Por Sandra Martín
Lo prometido es deuda. El cómico albaceteño ya avisó que sacaría un cómic al año. En esta ocasión, se trata de Orgullo Brutal, una oda a los hinchas de fútbol cuando pierde su equipo, al experto en terracitas, a aquel que volvió andando del camino de Santiago o al abuelo que come dos huevos más que el padre. Es decir, historias desternillantes marcadas por el característico humor de Raúl Cimas. Mientras hablamos con él en plena Feria del Libro de Madrid se intenta quitar mérito. Pero el conocido monologuista ha demostrado que es capaz de plasmar en papel el mismo talento que demuestra tras las cámaras.
Raúl Cimas ha hecho reír a miles de personas con sus monólogos en El Club de la Comedia y Paramount Comedy, donde comenzó a pisar los escenarios para, esperemos, no bajar más. Luego llegó La Hora Chanante, Muchachada Nui y Museo Coconut. Ahora es presentador de Óxido Nitroso (Canal +) y la sección Cine Low Cost en Versión Española (TVE); copresenta junto a Dani Mateo el programa de radio El Palomar (Cadena SER) y conquista a los espectadores en el espectáculo Toda la verdad sobre el oso hormiguero acompañado de su gran amigo Julián López. Está pluriempleado y le gustaría tener más tiempo libre, pero confirma que al año que viene habrá un nuevo cómic.
¿Qué va a encontrar el lector en ‘Orgullo brutal’?
Un cómic sin otra ambición que hacer reír. Un montón de tonterías, de gags y de historias con personajes afilados a los que el orgullo les lleva a cometer actos un poco raros. Siempre me ha gustado hacer historias en las que se desequilibra la balanza. En este caso es el orgullo y el anterior cómic fue la pasión (Demasiada pasión por lo suyo).
¿Apto para todos los públicos?
Yo creo que sí, sobre todo comparándolo con las cosas que salen en televisión. Nunca me ha gustado hacer un humor muy fuerte. Tampoco es humor blanco pero no está subido de tono por el sexo ni es excesivamente violento. Son situaciones muy blanquitas y normales.
¿Los personajes están basados en historias reales?
No. O sí, pero muy transformadas. Ninguna de las historias le ha pasado a alguien conocido. Aunque siempre encuentro situaciones que me ponen en alerta y de las que tiro del hilo. Por ejemplo, Típico Toñín es una historia sobre un hincha de fútbol que al perder su equipo se queda un día más en la ciudad para insultar a los jugadores a la salida del entrenamiento. La empecé a imaginar cuando vi en la televisión un hincha que le pegó una patada a un coche. Es un acto de orgullo herido. Es muy ingrata la vida del hincha. Procuro no juzgar mucho, creo que todos son víctimas y verdugos.
¿Resaltaría alguna otra historia de ‘Orgullo Brutal’?
Hermano mayor es otra historia que tiene que ver sobre la imagen que queremos dar a los demás. Pensé en la cosa tan infantil de ‘quedarse chafado’. Pensé en una historia en la que pudiera pasar eso y caí en un hermano mayor que hablara con niños y éstos le dejaran chafado. Eso para el orgullo es mucho. Cuando en clase algún alumno le contestaba al maestro y le dejaba sin palabras. Es un trago difícil.
El protagonista es de nuevo su alter ego desnudo… ¿fue lo que triunfó de su anterior cómic?
No, mi cómic es muy bueno a pesar de eso. Puede que el que haya triunfado y sea más mi alter ego sea Yogur de piña.
¿Y por qué un yogur de piña?
Pues no lo sé. Es fácil de dibujar. Es un dibujo que me encontré garabateando y me encantó. Me dio mucha ternura. Así que hice unos cuantos dibujos de Yogur de piña mientras escribíamos Museo Coconut y a Xavi, de Vengamonjas, le encantó. Yo creo que es la clave de los cómics.
¿Hay demasiado orgullo en España?
Yo creo que no. No creo que seamos un país muy orgulloso o al menos, tenemos algo de orgullo pero para pequeñas cosas. Sé que se suele decir que sí, pero todos somos bastante olvidadizos y despreocupados. No sé, perdonamos. Al menos nuestra historia reciente es de mucho perdón, comprensión y pasividad más que orgullo. Y bien está así.
¿Hay algo que no haya hecho por orgullo y se haya arrepentido de no haberlo hecho?
Sí claro. Lo que pasa es que el orgullo no siempre es malo. Está para algo, evita que te hundas, hace que arranques proyectos, que te salgas de historias que a lo mejor te están envenenando. Es un buen mecanismo de defensa pero como todo te puede hacer fallar. Es como la timidez. Todo en exceso es malo y el orgullo a veces te hace perderte cosas. Hay sentimientos que a veces son malos consejeros pero otras veces te ayudan.
Dijo que iba a sacar un cómic al año, ¿un acto de orgullo?
Sí. Esto podría ser un acto de orgullo. Pero una de las cosas que he aprendido de trabajar en televisión y radio es la rapidez con la que tienes que entregar los encargos. Me viene muy bien ponerme una fecha límite y coincidir por ejemplo con la Feria del Libro, que para el negocio viene muy bien. Trabajo mejor con esa presión. De todas formas me encanta y en este cómic se han quedado muchas historias descartadas. Me pasó lo mismo en el primero. También hay muchas cosas que me gustan pero que a lo mejor les falta algo y están en barbecho. Es decir, el año que viene, si todo va bien y me lo permite la salud, habrá otro y luego otro y más tarde, otro.
Y qué ocurre con el humor en España, ¿sobra o hace falta?
