Por Andrés Tovar
21/02/2018
A pesar de sus reconocidos esfuerzos, España sigue en deuda con la economía inclusiva. La aseveración es del Foro Económico Mundial (FEM), que ha develado los resultados de su Índice de Desarrollo Integrador (IDI) correspondiente a 2018. Por ende, y a pesar de estar reconocida por el mismo organismo como una de las economías europeas más avanzadas, aspectos como la inclusión y equidad intergeneracional -medidos en el informe- requieren de España mayores esfuerzos.
En la medición de las economías inclusivas del FEM, España figura en el puesto 26 de la clasificación general. Analizando la valoración según los tres pilares fundamentales del IDI, la economía española se sitúa en el vigésimo quinto puesto en inclusión, en el vigésimo cuarto en crecimiento y desarrollo, y en el vigésimo segundo en igualdad intergeneracional.
No obstante, el FEM reconoce los esfuerzos españoles en el desarrollo eficaz y consecutivo contra la desigualdad. Se estima que España ocupa vigésimo sexto puesto entre las mejores economías de los últimos años. Por lo que ha generado una comunidad menos excluyente, reza el informe.
Un estancamiento de la economía inclusiva
Los resultados de España se enmarcan en una tendencia global de estancamiento de la economía inclusiva. Según el FEM, a pesar de la recuperación económica mundial en los últimos cinco años, la inclusión social y la reducción de las desigualdades ha empeorado en 20 de las 29 economías más avanzadas del planeta. El informe 2018 analizó un total de 103 países. Primeramente, los resultados diferencian entre economías avanzadas y en desarrollo.
Pero los diez países mejor valorados son Noruega, Luxemburgo, Suiza, Islandia, Dinamarca, Suecia, Holanda, Australia, Nueva Zelanda y Austria. Por su parte, entre los países del G7, Alemania ocupa el 13º lugar, Canadá el 15, Francia el 18, el Reino Unido el 21, EEUU el 23, Japón el 24 e Italia el 27.
Y entre los países considerados en desarrollo, América Latina logró inscribir a tres países. Uruguay ocupó el 6° lugar, Panamá el 8º escalafón y Costa Rica y Chile la novena y décima posición, respectivamente. Divididos sólo en países latinoamericanos, Uruguay, Panamá y Costa Rica, en ese orden, ocupan los tres primeros puestos.
¿Qué es la economía inclusiva?
Cada vez más expertos reniegan del PIB como factor para medir el desarrollo de un país. El FEM propone como sustituto el Índice de Desarrollo Inclusivo o economía inclusiva. El PIB mide la riqueza total del país y la divide entre su población. En cambio el IDI o la economía inclusiva mide tres indicadores de rendimiento. En primer lugar el crecimiento y desarrollo (factor en el que se incluye el PIB pero también la esperanza de vida), la inclusión (ingresos de los hogares y las tasas de pobreza) y equidad intergeneracional (número de trabajadores, proporción entre los jóvenes y los más mayores), así como la cantidad de deuda que el país adeuda per cápita. Todos son conocidos como pilares, del desarrollo económico de una nación.
El Foro Económico Mundial alerta de que la medición por PIB “alimenta las estrategias a corto plazo y la desigualdad”. Por ello, esta institución creó el Índice de Desarrollo Inclusivo, con un enfoque mucho más amplio de lo que hasta ahora podíamos conocer.
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