Vladimir Putin sacó a relucir su lado más conservador para proponer las enmiendas constitucionales que prepara desde principios de año. El presidente ruso ha propuesto un profundo cambio del sistema político con la intención de alejar a Rusia de los valores occidentales.
En las reformas planteadas por Putin se abordan temas controvertidos como la creencia en Dios, el veto al matrimonio homosexual, la situación de Crimea y la intención de retomar las ideas de la extinta Unión Soviética.
«La Federación Rusa, unida por una historia de mil años, preservando la memoria de los antepasados que nos transmitieron los ideales y la fe en Dios, así como la continuidad en el desarrollo del estado ruso, reconoce la unidad estatal históricamente establecida», expresa el texto de una de las reformas que propone Putin y que fue develada por el presidente de la Duma, Vyacheslav Volodin.
Putin y sus seguidores manifestaron que tienen la oportunidad de modificar la Constitución y «consagrar los valores morales y geopolíticos de Rusia para las generaciones futuras». Sin embargo, sus detractores consideran que Putin emprende estas reformas para extender su control sobre el poder después de 2024, cuando debe abandonar el Kremlin.
Rescate de la Unión Soviética
Desde la disolución e implosión de la Unión Soviética, el poder económico y geopolítico ruso se había diezmado, pero a partir de 2013 Rusia comenzó a realizar ejercicios militares a gran escala y a influir en la política internacional con alguna fuerza. En sus reformas, Putin quiere rescatar el peso geopolítico de la Unión Soviética.
«Rusia es el sucesor legal de la Unión Soviética y se debe condenar el revisionismo histórico», expone una enmienda.
El presidente ruso también pretende rescatar las «gestas que el ejército soviético de la Segunda Guerra Mundial».
«Cualquier menosprecio de la hazaña del pueblo defendiendo la patria es inaceptable», expone uno de los textos en alusión a los historiadores que critican el papel de la URSS en sus tratos con Adolf Hitler antes de la guerra y la lentitud de Stalin para responder al primer ataque.
Protección a Crimea
Una de las prioridades que Putin con sus reformas es mantener a Crimea bajo el dominio ruso. La península que pertenecía a Ucrania fue tomada por la fuerza por el ejército ruso en 2014. Putin pretende proteger el territorio para que la OTAN no pueda intervenir bélicamente y que el próximo presidente se vea obligado a defender el territorio. Las enmiendas prohíben entregar territorio ruso. También sería ilegal cualquier exhortación a la separación o a la independencia
Al igual que Crimea, las Islas Kuriles, en disputa con Japón por varias décadas, estarían dentro de la misma condición.
Veto al matrimonio homosexual
Los cambios que propone Putin sería los primeros desde 1993. La diferencia es el fuerte giro a políticas más conservadores que lo alejan más de occidente.
Entre las reformas que más llaman la atención es el veto al matrimonio homosexual. «No habrá progenitor 1 y progenitor 2 mientras yo sea presidente, sólo mamá y papá», advirtió hace un mes.
Con los cambios a la Constitución los matrimonios gays seguirán siendo ilegales después de su salida del poder. «Me alegra que esta enmienda la firmara el jefe del Estado», dijo el vicepresidente de la Duma, Piotr Tolstoi.
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