Por Cambio16
23/01/2011
El gobierno español no renovó los acuerdos que tenía con tres grandes calificadoras de riesgo mundiales.
Puntualmente, se trata de los acuerdos con las agencias de ‘rating’ estadounidenses Standard and Poor (S&P), Fitch y Moodys.
«Consideramos que no es necesario trabajar con todas ellas, dado el clima de confianza que existe en la actualidad en la economía española”, comentan desde el Gobierno.
«En cualquier caso, las agencias emiten la calificación habitual sobre la deuda soberana española», apuntan.
No obstante, como esto no ocurre en el caso de bonos individualizados se ha decidido mantener el contrato con la canadiense DRBS.
Estados, empresas y bancos suelen pagar a las calificadoras crediticias.
Ésto, a cambio de que realicen un análisis y publiquen notas sobre el riesgo y la solvencia del país que toman como referencia los inversores de todo el mundo.
La decisión española de romper con las calificadoras estadounidenses no es nueva en Europa.
Calificadoras de riesgo seguirán evaluando a España
S&P anunció hoy que seguirá calificando la deuda de España con la información pública existente tras no renovarse el acuerdo.
La agencia ha señalado que la calificación de España pasa a ser no solicitada.
Después de S&P elaborará sus informes y calificaciones con esos datos disponibles.
Moodys es la mayor agencia de rating del mundo, luego se coloca Standard&Poors y le sigue Fitch Rating.
De este modo, todas las calificaciones de emisión de deuda soberana de España pasan a ser consideradas como «no solicitadas» por parte de la agencia de rating.
«Continuaremos evaluando a España de forma no solicitada porque creemos que tenemos acceso a suficiente información pública
“Creemos que hay un interés significativo en el mercado por esta calificación no solicitada», ha señalado la firma.
Fitch decidió elevar el rating español desde ‘BBB+’ hasta ‘A-‘. S&P sin embargo, mantiene la calificación de España en ‘BBB+’.