«Donald Trump no estará por encima de las leyes de la física y tampoco el país que dirige»
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca sigue ocupando titulares, comentarios y múltiples análisis de lo que se espera de su segunda gestión. En medio de celebraciones y resacas, son muchas las inquietudes que avivan las expectativas de la vuelta de Trump a la presidencia de Estados Unidos: el tratamiento que dará a los inmigrantes, a los conflictos armados y al tema del cambio climático, tan cercano y padecido por millones de estadounidenses en los últimos años.
Expertos y publicaciones especializadas le han dado rienda suelta a los posibles escenarios que le deparan a la lucha climática en ese país. Demócratas y republicanos manifiestan una marcada diferencia sobre la urgencia de actuar frente al calentamiento del planeta y las situaciones límite que se presentarían si no hay respuestas contundentes para frenarlo.
El gobierno de Joe Biden se inició prácticamente con una agenda verde. Una de sus primeras medidas en el cargo fue reincorporarse al Acuerdo de París, que Trump abandonó durante su primer mandato. Además, el presidente se apresuró a fijar un nuevo objetivo para reducir las emisiones estadounidenses de carbono a la mitad, en relación con su pico, para 2030.
Biden aprobó inversiones sin precedentes. Un trío de leyes han inyectado cientos de miles de millones de dólares en infraestructuras con base en la Ley Bipartidista de Infraestructuras, la Ley CHIPS y de Ciencia, y la Ley de Reducción de la Inflación de 2022.
Trump y la batalla contra el cambio climático
El segundo mandato de Trump podría dar a EE UU un vuelco de 180 grados en su política sobre el cambio climático, según Casey Crownhart en un artículo publicado en MIT Technology Review. Señala que “este barco está a punto de dar un giro rápido. Podemos esperar que Trump se salga nuevamente del Acuerdo de París y deshaga algunas de las acciones climáticas clave de Biden, sobre todo la Ley de Reducción de la Inflación”.
El cambio de dirección, aclara el analista, dependerá de si los republicanos se hacen con el control de ambas cámaras del Congreso. Contar con el rodillo parlamentario en ambas cámaras abriría más vías para enfocarse en derogar normas y legislaciones aprobadas bajo Biden. Hasta el momento, los republicanos se han asegurado suficientes escaños para controlar el Senado, pero el futuro de la Cámara de Representantes podría aclararse en los próximos días o incluso semanas.
La presidencia de Trump podría añadir 4.000 millones de toneladas métricas de emisiones de CO2 a la atmósfera para 2030 por encima de lo que se esperaba de un segundo mandato de Biden, refiere un análisis del sitio web Carbon Brief. Según esa proyección, con Trump las emisiones descenderán un 28% por debajo del nivel máximo al final de la década, muy lejos del objetivo del 50% fijado por Biden al principio de su gestión.
EE UU es actualmente el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo y ahora, con los desafíos políticos por venir, se pondrán a prueba sus esfuerzos por aminorarlos y limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
2024 sería el más caluroso
Datos del Servicio Europeo de Cambio Climático Copernicus afirman que es «prácticamente seguro» que 2024, un año marcado por intensas olas de calor y tormentas mortales, será el más cálido jamás registrado. Superando al 2023 que había sido el más caluroso desde que se tienen registros.
Las temperaturas medias mundiales a lo largo del año están en camino de terminar más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, lo que convertiría a 2024 en el primer año en superar esta marca simbólica, precisan sus pronósticos. Estas altas temperaturas se deben principalmente al cambio climático causado por el hombre, con contribuciones menores de factores naturales como el patrón climático de El Niño.
La victoria de Trump, en las elecciones del 5 de noviembre, podría hacer tambalear la batalla mundial para abordar el cambio climático. Todd Stern, principal negociador climático del ex presidente Barack Obama, advierte que si Trump bloquea los esfuerzos para reducir las emisiones de CO2 de su país, “será muy decepcionante, por decirlo suavemente”.
Pero, dice a Climate Home News que “la máquina se está moviendo: las ruedas que giran en todos los elementos de la tecnología limpia no se van a detener”. Sostiene que aunque el presidente electo intente reducir el gasto verde de Biden a través de mecanismos legislativos como la Ley de Reducción de la Inflación, «en muchos casos, no podrán hacer eso».
