Por Cambio16
11/03/2018
Cepsa Energy Outlook 2030 es un trabajo de investigación que presenta cómo será el mapa energético en el año 2030. Este documento da respuesta a cuestiones como qué países y tecnologías atenderán entonces las demandas de combustible o cuál será el impacto de las medidas de eficiencia energética
Más renovables, vehículos híbridos más competitivos y mayor eficiencia energética. Estas son algunas de las tendencias que se perfilan en el mapa energético de España de cara al año 2030, según el estudio Cepsa Energy Outlook presentado por el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal.
El ministro ha destacado los ejes de la política energética del gobierno para ese periodo. Precisamente las energías renovables, especialmente la eólica y fotovoltaica, son las claras ganadoras en el mix energético, según vaticina el informe de Cepsa. La previsión es que en el horizonte de 2030 tripliquen su peso en el mix de generación eléctrica en España, que actualmente es del 20%. No obstante el consumo de petróleo seguirá siendo importante.
Con respecto al transporte, la demanda de combustible, especialmente del diésel, disminuirá a favor de los nuevos vehículos. Los coches eléctricos tendrán un crecimiento moderado pero continuo, mientras que los híbridos serán más competitivos y se convertirán en la opción preferida para cumplir los objetivos de emisiones de Europa.
Cepsa Energy Outlook 2030 es un trabajo de investigación patrocinado por Cepsa en el que la compañía analiza las tendencias y los modelos socioeconómicos del mundo para explicar cómo será el mapa energético en el futuro, haciendo especial hincapié en España. Se trata del único análisis de estas características y con una proyección de futuro realizado por una compañía energética de origen español. Cepsa Energy Outlook 2030 dedica un capítulo específico para España, un referente mundial en el sector energético debido a su ubicación geoestratégica, su adopción de las energías renovables y sus infraestructuras para almacenar y producir derivados del petróleo.
La investigación dedicada a nuestro país profundiza en el crecimiento económico, las tendencias poblacionales, la regulación del sector y la demanda energética, entre otros factores. La presentación ha estado a cargo del ministro de Energía, Turismo y Agenda digital, Álvaro Nadal, quien ha descrito la evolución del mix energético en España y ha definido la estrategia de su departamento para cumplir los objetivos de descarbonización de la Unión Europea.
“El gobierno de España –según Álvaro Nadal– quiere tomar las decisiones adecuadas para continuar creciendo, siendo competitivos y respetando el medio ambiente. Mi felicitación a Cepsa por este informe, un ejercicio que se necesita en España y que está basado en una buena reflexión”.
Por su parte, Héctor Perea, director de Estrategia de Cepsa, destaca el valor del informe como herramienta de predicción de la evolución del sector energético. “En nuestro informe anticipamos una evolución del mix energético: los derivados del petróleo seguirán prevaleciendo, pero las energías renovables van a ser las claras ganadoras. Esperamos que para 2030, se duplique en España la producción de energía solar y eólica respecto a la que se produce hoy”.
Los productos del petróleo seguirán liderando el mix energético español en el futuro. De hecho, el petróleo supondrá casi la mitad de la demanda energética en 2030, si bien experimentará un paulatino debilitamiento, pasando de 46 millones de toneladas equivalentes (Mtoe) a 37 Mtoe. Las energías renovables, el gas natural y la biomasa seguirán creciendo, en detrimento de combustibles fósiles como el carbón. La electricidad, que representa una cuarta parte de la demanda energética española, favorecerá la expansión de fuentes de energía renovables, especialmente en forma de energía eólica y solar.
Según el estudio, en 2030, España obtendrá el 60% de su mix de generación eléctrica de fuentes renovables. La capacidad instalada de las renovables, eólica y solar fotovoltaica, se incrementará en España a 47GW y 29GW, respectivamente; frente a los 23GW y 7GW de la actualidad.
El futuro del transporte
La demanda de combustibles de uso en carretera disminuirá en 1,7 millones de toneladas en los próximos años debido a la creciente eficiencia de los nuevos vehículos –en cuanto a consumo– y al incremento en la venta de coches eléctricos. Los vehículos pesados, como camiones y autobuses, mantendrán una demanda constante gracias al aumento de su actividad y a que las mejoras en la eficiencia serán más modestas. Según este estudio, en 2030, los motores de combustión supondrán el 96% del parque móvil en España, imponiéndose la gasolina frente al diésel, cuyas matriculaciones bajarán del 61% al 15%.
Los coches eléctricos experimentarán un crecimiento moderado pero continuo, su cuota de ventas se situará en un 15% del total, frente a los niveles insignificantes de la actualidad. Sin embargo, los híbridos serán más competitivos y económicos y se convertirán en la opción preferida para cumplir con los objetivos de emisiones de Europa, alcanzando un 35% del total. Por tanto, se espera que en el año 2030 la mitad de los vehículos nuevos tengan algún tipo de electrificación.
Un enfoque diferente
Para la realización de este estudio, y siempre desde un punto de vista energético, Cepsa ha agrupado a las regiones del mundo en tres categorías diferentes, teniendo en consideración fundamentalmente aspectos como la regulación, la producción y el consumo de la energía. Así, Reguladores, Energizantes y Consumidores son las divisiones resultantes de esta clasificación y su comportamiento ejercerá una influencia determinante en el mapa energético del año 2030.
Los Reguladores son aquellos países de la OCDE (excepto México) expuestos a un mercado energético regulado y que prevén una disminución de la demanda; los Energizantes son los líderes en la exportación de recursos energéticos (petróleo y gas) entre los que destaca América Latina, África, Oriente Medio y las antiguas repúblicas soviéticas; y los Consumidores son todos los países de Asia, dado el alto consumo energético que tendrán en el futuro.