Hay muchos humoristas pero no sé si hay mucho humor. Pero no porque lo hagan mal si no la cuestión está en si sabemos reírnos de ciertas cosas. Aunque… para la situación que hay demostramos bastante humor, o al menos paciencia.
Parece que los cómicos están ahora de moda.
Sí, eso sí. Aunque siempre ha habido programas cómicos, ahora hay mogollón de monologuistas. Además, ahora la figura del cómico aparece en muchos programas, ya sean de entrevistas, de actualidad, de deportes… Sobre todo en la radio conjuga muy bien. Pero sin embargo, no hay tantos programas de humor. José Mota es la única referencia de humor porque sí en la parrilla, al menos en las generalistas. El resto es actualidad y política con humor. Hay ligereza pero no sé si hay muchos programas de humor como tal.
Hablando de política, ha dicho en alguna ocasión que prefiere no reírse sobre este tipo de temas y hacerlo, por ejemplo, de su novia. ¿Por qué dejar la política apartada?
Porque nunca lo he hecho. Opino que se tiene que ser honesto en el humor porque se nota cuando no estás haciendo lo tuyo. Por obligación o por confusión he hecho cosas que no eran lo mío y luego no me he visto cómodo. No leo un periódico y hablo de ello con mis amigos en un bar, sino que prefiero estar con mis amigos imaginándome que ocurriría si el camarero llevara una coleta o si tuviera el bigote de diferente forma.
También creo que hay un poco de saturación. Considero que el humor es mejor si te lleva a otro sitio y te hace olvidar los problemas porque hay muchos que no son para tenerlos todo el día en la cabeza.
¿Ha tenido alguna vez problemas por decir lo que pensaba?
No. Tampoco voy por ahí diciendo lo que pienso. Ahora con las redes sociales parece que tienes que dar la opinión de todo, pero no suelo darla.
Es un hombre para todo, hace radio, teatro, televisión, dibuja…
Sí, ya cuando saque un disco me retiro. Es lo que me falta. Pero soy humorista, lo raro sería verme en una película de terror o dando un mitin político. Imagíname en la Sexta Noche dando mi opinión sobre asuntos del Estado. Hago comedia en diferentes canales. La tele tiene unas posibilidades, la radio tiene un sentido menos pero puede contar con más acción del que la oye. Como pasa con los cómics, que es el lector el que marca el ritmo.
Entonces, ¿tiene pensado sacar ese disco?
Oye, a lo mejor. Yo hacía muchísimas canciones en Muchachada Nui. No lo descarto. No sé si un disco, pero salir un día por ahí a tocar… La música siempre ha estado muy presente en nosotros. También en el show que hago con Julián López (Toda la verdad sobre el oso Hormiguero). La utilizan muchos cómicos, como Los Monty Python, Martes y Trece, Tricicle…
Y hablando de Muchachada Nui, ¿qué les dan en Albacete?
Creo que le pasa como a otras tantas ciudades pequeñas al coincidir más la gente. No sé, es una teoría muy barata que me estoy inventando ahora mismo, pero al coincidir muchas veces con la misma gente se practica más el humor porque tienes más roce, hay más confianza para hacer bromas o poner motes. Yo creo que va más por ahí. Pero bueno, nosotros llegamos casi juntos y tuvimos la suerte de trabajar con libertad y sin expectativas, sin presión, sin tener que hacer resultados. Fue un humor muy sincero: el que nos hacía reír a nosotros y no pensábamos que iba a llegar a algo. Ocurre lo mismo ahora con los youtubers. Tienen ese punto de honestidad, la gente los siente de igual a igual, con complicidad y ve en ellos un grupo de amigos. Creo que es algo que nos pasó a nosotros.
El grupo entero se conoció en la Universidad de Cuenca. ¿Hay que estudiar Bellas Artes para ser un buen cómico?
No. Dentro de Albacete también hay otros cómicos que son buenos y no estudiaron Bellas Artes, por ejemplo, Goyo Jiménez. Julián López iba con nosotros pero estudió Magisterio de Música. Una carrera muy difícil y concienzuda. Con el coincidimos en la residencia de estudiantes. También está El Chape (Pablo Chiapella), que estudió Magisterio de Educación Física. Creo que la coincidencia es que no hicimos una carrera de peso. Teníamos el tiempo suficiente para hacer gilipolleces.
Atresmedia compró vuestro último programa ‘Retorno a Lilifor’, ¿cuándo podrá verse?
Esta es la pregunta que más nos duele a cualquiera de nosotros. No tenemos ni idea. Ahora parece que vuelven a decir que sí, pero ya hemos vivido eso. Es difícil responder y no depende de nosotros. La veremos cuando a ellos les dé la gana. No sé para que la querrán. Si te digo la verdad, no quiero que salga ya porque es una cosa que ya no siento. Estoy haciendo otras cosas, el programa de Óxido Nitroso, estoy con los cómics…
¿Estará algo desfasado de la actualidad?
No lo sé. He hecho 50 programas desde entonces. Es como si viene tu exnovio de hace 10 años y te dice que quiere volver contigo. Ni siquiera es rencor. Ese proyecto me da ya exactamente igual.
Y qué pasa con el futuro, ¿qué proyectos tiene en mente?
Voy a hacer el tercer cómic. Para octubre se organizarán las parrillas televisivas y se decidirá con que programas se sigue. Cine Low Cost lo tenemos firmado así que haré otras 15 piezas a la vuelta del verano. Ya se verá si seguimos con Óxido Nitroso y con la radio. También es verdad que este año y el pasado he trabajado mucho y echo de menos tener más tiempo para escribir o dibujar más.