestra en marzo su mayor contracción en casi siete años.
El Índice de Gerentes de Compras (PMI) de IHS Markit de compañías manufactureras se redujo a 45,7 en marzo desde 50,4 un mes antes. La lectura de febrero había sido la primera por encima de la línea 50 que separaba el crecimiento de la contracción desde mayo.
Spain's manufacturing sector suffered greatly from the COVID-19 outbreak in March, as the Manufacturing PMI fell to a near 7 year low of 45.7 (50.4 – Feb). Large shocks to demand and supply were seen amid a record lengthening of delivery times. More: https://t.co/cSF5ZT2rpd pic.twitter.com/2jyWrAKoS1
— S&P Global PMI™ (@SPGlobalPMI) April 1, 2020
«Este comportamiento es consecuencia de las marcadas reducciones de la producción y de los nuevos pedidos en marzo, a medida que la pandemia de COVID-19 y los cierres generalizados por el Estado de Alarma afectaron las capacidades de producción y la demanda», dijo Paul Smith, Economics director de IHS Markit.
Esta semana España endureció las restricciones de movilidad con el objetivo de frenar la propagación del virus.Le pidió a todos los trabajadores no esenciales que se queden en sus casas. Los sectores de bienes de consumo y de bienes de capital fueron los más afectados durante el mes, y ambos sectores registraron un marcado deterioro de las condiciones operativas.
La disminución observada para los productores de bienes de capital fue especialmente fuerte, señala el informe.
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