POR CAMBIO16
31/07/2017
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En un proceso plagado de irregularidades, desierto en participación popular, rechazado por la comunidad internacional y signado por la mayor represión en los últimos meses en el país caribeño, el Gobierno de Nicolás Maduro ejecutó su golpe Constituyente, convalidado por el poder electoral venezolano.
La autoridad electoral venezolana dijo el domingo que poco más de 8 millones de personas participaron en la polémica elección. Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) celebró que la elección fuera «pacífica, democrática y sin violencia», pese a la muerte de 9 personas en acciones de protesta convocadas por la oposición y numerosos enfrentamientos entre estos manifestantes y las fuerzas de seguridad.
https://twitter.com/CNE_Venezuela/status/891870304749932552
https://twitter.com/CNE_Venezuela/status/891869835893891072
La funcionaria además anuncio parte de los constituyentistas electos, todos nombres conocidos por el chavismo: Cilia Flores, Delcy Rodríguez, Iris Varela, Erika Farías, Carmen Meléndez, Darío Vivas y Diosdado Cabello, el conocido «número 2» del chavismo y a quien señalan como el posible presidente de la Constituyente electa.
Nicolás Maduro celebró el anuncio poco después, ante seguidores que celebraban en la plaza Bolívar, centro de Cáracas.
«Tenemos Asamblea Constituyente (…). Es la votación más grande que haya sacado la revolución bolivariana en toda la historia electoral en 18 años»,afirmó el mandatario.
El pueblo «en condiciones de guerra, llamó a decir queremos paz», añadió.
El líder chavista advirtió además de medidas contra el Parlamento, la Fiscalía, los líderes de la oposición y los medios privados en su primera intervención tras la elección este domingo de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que él ha impulsado.
Aseguró que la ANC tomará el poder en Venezuela en las próximas horas y «levantará la inmunidad parlamentaria a quien haya que levantarla», actuará contra la «burguesía parasitaria» para solucionar la crisis económica y se hará con el mando de la Fiscalía «para que haya justicia».
Maduro criticó asimismo la cobertura dada a la votación por los canales de televisión privados venezolanos, a los que acusó de «censurar las elecciones» y pidió una investigación al canal Televen por hacer «apología del delito». «Estamos en combate comunicacional otra vez contra las mentiras de las televisoras, ¡alerta!«, añadió.
La oposición -que no participaba en el proceso- calificó de fraude los comicios, y ha asegurado que solo un 12% del censo -un poco más de 2 millones de personas- acudió a la votación este domingo.
La Mesa de Unidad Democrática convocó a protestas este lunes en todo el país y el miércoles en Caracas.
«No reconocemos este proceso fraudulento, para nosotros es nulo, no existe«, dijo el líder opositor Henrique Capriles.
Cifras, Cifras
De entrada, la cifra ofrecida por el organismo electoral hace difícil entender por qué suspendieron el revocatorio y pospusieron las regionales de 2016. Para entender esto aún más, hay que hacer retrospectiva en las cifras: Hugo Chávez ganó las presidenciales venezolanas en 2012 con 8.191.132 votos, la cifra más alta en una elección en el país; a Nicolás Maduro se le adjudicó la presidencia en 2013 con 7.505.338 votos -su contrincante en ese momento, Henrique Capriles, obtuvo 7.363.980-, y el chavismo obtuvo en las elecciones Parlamentarias de 2015 unos 5.622.844 votos.
Durante el anuncio de los resultados, destacó la ausencia de Luis Emilio Rondón, el único de los rectores del CNE que disiente del chavismo. A pocos minutos de ser desvelada la cifra, el funcionario se pronunció a través de su cuenta en Twitter. «Decidí no estar presente en divulgación d resultados por inconstitucionalidad del proceso…mi compromiso es con el cumplimiento de la CRBV».
Decidí no estar presente en divulgación d resultados por inconstitucionalidad del proceso…mi compromiso es con el cumplimiento de la CRBV
— Luis Emilio Rondón González (@LERondonG) July 31, 2017
Y mientras el Gobierno celebraba su elección, un manto de represión cubrió el país. La votación estuvo marcada por las protestas callejeras contra la Constituyente en ciudades de todo el país, que fueron brutalmente reprimidas por la Policía y la Guardia Nacional (GNB, policía militarizada) y se han saldado hasta el momento con al menos ocho muertos según la Fiscalía, una cifra que la MUD eleva a 14.
https://youtu.be/m8ueq0Mr5JI
Varios diputados y otros cargos públicos opositores han denunciado ataques de «colectivos» (grupos de civiles a menudos armados, que dicen dedicarse a defender la revolución) contra manifestantes en varios puntos del país.
Ante este escenario, la oposición y actores sociales como la iglesia venezolana, la patronal, algunos sindicatos, diversos rectores universitarios y países como España, EEUU, Argentina, Perú, Panamá, México y Colombia rechazan el proceso constituyente y no reconocerán la Asamblea que se instale tras la elección de hoy.
La estructura del fraude Constituyente
Con la complicidad del aparato estatal, principalmente del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) –órganos que actúan a merced del régimen-, el gobierno de Maduro ejecutó su elección Constituyente que desde su génesis se ha confeccionó por fuera de lo establecido por la Constitución. La misma Constitución que redactó el propio Hugo Chávez en 1999.
Estos fueron los elementos que configuraron el fraude y que hacen cuestionable esta elección:
1. Sin control: La decisión de última hora del árbitro, de permitirle a todos los electores que puedan votar en cualquier centro de votación del municipio donde están registrados y en el caso de los del este de Caracas que vayan a un macro centro de contingencia instalado en el Poliedro, el recinto de conciertos y convenciones ubicado en el noroeste de la capital venezolana, ha incrementado las dudas en torno a la rigurosidad del proceso.
