Por la protección de las especies. No más envenenamientos. WWF y SEO Bird Life advirtieron que 185.000 animales pudieron haber muerto por el uso de veneno en el país.
Ambas organizaciones conservacionistas presentaron el estudio El veneno en España (1990-2013) y afirmaron que el país tiene la mayor diversidad de rapaces de Europa. Sin embargo, son estos, precisamente, uno de los animales más envenenados.
La investigación desvela los 8.324 casos de envenenamiento que hubo en España entre 1990 y 2013. Esta práctica se usa, generalmente, en la caza, la agricultura y la ganadería.
WWF apunta un dato más y es, precisamente, sobre los rapaces. Cada vez más ejemplares de este tipo mueren envenenados. Así, nombran al buitre leonado y al negro como uno de los animales que fallecen por esta causa. De este modo, 34% de las muertes corresponden a los rapaces.
Cada año el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil, pone en práctica el operativo Antitox. En 2019 encontraron 120 animales muertos por envenenamiento, 70% más que en 2018. Entre estos había especies protegidas como el lince ibérico, el águila imperial, los milanos reales, los buitres negros y los buitres leonados.
Efectuaron 298 inspecciones, incautaron 47 cepos envenenados, 66 kilos de productos tóxicos y encontraron 1.628 artilugios de caza no selectivos que están prohibidos (trampas como cepos). Sin embargo, en 2019 hallaron 876 artilugios de caza no selectivos prohibidos.
185.000 animales envenenados
WWF y SEO Birfd Life hicieron el informe junto con la Fundación Biodiversidad. Advirtieron que la práctica de emplear cebos envenenados representó la muerte de 18.503 animales, pero las ONG calculan que esa cifra podría ser realmente de 185.000.
Se basan en el hecho de que, dependiendo de las especies, entre el 85% y el 97% de los animales envenenados no se encuentran, informó SEO Bird Life:
“Alertan de la facilidad de acceso al veneno por la falta de un sistema de gestión adecuado de muchos pesticidas o por su tráfico clandestino y piden a las administraciones que, además del uso, penalice también la tenencia de sustancias tóxicas ilegales”.
Sin embargo, las ONG indican que, a pesar de la alta cifra de 18.503 de animales envenenados en 8.324 casos, esto es apenas la punta del iceberg. Se refieren a que se calcula que solo se está hablando del 10% de los casos reales de envenenamiento. Así, “la cifra real de animales envenenados entre 1990 y 2013 ascendería a 185.000, una media de casi 9.000 muertes al año”.
La mayor parte de los animales envenenados corresponde al grupo de las aves rapaces, con 34%; los mamíferos domésticos, con 22%, sobre todo perros y gatos; y el grupo “otras aves” representa el 11% (con especies como abejarucos o cigüeñas).
Siguen los carnívoros terrestres, con el 9% (en este se destaca el gran número de zorros). Después vienen las palomas, con el 8%; los córvidos, 5%, y los mamíferos silvestres como los jabalíes, los conejos o las liebres con el 3%.
Hay otro dato esclarecedor. El 63% de los envenenamientos ocurre en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía.
WWF y SEO/BirdLife denuncian que el uso de cebos envenenados es el método más utilizado para matar depredadores a escala mundial y está asociado principalmente a la caza y a la ganadería extensiva. Una parte de estos sectores utilizan este método masivo, no selectivo e ilegal para eliminar animales que consideran dañinos para el ganado o las especies de caza.
Alertan de que las sustancias más usadas para envenenar la fauna son el aldicarb, el carbofurano y la estricnina. Son sustancias de mucha toxicidad, que se prohibieron hace tiempo y que se sacaron del mercado de la Unión Europea.
Por ello, hablan de un mercado ilegal de estos productos. Y exigen la aplicación de un sistema integrado de gestión para los pesticidas obsoletos, que se apruebe una ley contra la tenencia de sustancias tóxicas ilegales y que se endurezcan las sanciones por el uso de veneno.
El lince ibérico, aunque ha aumentado, sigue corriendo peligro
Alrededor de 1.000.000 de especies de animales y plantas están en peligro de extinción en todo el mundo. Se prevé que muchas podrían desaparecer dentro de solo décadas. Así lo informó la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas, que recibe el patrocinio de la Organización de las Naciones Unidas.
El lince ibérico también corre peligro. No obstante, ahora hay 800 ejemplares que viven en libertad en la península ibérica. En 2002 había menos de 100, de acuerdo con WWF. Por eso, pasó de la categoría “en peligro crítico de extinción” a “en peligro de extinción”.
Las principales amenazas para el lince ibérico: la disminución de su fuente de alimentación, el conejo, y los atropellos en las vías.
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