Stern afirma que gran parte del gasto se ha realizado en estados con congresistas y gobernadores republicanos que «no querrán que esas cosas se vean socavadas debido a los empleos que genera”.
La crisis del clima llegó sin excepción
La exasesora climática presidencial de EE UU y administradora de la Agencia de Protección Ambiental, Gina McCarthy, sugiere algunos trazos que determinarían la gestión de Trump sobre el cambio climático.
Coincide con Stern. “El cambio hacia la energía limpia es imparable y nuestro país no va a retroceder”. Asegura que la EPA y todos los servidores públicos “están listos para hacer su trabajo, seguir la ciencia y proteger el estado de derecho. A nuestra gente y nuestro medio ambiente».
Anticipa que «America Is All In (una coalición de líderes locales que apoyan la acción climática) de Bloomberg trabajará con las ciudades, los estados y el sector privado para hacer todo lo que esté a su alcance para evitar que esta gestión deshaga el progreso logrado en materia climática».
Por su parte, Simon Stiell, jefe de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, indica –previo a la COP29 a realizarse la próxima semana en Bakú- que “los hechos fundamentales permanecen sin cambios”. Agrega el diplomático granadino que “el calentamiento global ya está golpeando a todas las naciones.
Sugiere que “a menos que todos los países reduzcan las emisiones y puedan crear más resiliencia en las cadenas de suministro globales, ninguna economía sobrevivirá al calentamiento global desenfrenado. Incluidas las grandes economías del G20. Además de que ningún hogar se librará de sus graves impactos inflacionarios”.
Nada detendrá el vigor de la transición energética
Donald Trump ha desestimado la amenaza del cambio climático y su triunfo ocurre en un año que va camino de ser el segundo consecutivo más caluroso registrado. Y a pocas semanas después de que los huracanes Helene y Milton, de alta peligrosidad, devastaran seis estados y ocasionaron serios destrozos y pérdidas.
Jennifer Morgan, enviada climática del gobierno alemán estima que su gobierno “trabajaría con la próxima gestión estadounidense siempre que sea posible. Con el fin de fortalecer el orden internacional basado en reglas y abordar los desafíos de seguridad, incluida la crisis climática”.
Argumenta que “para Alemania y la UE, la transición a la neutralidad climática es la piedra angular de nuestra competitividad futura. Por lo tanto, trabajaremos con todos los socios para lograr igualdad de condiciones en la carrera por las industrias verdes”.
En la consulta realizada por Climate Home News, Laurence Tubiana, directora ejecutiva de la Fundación Europea para el Clima y artífice del Acuerdo de París se mostró contrariada por el triunfo de Trump y su colaboración para mitigar el cambio climático.
“El resultado de las elecciones estadounidenses es un revés para la acción climática global”, indica. “pero el Acuerdo de París ha demostrado ser resistente y más fuerte que las políticas de cualquier país por separado”. Adiciona que “el contexto actual es muy diferente al de cuando Donald Trump fue elegido por primera vez en 2016. Hay un poderoso impulso económico detrás de la transición global, que Estados Unidos ha liderado y del que se ha beneficiado, pero que ahora corre el riesgo de perder”.
Republicanos piden no derogar créditos
Bill Hare, científico climático y director ejecutivo de Climate Analytics cree que “la elección de un negacionista del clima a la presidencia de Estados Unidos es extremadamente peligrosa para el mundo”.
Sin embargo, Hare, que ha contribuido a los principales informes científicos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, opina que Trump no estará por encima de las leyes de la física y tampoco el país que dirige.
Algunos analistas creen que Trump no podrá deshacer completamente la política sobre el cambio climático de Biden. Aunque sólo sea porque gran parte del gasto federal en energía limpia está beneficiando a los estados y distritos del Congreso liderados por el Partido Republicano.
Varios miembros republicanos del Congreso escribieron este verano una carta al presidente de la Cámara, Mike Johnson, oponiéndose a “derogar prematuramente los créditos fiscales a la energía, en particular aquellos que se utilizaron para justificar inversiones que se habían iniciado”.