El rector Luis Emilio Rondón, el único de los cinco miembros del CNE que no comulga con el chavismo, fue uno de quienes cuestionó la medida sin precedentes. “Que electores puedan sufragar en cualquier centro de su municipio debilita controles técnicos que garantizan principio de un elector un voto”, consagrado en la Ley de Procesos Electorales venezolana.
2. Sin auditorías: Pero esta no es la única decisión del organismo comicial que va a contracorriente de sus prácticas. En el proceso no se utilizó la tinta indeleble y se usaron cuadernos de votación en blanco, por lo que no existió un control real sobre la identidad de los votantes.
Asimismo el CNE no permitió a nadie auditar el padrón o en este caso los padrones, porque para esta elección se utilizarán varios, debido a que la Constituyente tendrá miembros elegidos por municipios y otros por sectores; y hasta el final jamás se desveló de dónde salió el registro que permite a unos electores votar por unos y no por otros.
En su lugar, el gobierno optó por «controlar» a sus votantes con un sistema digital basado en el «Carnet de la Patria«, un instrumento dotado de un código QR por el cual el régimen chavista ha intentado coercionar a los ciudadanos para asegurar su voto. Pero el sistema dejó suspicacias, y el primer actor en despertarlas fue el propio Nicolás Maduro cuando, al emitir su voto, falló cuando registraba la cédula del mandatario y arrojó un mensaje insólito: «La persona no existe o el carné fue anulado».
EN VIDEO | Maduro chequea su Carnet de la Patria para votar y el registro online arroja: «La persona NO existe o el carnet fue anulado» pic.twitter.com/VXtRWpkYhD
— Alberto Rodríguez (@AlbertoRT51) 30 de julio de 2017
El sistema, financiado y controlado por el Estado, ha sido puesto a la orden del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, la mayor organización política del chavismo, para dar seguimiento a los votantes y permitir su ubicación gracias a la información almacenada durante su proceso de registro.
3. Sin testigos: De las 19 auditorías que normalmente se hacen al sistema electoral 14 no se hicieron en esta ocasión. Asimismo, la elección careció de observación nacional y no hubo testigos distintos a los del chavismo.
4. Limitaciones y represión a la prensa: Pero como si lo anterior no fuera suficientemente grave, un día antes de la elección, la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció que los periodistas no podrían ingresar a los centros de votación,
Y junto a ese cierre de puertas oficial, los cuerpos represivos limitaron con violencia la labor periodística, deteniendo y amenazando -y en algunos casos, agrediendo físicamente- a los profesionales de la comunicación que buscaron documentar tanto el proceso del gobierno como las manifestaciones opositoras. Según datos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) de Venezuela, unos 15 periodistas de medios nacionales e internacionales –entre ellos Cambio16– fueron hostigados durante la cobertura del domingo.
Así fue detenido fotoperiodista de @Cambio16 en #Venezuela https://t.co/FJjXs4NLiW (@hispanopost) #30J pic.twitter.com/U9PtVDKvJw
— Cambio 16 (@Cambio16) July 30, 2017
https://twitter.com/sntpvenezuela/status/891771811733622784
5. Sin transparencia: Una de las decisiones que más revuelo ha creado es la de reservar casi un tercio de los miembros de la instancia a sectores, lo cual deja al proceso desprovisto de una expresión libre de la ciudadanía venezolana a través de elecciones competitivas, informadas, transparentes y limpias, en que cada ciudadano tenga un voto de igual calidad que el de cualquier otro ciudadano, sin manipulaciones a través de una integración sesgada de dicha asamblea con organizaciones corporativas decididas discrecionalmente por el Gobierno.
6. Desolación: A pesar de las limitaciones, la prensa local e internacional logro registrar la afluencia a los centros de votación, constatando la poca afluencia a los mismos.
Según las mediciones realizadas por la oposición con respecto a la participación en en la votación. Al respecto, apenas un 12,4% del padrón se habrían acercado a los centros de votación, lo que equivle a unos 2.480.000 personas. Un número muy inferior a las casi 8 millones de personas que hace dos semanas se manifestaron en contra de la Constituyente en un plebiscito organizado por la Asamblea Nacional.
Ante el golpe, más lucha
El presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Venezuela, Julio Borges, afirmó este domingo que el «pueblo rebelde» derrotó al Gobierno de Nicolás Maduro en la jornada de votación por la Constituyente que promueve el mandatario.
El diputado de Primero Justicia afirmó que el Gobierno ha «cavado su propia tumba» con este proceso y dijo que el régimen de Maduro «salió derrotado compitiendo hoy con el pueblo libre y rebelde».
Asimismo, aseguró que la «meta no es solo frenar la Constituyente, el objetivo es cambiar de gobierno», por lo que la lucha de la oposición «no termina hoy», cuando se ha «acelerado la salida» del régimen.
«Llevamos 118 días y 17 años luchando, el país nunca ha tirado la toalla», agregó.
Sobre la repercusión internacional de la crisis, Borges apuntó el consenso internacional en rechazo a la Constituyente de Maduro anunciaron su desconocimiento al proceso chavista y dijo que el Gobierno de Maduro «no podrá pedir plata a otros países» frente a este escenario.
En nombre de la coalición de partidos opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Borges llamó «a la Fuerza Armada digna, la mayoritaria», a entender que «hoy más que nunca su papel es defender la Constitución».
La oposición venezolana convocó para este lunes al mediodía una marcha de protesta contra las muertes producidas por la represión del régimen chavista y en rechazo del «proceso fraudulento» de la Asamblea Constituyente, que se votó este domingo.