La aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2 es un hecho. En septiembre, la agencia reguladora del medicamento en Estados Unidos (FDA) avaló su uso para los mayores de 65 años y personas de alto riesgo. Ahora, España planea seguir este camino y administrará, a partir del próximo 25 de octubre, una dosis de refuerzo de las vacunas de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech y Moderna). Pero únicamente a los mayores de 70 años.
Diversos estudios científicos muestran que una tercera dosis podría generar un refuerzo inmunológico importante frente al coronavirus y sus variantes. Especialmente ante la variante Delta, la más contagiosa y peligrosa actualmente. La dosis de refuerzo debe ser administrada al menos seis meses después de su segunda inyección.
Se esperaba que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) diera el visto bueno a que la población general recibiera una tercera dosis, y no solo los ancianos y trabajadores de primera línea. Sin embargo, la gran mayoría de científicos asesores rechazaron la propuesta, sugiriendo que la evidencia sobre la eficacia real de la dosis de refuerzo aún es escasa.
Dosis de refuerzo en vacunas ARN mensajero
Hasta la fecha, un total de 6,8 millones de personas mayores de 70 años en España poseen la pauta completa. La mayoría recibió el primer y segundo pinchazo de la candidata de Pfizer y BioNTech, aunque algunas personas también han recibido el de Moderna. Otro pequeño grupo recibió la vacuna monodosis de Janssen. Aunque en este caso la EMA aún no ha emitido alguna opinión sobre una dosis de refuerzo.
La aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra el virus llega en un momento en el que España contabiliza 4.967.200 casos y 86.621 muertes desde el inicio de la pandemia. Según el Ministerio de Sanidad, el objetivo es «aumentar la protección de las personas más vulnerables”. Pues “la evidencia científica ha mostrado que la edad es el principal factor de riesgo” frente a la COVID-19.
Por su parte, las comunidades autónomas de Madrid y Galicia votaron en contra de las inyecciones extra «por falta de suficiente evidencia científica», aunque la propuesta salió adelante por una mayoría de 12 votos a favor. En total ha habido cinco abstenciones y dos comunidades en contra.
Desde el 6 de septiembre, la EMA autorizó la administración de una dosis extra a las personas con el sistema inmunitario severamente debilitado. Posteriormente, la estrategia se amplió a personas con un trasplante de órgano sólido, de médula ósea y pacientes en tratamiento con fármacos anti-CD20. También a los pacientes de diálisis, enfermos en tratamiento por cáncer y los mayores de 40 años con síndrome de Down.
Ahora, la dosis de refuerzo se ha aprobado para todas las personas mayores de 18 años. Una decisión que llega de forma casi inmediata cuando van surgiendo nuevos datos o evidencia. El objetivo es acabar lo antes posible con la pandemia.
La dosis de refuerzo es una decisión «anticipada» para muchos
De todas formas, la EMA admite que la evidencia sobre la efectividad de la tercera dosis «aún es escasa». Sin embargo, esperan avanzar con las dosis de refuerzo pues los recientes estudios han observado que «tiene un buen efecto». Además, ha mostrado un descenso en los niveles de anticuerpos en personas que ya han recibido este pinchazo.
Las dos primeras dosis se las vacunas de ARN mensajero generan la suficiente inmunidad frente al virus, pero la nueva inyección producirá anticuerpos protectores más altos contra la cepa original del virus, la variante Delta y una cepa más reciente, Beta. No obstante, la decisión de administrar una tercera dosis no ha sido bien recibida por algunos expertos.
Al respecto, el químico, virólogo y director del laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología, Luis Enjuanes, ha dicho que «no es ético» que países del mundo moderno, como Estados Unidos y otros de Europa, ofrezcan una tercera inyección cuando en África solo está vacunada el 2% de su población. Además, ha añadido que «no es inteligente”, porque se van a desarrollar nuevas variantes del virus en zonas no protegidas.
Enjuanes, ha insistido que lo más lógico es que se administre la dosis de refuerzo únicamente a los que lo necesiten por su condición médica o por ser profesionales de riesgo. Asimismo, insta a “mandar vacunas a los países pobres que no las pueden pagar”, pues esta sería la forma correcta de detener de una vez por todas la propagación del virus.
El levantamiento de las restricciones es un arma de doble filo
En relación al alivio de las restricciones, el virólogo criticó que se “ha cometido el mismo error que otras veces”. Considera que cuando en algunos países se alcanzan unos números excelentes, «se abren los estadios de fútbol al cien por cien”, lo cual «vamos a pagar» y lo vamos a sufrir todos, especialmente los que más interés tienen en abrir sus establecimientos. «Es un error abrir tan rápidamente”, recalcó.
Sobre los bulos, Enjuanes señaló que siempre han existido «porque hay gente que tiene mucho interés en que esos bulos se mantengan”. Por ello, dijo que “no es racional” que algunos aseguren que el virus no existe, cuando la realidad es que se han infectado 233 millones de personas en todo el mundo y han fallecido 4,7 millones en todos los países, algo que han difundido todos los medios de comunicación.
A su juicio, los que niegan la existencia del virus «son como los que aseguran que la tierra es plana», no hay evidencias físicas y «simplemente no lo quieren ver». Del mismo modo ocurre con los que niegan que el hombre haya llegado a la luna y creen que las imágenes «son una película de los americanos”, dijo.
El científico recalcó que todos los coronavirus previos tienen un origen zoonótico, de modo que llegaron al humano desde animales infectados previamente. Sin embargo, en el caso del SAR-CoV-2, no se sabe el origen exacto y se ha especulado con pangolines, serpientes o murciélagos, sin llegar a nada concluyente. También recordó que otros virus parecidos a este se han localizado en otras muchas zonas del sur de Asia.
Cifras del coronavirus en España
El último reporte de Sanidad indica que hay 2.303 contagios de COVID-19 y 57 muertes en las últimas 24 horas. Mientras tanto, la incidencia del coronavirus en España sigue bajando, aunque a menor velocidad. Hay 50,96 casos por cada 100.000 habitantes.
Sobre la campaña de vacunación, el ministerio ha dicho que «avanza a buen ritmo». Actualmente, más de 36,7 millones de personas tienen la pauta completa, esto representa un 77,5% de la población española. Por otro lado, más de 37,7 millones de personas residentes en España han recibido al menos una dosis, es decir, un 79,5%.