Muchas personas acostumbran a escuchar música durante gran parte del día. Para ducharse, limpiar la casa, mientras trabaja o antes de dormir. Sin embargo, un reciente estudio del investigador de sueño Michael Scullin, publicado en la revista Psychological Science, señala que oír música cerca de la hora de ir a la cama podría afectar el sueño profundo.
Todo comenzó cuando Scullin, profesor asociado de psicología y neurociencia en la Universidad de Baylor, se despertó en medio de la noche con una canción que no paraba de sonar en su cabeza. En ese momento, el investigador se dio cuenta de que debía estudiar cómo una canción podía quedar «atascada» en su cerebro horas y horas, incluso mientras dormía, lo que podría afectar sus patrones de sueño.
La música hace que una persona pueda estar de buen humor de inmediato. No obsante, el también el investigador explica que cuando un adolescente o adulto lo hace justo antes de irse a dormir o hasta para tratar de conciliar el sueño, el cerebro continúa procesando la música. Lo que hace que no llegue nunca ese momento de desconexión total. Ni siquiera mientras dormimos.
La relación entre escuchar música y dormir
El estudio de Scullin tiene el objetivo de explicar la relación entre la reproducción de canciones y el sueño de una persona. Se centró en un mecanismo raramente explorado: las imágenes musicales involuntarias o earworm (gusano auditivo). Un síndrome «adherido de la canción” muy común en la población en general.
El fenómeno se define como “la incapacidad para desalojar una canción y evitar que se relance en la cabeza,” algo así como “picor cognoscitivo”. Se produce cuando una canción se repite una y otra vez en la mente de una persona. Y aunque ocurre comúnmente mientras se está despierto, el profesor Scullin descubrió que también puede ocurrir mientras se duerme.
Las personas que experimentan earworm regularmente por la noche, incluso una o más veces por semana, tienen seis veces más probabilidades de tener una mala calidad del sueño, en comparación con las personas que rara vez lo experimentan. El profesor también indica que es más probable que cierta música instrumental produzca más frecuentemente el síndrome. Lo que hace que se altere la calidad del sueño mucho más que, por ejemplo, la música lírica. Algo que para uno podría ser impensable.
Encuesta y experimento de Scullin
La muestra del estudio se basó en 209 participantes que tuvieron que completar una encuesta sobre la calidad de sueño, los hábitos de escuchar música y la frecuencia del síndrome del gusano auditivo. Además, 50 de los participantes estuvieron presentes en un experimento en el Laboratorio de Cognición y Neurociencia del Sueño de Scullin, en la Universidad de Baylor, en Texas.
El experimento consistió en intentar inducir el earworm en las 50 personas para determinar cómo afectaba a la calidad del sueño. “Antes de dormir, tocamos tres canciones populares y pegadizas: ‘Shake It Off’ de Taylor Swift, ‘Call Me Maybe’ de Carly Rae Jepsen y ‘Don’t Stop Believin’ de Journey”, explicó Scullin.
Luego, los participantes debían explicar si habían experimentado el síndrome. Efectivamente, los resultados mostraron que, las personas que lo experimentaron tuvieron más dificultad para conciliar el sueño, durmieron en etapas más cortas y se despertaron más por la noche.
Aunque se pensaba que la música facilitaba conciliar el sueño y relajaba más a la persona por la noche, el estudio revela que aquellos que escucharon más música durmieron peor. Scullin también asegura que los resultados fueron sorprendentes. Especialmente al descubrir que “la música instrumental condujo a una peor calidad del sueño”, pues “produce aproximadamente el doble de gusanos auditivos”.
Desconectarse horas antes de dormir para un sueño tranquilo
Como conclusión a su estudio, el profesor asegura que aunque se crea que la música relaja a la persona y hace que se induzca el sueño, esta información es incorrecta. Scullin recomienda tratar de moderar la escucha de música durante el día o tomar descansos. Además, recalca que es importante tratar de evitarla horas antes de acostarse, como también recomiendan sobre las pantallas del móvil o la computadora.
Para deshacerse de la música antes de acostarse y evitar un gusano auditivo, Scullin recomienda concentrarse en otra tarea, problema o actividad que ayude a distraer al cerebro. Como ejemplo sugiere que es mucho mejor dedicarse a escribir tus pensamientos o una lista de tareas. Esto ayudaría a descargar cualquier pensamiento preocupante sobre el futuro y conseguir dormir con tranquilidad. En lugar de ver televisión, escuchar música o revisar las redes sociales.
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