Por Cambio16-Economía
24/04/2017
El Gobierno cumplió el año pasado el objetivo de déficit público que le marcó Bruselas pero eso no ha evitado que sea el país de la Unión Europea con un mayor desajuste en sus cuentas públicas en 2016.
El agujero presupuestario de las administraciones españolas ascendió el año pasado al 4,3% del PIB, un dato que este lunes ha confirmado Eurostat, y replicado por el portal 20minutos.es.
El desfase cumple el límite del 4,6% pactado con Bruselas, aunque para conseguirlo ha sido necesario que la Comisión Europea elevara la barrera para España en un par de ocasiones, desde el 2,6% que se exigía al principio.
La agencia estadística no incluye en su cálculo las ayudas a la banca; con ellas, el déficit español escala al 4,5% (50.576 millones de euros), un desajuste en todo caso superior a todos los países de la UE.
España es junto a Francia (-3,4%), Rumanía y Reino Unido (ambos -3%) los únicos por encima del 3% que impone el pacto de estabilidad. Diez países presentan superávits; entre ellos Alemania, con un 0,8% de saldo favorable en sus cuentas.
España ha reducido en ocho décimas el déficit de 2015 (5,1%), pero queda aún lejos del 3,1% que las autoridades comunitarias le exigen para este año. Eso le obliga a un ajuste de 1,2 puntos del PIB —unos 14.000 millones de euros— que el Gobierno espera atajar con los ingresos extra que reporten el crecimiento económico esperado del 2,7% (sería el mayor de todos los países avanzados) y de la reforma fiscal que podría aportar 4.800 millones.
Reducir el déficit hundió un 60% la inversión pública Pero el recorte no solo se ha producido en gasto social. «El esfuerzo realizado para reducir el déficit ha impactado con intensidad en la inversión pública», aseguran la fundación BBVA y el IVIE en un informe presentado este lunes. Su estudio concluye que —para contener un desajuste presupuestario que llegó a elevarse al 10% en los peores momentos de la crisis— España ha reducido un 58% su inversión pública desde 2009.
Tras cuatro años de recortes de la inversión, el gasto en la llamada ‘formación bruta de capital fijo’ se elevó un 11,6% en 2015 —un año marcado por comicios nacionales, autonomías y locales—, pero el año pasado volvió a desplomarse un 14,3% hasta los 23.432 millones. Una cifra que significa el 2% del PIB, la tasa más baja desde el siglo pasado