Investigadores del General Brigham de Massachusetts observaron mejoras en pacientes con depresión luego de recibir tratamiento con ketamina. El 55% de los participantes en el ensayo clínico presentó una recuperación sostenida sin efectos secundarios importantes. Los resultados se publicaron en el New England Journal of Medicine.
El nuevo estudio dirigido por MGB comparó la ketamina intravenosa subanestésica con la terapia electroconvulsiva (TEC) para el tratamiento de la depresión no psicótica resistente al tratamiento. «El TEC ha sido el estándar de oro para el tratamiento de la depresión severa durante más de 80 años», afirmó Amit Anand, director de Ensayos Clínicos Traslacionales de Psiquiatría en Mass General Brigham y profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard.
Anand aclaró que el TEC es un tratamiento controvertido porque puede causar pérdida de memoria, requiere anestesia y está asociado con el estigma social. “Este es el estudio más grande que compare los tratamientos con TEC y ketamina para la depresión, y el único que midió los impactos en la memoria”, añadió
La ketamina es una droga fuerte, disociativa con potencial alucinógeno, derivada de la fenciclidina y debe ser administrada con cuidado. Se utiliza en medicina por sus propiedades sedantes, analgésicas y sobre todo, anestésicas.
Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 300 millones de personas sufren depresión. Este padecimiento ocurre aproximadamente un 50% más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. El trastorno depresivo mayor es una de las principales causas de discapacidad en el mundo y se estima que afecta a 21 millones de adultos solo en Estados Unidos.
Ketamina para tratar la depresión
La TEC consiste en inducir una convulsión a través de la estimulación eléctrica del cerebro. La ketamina, en cambio, es una droga disociativa de bajo costo aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos como sedante/analgésico y anestésico general. Estudios anteriores han sugerido que las dosis bajas del medicamento pueden tener efectos antidepresivos rápidos para las personas con depresión severa.
El ensayo se efectuó desde marzo de 2017 hasta septiembre de 2022, en 5 sitios con 403 pacientes con depresión escogidos al azar. Cada uno recibió TEC tres veces por semana o ketamina dos veces por semana por tres semanas. Los pacientes fueron seguidos durante un período de seis meses después del tratamiento para responder un cuestionario de autoevaluación de síntomas depresivos, que también incluía pruebas de memoria y preguntas sobre su calidad de vida.
Los investigadores encontraron que el 55% de los que recibieron ketamina y el 41% de los que recibieron TEC tuvo al menos una mejora del 50% en los síntomas de la depresión autoinformada. Y una mejora en la calidad de vida autoinformada durante los seis meses de seguimiento, recogió Harvard Gazette. El tratamiento con TEC se asoció con pérdida de memoria y efectos adversos musculoesqueléticos. Por otro lado, el tratamiento con ketamina no se asoció con efectos secundarios distintos de una experiencia de disociación transitoria en el momento de la medicación.
El estudio es el ensayo de eficacia comparativa en el mundo real más grande hasta la fecha de la TEC frente a la ketamina. El ensayo adoptó un enfoque centrado en el paciente, con tres tipos de calificaciones de depresión independientes (paciente, evaluador y médico) capturados y sin solicitud activa de participantes.
Se necesitan más investigaciones
“Para el número cada vez mayor de pacientes que no responden a los tratamientos psiquiátricos convencionales y necesitan un mayor nivel de atención, la TEC sigue siendo el tratamiento más efectivo en la depresión resistente al tratamiento”, asentó el psiquiatra Murat Altinay, director del centro del ensayo en la Clínica Cleveland.
“En este estudio la ketamina intravenosa no fue inferior a la TEC para el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento no psicótico. Y puede considerarse como un tratamiento alternativo adecuado para la afección”, afirmó.
Los investigadores señalan que sus hallazgos se basan en resultados autoinformados y que el diseño abierto del ensayo podría haber influido en las tasas de respuesta. Pero, advierten, su enfoque centrado en el paciente y el diseño del mundo real también pueden ser una fortaleza. Esto permite que los hallazgos se traduzcan más fácilmente en la práctica clínica.
El profesor Subodh Dave, decano del Royal College of Psychiatrists, comentó que la TEC es una opción de tratamiento basada en evidencia. Aprobada por el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica del Reino Unido (NICE) para personas con enfermedades mentales graves que no han respondido a otros tratamientos. Sabemos que puede salvar vidas y, en la mayoría de los casos, mejorar los resultados de los pacientes. Cuando se considera la TEC como una opción de tratamiento, es importante que el paciente esté completamente informado de los riesgos asociados”, precisó.
Argumentó que “es importante continuar explorando el potencial de nuevos tratamientos, y tomar nota de los hallazgos de la investigación con interés. «Hay señales tempranas de que la ketamina puede hacer una contribución positiva, pero se necesita más investigación. Particularmente, la dosis y frecuencia máximas seguras y los efectos a largo plazo”, concluyó.
Alternativas para combatir el trastorno
Rupert McShane, psiquiatra consultor de Oxford Health NHS Foundation Trust, considera que la ketamina es tan buena como la TEC para tratar a pacientes con depresión, y causa menos pérdida de memoria. «Este ensayo en personas cuya depresión era lo suficientemente grave como para necesitar TEC es inequívoco. Los resultados de este estudio pragmático de alta calidad son notablemente similares a los de un estudio sueco anterior de pacientes hospitalizados”, subrayó.
Sin embargo, refirió que no se debe caer en la tentación de pensar que es una panacea. «La depresión es un trastorno que regresa», dijo. Los antidepresivos convencionales se toman regularmente para evitar recaídas. Saber cuándo suspender el tratamiento de mantenimiento, ya sea con TEC o con ketamina, es difícil y requiere más investigación.
La TEC seguirá siendo necesaria. Por ejemplo, a los ancianos, que no estuvieron bien representados en este estudio, les va mejor con la TEC que con la ketamina. Y este estudio no trató a pacientes con la depresión más severa asociada con delirios y alucinaciones.