Como esos villanos de las viejas películas que se disfrazaban para engañar y cometer sus fechorías sin ser descubiertos, existe un enemigo que actúa de diversas maneras, ataca al cerebro y la médula espinal. Sus síntomas son variables dependiendo de la localización, la extensión, la gravedad y el número de las lesiones. Son diferentes para cada persona y por ello se le conoce como la enfermedad de las mil caras. Es la esclerosis múltiple.
Es una enfermedad que aparece entre los 20 y los 40 años y es más frecuente en mujeres que en hombres. habitualmente hay dos mujeres por cada hombre afectado. Es la segunda causa de discapacidad entre los jóvenes, luego de los accidentes de tráfico, y no tiene cura.
El Día Mundial de la Esclerosis Múltiple se celebra de forma oficial el 30 de mayo. Reúne a la comunidad internacional de EM para compartir historias, concienciar y hacer campañas con y para todos los afectados por la enfermedad.
Síntomas inciertos
Es una enfermedad degenerativa y crónica del sistema nervioso, de origen autoinmune, que afecta al cerebro y la médula espinal. Su progreso no se puede pronosticar, pues es una enfermedad caprichosa que puede variar mucho de una persona a otra.
Los síntomas más habituales son de tipo motor, sensorial y fatiga. Algunas manifestaciones de la Esclerosis Múltiple, como el deterioro cognitivo, los trastornos psiquiátricos, el dolor y la fatiga, son frecuentemente subestimadas, sin embargo, son a menudo los principales factores de la discapacidad.
Los signos y síntomas pueden diferir mucho de una persona a otra y en el transcurso de la enfermedad, dependiendo de la ubicación de las fibras nerviosas afectadas.
Los síntomas a menudo afectan el movimiento, como:
- Entumecimiento o debilidad en una o más extremidades
- Sensaciones de choque eléctrico que ocurren con ciertos movimientos del cuello.
- Temblor, falta de coordinación o marcha inestable.
Los problemas de visión también son comunes, incluidos:
- Pérdida parcial o completa de la visión, generalmente en un ojo a la vez.
- Visión doble prolongada
- Visión borrosa
Otros síntomas también pueden incluir:
- Habla arrastrada
- Fatiga
- Mareo
- Hormigueo o dolor en partes de su cuerpo
- Problemas con la función sexual, intestinal y vesical.
Los especialistas recomiendan que consulte a un médico si experimenta alguno de los síntomas anteriores por razones desconocidas.
Posibles causas
Se desconoce la causa de la Esclerosis Múltiple, pero los estudios actuales indican que puede tener un doble origen: componente genético y factores ambientales.
En la Esclerosis Múltiple el sistema inmunitario ataca la capa protectora (mielina) que cubre las fibras nerviosas y causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Eventualmente, la enfermedad puede causar daño permanente o deterioro de los nervios.
La mielina se deteriora y presenta cicatrices, conocidas como esclerosis, entonces aparece la inflamación. Los impulsos nerviosos que circulan por las neuronas se ven entonces entorpecidos o directamente interrumpidos, con los consiguientes efectos en el organismo.
No es contagiosa, ni hereditaria, ni mortal. Afecta a las personas al principio de su vida laboral, cuando están iniciando sus proyectos vitales.
Algunas personas con Esclerosis Múltiple grave pueden perder la capacidad de caminar de forma independiente o en absoluto, mientras que otras pueden experimentar largos períodos de remisión sin ningún síntoma nuevo.
De acuerdo a Esclerosis Múltiple España, en nuestro país unas 55.000 personas padecen esta enfermedad. La cifra alcanza las 770.000 en Europa y 2,5 millones en el mundo.
Progresión de la enfermedad
La mayoría de las personas con Esclerosis Múltiple tienen un curso de enfermedad recurrente-remitente. Experimentan períodos de nuevos síntomas o recaídas que se desarrollan durante días o semanas y generalmente mejoran parcial o completamente. Estas recaídas son seguidas por períodos tranquilos de remisión de la enfermedad que pueden durar meses o incluso años.
Pequeños aumentos en la temperatura corporal pueden empeorar temporalmente los signos y síntomas de la enfermedad, pero estos no se consideran recaídas de la enfermedad.
Alrededor del 60 al 70 por ciento de las personas con Esclerosis Múltiple recurrente-remitente eventualmente desarrollan una progresión constante de los síntomas, con o sin períodos de remisión, conocida como Esclerosis Múltiple secundaria-progresiva.
Lea también: