España registra la tasa de incidencia más alta durante la pandemia. Alcanza por primera vez los 828 casos por 100.000 habitantes, disparando el nivel de riesgo de contagio extremo. La Comunidad de Madrid aumenta las medidas restrictivas y anticipa el toque de queda a partir del lunes. Esta incertidumbre que ha acompañado a los agentes económicos y sociales en esta dramática crisis, estancó los salarios durante 2020.
La tasa de incidencia en España ha dado saltos considerables. El 5 de enero se ubicaba en 315 casos por 100.000 habitantes. Una semana después llegó a 618 y luego de siete días más, toca un dintel no explorado, el de los 828 contagios. Hay casos puntuales, como el de Extremadura que se mantienen desbocados con casi 1.500 positivos. Así como en Murcia (1.286,9), Castilla-La Mancha (1140,61) y Castilla y León (1142,34).
Al actualizar las cifras, Sanidad contabiliza más de 2.499.560 contagios en España y 55.441 muertes. Advierte que, en las últimas 24 horas, se reportaron 42.885 contagios y 400 decesos.
Ante el avance del virus, la Comunidad de Madrid anunció nuevas restricciones a partir del próximo lunes. La hostelería y los comercios cerrarán a las 21:00 horas. Además, se limita el número de personas por mesa a cuatro y los aforos de los espacios comerciales al 50 %. También se adelanta el toque de queda a las 22:00.
Asimismo, otras comunidades están en sintonía con normas más severas. En Andalucía se acordó el confinamiento perimetral de la comunidad y la prohibición de viajes entre provincias. Entretanto, Asturias mantiene el cierre perimetral autonómico y reduce el toque de queda entre las 22.00 y 6.00 horas, a partir del 24 de enero.
En Cataluña presentan un confinamiento municipal hasta el 25 de enero, así como cierre de los centros comerciales y los gimnasios. Y en Galicia quedan cerradas a la movilidad las siete principales ciudades.
España enfrenta la alta incidencia de casos
A estas medidas de mayor restricción por la alta tasa de incidencia, se unen los efectos de las sucesivas borrascas. Limitan la incorporación más activa de la economía y las escuelas. Además, por añadidura, Alemania acaba de incluir a España en la lista de países de alto riesgo por sus elevados niveles de contagios.
Estas situaciones adversas afectan a la hostelería, la restauración y el turismo, grandes generadores de empleo y riqueza. En efecto dominó, esta situación de vacilación y bajos ingresos, en especial para la pequeña y mediana empresa (99,4% del tejido productivo español) se traduce en salarios detenidos.
La 14ª edición del Informe Evolución salarial 2007-2020 de EADA Business School e ICSA Grupo, señala que los salarios se estancaron en 2020 debido a la incertidumbre generada por la pandemia.
Indica además, que las subidas salariales han sido insignificantes y producidas, principalmente, por la baja inflación.
Por categorías profesionales, los mejor remunerados vuelven a ser los directivos. Cuyo salario medio se sitúa en los 86.257 euros, suponiendo una subida del 1,75% con respecto al 2019. Le siguen los empleados, con una retribución bruta de 23.531 euros, un 1,2% más que en 2019.
Los que han tenido menos incrementos salariales han sido los mandos intermedios, de solo 0,3%, con un salario bruto de 43.056 euros.
“Estas leves subidas salariales se han dado en trabajadores a tiempo completo y por cuenta ajena. Estos representan un 60% de la población”, dijo Jordi Assens, Director del Programa de Dirección General y de Gestión de Personas de EADA . “El otro 40% corresponde a trabajadores autónomos, a tiempo parcial o temporales. Lo que indica que la estructura contractual cambia en momentos de incertidumbre como el actual”, apuntó.
Por sectores, los más favorecidos vuelven a ser banca y seguros. También la industria, debido a la internacionalización y a la exportación. En el lado opuesto se sitúa de nuevo el sector comercio y turismo, el más afectado por la crisis actual y que registra una evolución negativa desde 2013.
EE UU ayuda a los más vulnerables e Israel lidera vacunaciones
En España prosigue, con algunos tropiezos, el plan de vacunación para reducir la alta incidencia y en el mundo igualmente buscan protegerse del virus. La pandemia a nivel global supera los 98.184.964 casos y más de 1,92 millones de muertos.
Estados Unidos, a la cabeza de los contagios, acumula más de 24,9 millones de personas y más de 414.000 fallecidos por la COVID-19.
Joe Biden, en apenas horas de haber asumido la Presidencia, ha aprobado decretos y órdenes ejecutivas para combatir el virus. EE UU vuelve a la OMS, aplica la obligatoriedad de las mascarillas y regula las normas de los viajeros. Ahora, se enfoca en ayudar económicamente a las familias más vulnerables. Ordenó aumentar esos aportes de emergencia a familias trabajadoras y desempleados.
Así mismo, implementará más programas de asistencia alimentaria. En ese país hay cerca de 29 millones de personas que pasan hambre. También restableció a los sindicatos los derechos de negociación, anulados por Donald Trump. Propone elevar a 15 dólares el salario mínimo.
Entretanto, Israel asombra al mundo por su alto nivel de vacunación. Es el cuarto país que más dosis ha administrado (3,06 millones). Cerca del 27,32 % de su población ha recibido una dosis y el 8 % ya tiene puestas las dos dosis. El objetivo es conseguir la inmunidad de rebaño en abril.
Muchos se preguntan si solo obedece a un sistema sanitario fuerte y organizado. Pero en la televisión pública se dijo, sin citar fuentes, que Israel invierte 39 euros por persona. Y la mayoría del suministro viene de la farmacéutica Pfizer. Como cada persona necesita dos dosis para lograr la inmunidad, se paga cada una en 19,5 euros. Eso es casi el doble del precio que acordó la Unión Europea con Pfizer: 12 euros por dosis.
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