España espera recibir alrededor de 140.000 millones de euros como parte del mega-Plan de Recuperación, que fue aprobado por la Comisión Europea en julio. Para agilizar la movilización de esos fondos, debe hacer varias reformas en torno a cuatro pilares fundamentales: sostenibilidad medioambiental, productividad, equidad y estabilidad macroeconómica.
En los próximos tres años, en la fase pospandemia, España prevé captar ese importante monto para recuperar la economía. Unos 72.700 millones de euros en transferencias y 66.300 millones en préstamos. De estos, 56.000 millones de euros en ayudas directas serán aportados por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Mientras que el resto, a través de las nuevas partidas de los presupuestos comunitarios para cohesión y del fondo que apoyará la descarbonización.
La CE estableció que el aporte de 750.000 millones de euros a la recuperación de la región están condicionados a la entrega de planes y compromisos de los países miembros. En ese sentido, fijó un plazo desde el 1 de enero hasta el 30 de abril de 2021 para que los Gobiernos consignen sus programas de reformas y metas. Asimismo, dispuso de sus especialistas para asesorar a las naciones en las reformas por acometer.
Nadia Calviño, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, viajó a Bruselas hace diez días. En las reuniones que tuvo señaló la intención del Gobierno de apuntalar los criterios comunitarios de alcanzar una recuperación económica sólida y sostenible.
España y sus compromisos ante la CE
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, pronunció su primer discurso sobre el Estado de la Unión. Se refirió a los retos que impone la pandemia y los del bloque con respecto al futuro.
En un contexto de desolación e incertidumbre, llamó a los países miembros a “reconstruir la confianza” para afrontar la emergencia sanitaria y migratoria. Y aprovechar esta coyuntura para emprender una economía verde, digital y sostenible.
A propósito de esos lineamientos, la CE publicó en su página en Internet una guía de las reformas que deberán acometer las naciones para recuperar sus economías. Y recibir los fondos aprobados para ese fin.
En el documento se exige a los Gobiernos, entre ellos, al de España, adelantar cuatro reformas: sostenibilidad medioambiental, productividad, equidad y estabilidad macroeconómica. Estos son los principios rectores que sustentan los planes de recuperación y resiliencia. Estas dimensiones se encuentran en la nueva agenda de crecimiento que ayudará a sentar las bases para una recuperación verde, digital y sostenible.
Recomendaciones para la recuperación
La guía de la CE recomienda a España «que tome todas las medidas necesarias para abordar de manera efectiva la pandemia, sostener la economía y apoyar la recuperación posterior. Cuando las condiciones económicas lo permitan, aplique políticas fiscales destinadas a lograr posiciones fiscales prudentes a medio plazo. Y garantizar la sostenibilidad de la deuda, al tiempo que mejorar la inversión”.
Asimismo, Bruselas sugiere “fortalecer la capacidad de recuperación y la capacidad del sistema de salud. Entablar acuerdos para conservar empleos; reforzar la protección contra el desempleo, mejorar tanto la cobertura como la adecuación de los programas de ingresos mínimos y el apoyo familiar. También el acceso al aprendizaje digital».
Del mismo modo, que se «garantice la aplicación de medidas para proporcionar liquidez a las pequeñas, medianas empresas y a los autónomos, incluso evitando pagos atrasados. Centrar la inversión en la transición verde y digital; en particular, en el fomento de la investigación y la innovación. En la producción limpia, eficiente, y el uso de la energía, la infraestructura energética, la gestión del agua y los residuos, y el transporte sostenible».
Plantea, además, «mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de Gobierno y fortalecer el marco de contratación pública para apoyar la recuperación de manera eficiente».
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