Apenas comenzó el año diferentes fenómenos producto del cambio climático entraron en la escena. El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) presentó sus resúmenes mensuales sobre temperatura del aire superficial, hielo marino y variables hidrólógicas. Así, enero de 2020 fue un mes cálido y seco en algunas regiones, contrario a lo usual. En otros países se registraron precipitaciones por encima del promedio.
📢 January #temperature highlights from #Copernicus #C3S:
🌡️In Europe, last month was the warmest January in our record, at 3.1°C warmer than the 1981-2010 average
🌡️Globally, it was warmest January in our record, but only barely warmer than 2016More➡️https://t.co/Y2Eb3jfZvG pic.twitter.com/t4JI24kpnE
— Copernicus ECMWF (@CopernicusECMWF) February 4, 2020
Al calor del invierno
Para principios de enero, una localidad del oeste de Noruega registraba una temperatura promedio de 19 ºC, algo inusual para este mes invernal. Y es que para Europa este comienzo de año ha sido el más cálido en la historia desde que se tienen registros. Las temperaturas elevaron los termómetros 0.2 ºC por encima de 2007 – el último enero más cálido- y 3.1 ºC por encima de los promedios registrados entre 1981-2010.
Las temperaturas de enero 2020 fueron atípicamente cálidas para el norte y este de Europa. Desde Noruega hasta Rusia en muchos lugares los valores superaron hasta los 6 ºC el promedio de temperaturas. Para Noruega, por ejemplo, enero 2020 fue el segundo mes más cálido desde 1900 y para Finlandia el enero más cálido desde 1961. No obstante, las temperatura fueron inferiores al promedio en la cuenca de los Cárpatos (Europa central) y en el sur.
Un invierno templado no fue solo característico de Europa. Temperaturas por encima del promedios también se registraron en la mayor parte de los Estados Unidos, el este de Canadá, Japón, algunos lugares de China, el sudeste asiático, Nueva Gales del Sur – que fuera azotada por terribles incendios desde septiembre- y partes de la Antártida.
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— Cambio16 (@Cambio16) January 21, 2020
Menos hielo marino para el Ártico y la Antártida
Justamente en la Antártida, este enero 2020 “fue el cuarto enero consecutivo con una extensión de hielo marino muy inferior al promedio”. En esta región del planeta el área de hielo marino se ha mantenido por debajo del promedio en los últimos cuatro años.
Señala el reporte de C3S que la variabilidad es lo común en la Antártida, donde las máximas de hielo marino superiores al promedio se registraron en 2007-2009 y 2013-2015. En este enero 2020, el promedio de extensión de hielo marino antártico fue de 4.6 millones de Km2, 0.9 millones de Km2 menos que el promedio de 1981-2010.
En el otro extremo del planeta, el promedio de hielo marino ártico también disminuyó 0.9 millones de Km2 comparado con los promedios registrados entre 1981-2010, llegando a una extensión media de 13.5 millones de Km2 .
En esta región las mayores tendencias negativas han ocurrido durante el verano y el otoño de los últimos años. No obstante, durante la época de invierno también se han observado importantes disminuciones de hielo marino cuando se supone que en esta época llega a sus máximos.
📢 January#SeaIce highlights from #C3S:
❄️#Arctic: Sea ice extent was below the 1981-2010 average, close to the average of the last ten years
❄️#Antarctic: It was the fourth January in a row with much below average sea ice extent.More➡️https://t.co/KjILYg2l1q pic.twitter.com/KNRXVXLvVj
— Copernicus ECMWF (@CopernicusECMWF) February 5, 2020
Un enero 2020 seco y lluvioso
Enero 2020 fue un mes más seco en grandes partes de Europa. Las precipitaciones y la humedad del suelo estuvieron por debajo del promedio especialmente hacia las zonas del Adriático y el Egeo.
Mientras, en el norte de Europa y el este de España hasta el sur de Francia las condiciones fueron mucho más húmedas. En la última zona se registraron inundaciones como consecuencia de las fuertes precipitaciones y mareas provocadas por la borrasca Gloria.
Advierte el reporte del Servicio de Cambio Climático que estas variables hidrológicas de la superficie terrestre son más difíciles de observar que la temperatura de la superficie del aire. Además de señalar que los datos recopilados son de carácter cualitativo y no cuantitativos.
Lo singular de este 2020 ha sido esa especie de invierno templado que no solo contrasta con los promedios registrados entre 1981-2010, sino que contradicen períodos anteriores como el vórtice polar de enero de 2019 que congeló más de la mitad del norte de América.
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