Por Cambio16
27/11/2017
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España ha detectado un nuevo caso de encefalopatía espongiforme bovina atípica, o ‘mal de las vacas locas‘, en una explotación de Salamanca, según ha informado la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Se trata de un caso de encefalopatía espongiforme bovina atípica tipo H detectado en una explotación ganadera de El Sahugo, con 213 animales, en una hembra de la raza denominada conjunto mestizo nacida en 1999.
Los análisis practicados confirmaron el positivo en EBB el pasado día 21 de noviembre. La muestra se tomó como parte del programa nacional de vigilancia de encefalopatías espongiformes transmisibles (ETTs).
Tal y como marca el protocolo establecido para estos casos, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente notificó este positivo a la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE).
El episodio se ha dado por cerrado.
Aquellos años de vacas locas
La enfermedad de las vacas locas llegó a España en el año 2000, cuando se detectó la primera vaca infectada. Llegó a su apogeo en el año 2001, cuando se desató la alerta sanitaria, y se estabilizó a partir de 2002 con la puesta en marcha del control europeo de la epidemia.
Fue la mayor crisis alimentaria que haya vivido la Europa moderna. Sacudió los mercados, llenó de temores las mesas de los consumidores, provocó una enorme depresión en el sector ganadero y una gran revolución en la legislación y en los controles de sanidad animal. Hubo reacción y los resultados llegaron, lo hicieron de forma seria y eficaz.
El «mal de las vacas locas» llenó congresos, noticias y fue sometido a un permanente balance de casos en bovinos y, por supuesto, de cada uno humano que aparecía en el mundo. Durante años fue un goteo en los medios de comunicación.
Hoy la enfermedad está controlada en el ganado y no llega al mercado para su consumo; aunque todavía hay animales enfermos y aún no se puede descartar que aparezcan personas infectadas de forma esporádica.