Las energías renovables (eólica y solar) generaron una quinta parte (22,28 %) de la electricidad de la UE en 2022. Un comportamiento récord que supera por primera vez al gas fósil (19,91 %), en momentos difíciles para los suministros energéticos en el globo. Además, el grupo de expertos en energía Ember señala que la participación de la energía del carbón aumentó solo 1,5 puntos porcentuales para generar el 16% de la electricidad del bloque. Europa evitó regresar a la energía del carbón tras la crisis energética reforzada por la guerra en Ucrania. El sector se mantiene dominado por las fuentes de energía nuclear y la hidroeléctrica (32,04 %).
“Europa ha evitado lo peor de la crisis energética”, dijo el jefe de análisis de datos de Ember, Dave Jones. “Los shocks de 2022 solo causaron una pequeña onda en la energía del carbón. Y una gran ola de apoyo a las energías renovables.Cualquier temor a un repunte del carbón está muerto”.
Además, el análisis revela que Europa enfrentó una triple crisis en el sector eléctrico en 2022. Justo cuando luchaba por cortar los lazos con su mayor proveedor de gas fósil, Rusia, enfrentó los niveles más bajos de energía hidroeléctrica y nuclear en dos décadas que creó un déficit equivalente a 7% de la demanda total de electricidad en 2022.
Las energías renovables se posicionan en la UE
El crecimiento récord de las energías renovables (eólica y solar) en la UE ayudó a amortiguar el déficit hidroeléctrico y nuclear. La generación solar fue la que más rápido aumentó, con una expansión récord de 39 teravatio-hora (+24 %) en 2022. Casi el doble de su récord anterior, lo que ayudó a evitar 10.000 millones de euros en costos de gas. Veinte países de la UE establecieron nuevos registros solares en 2022.
La menor demanda de electricidad también ayudó a reducir el déficit. La demanda de electricidad de la UE cayó un 7,9 % en el último trimestre de 2022 en comparación con el mismo período del año anterior (-56 TWh). Una escala cercana a la caída del 9,6 % (-61 TWh) observada en el segundo trimestre de 2020 cuando se impusieron bloqueos en gran parte de Europa.
El clima templado fue un factor decisivo, pero las presiones de asequibilidad desempeñaron un papel importante junto con las mejoras en la eficiencia energética y los ciudadanos que actuaron en solidaridad para reducir la demanda de energía. Solo una sexta parte del déficit nuclear e hidroeléctrico se cubrió con carbón.
La generación con carbón aumenta un 7% (+28 TWh) y las emisiones del sector eléctrico de la UE se incrementaron un 3,% (+26 MtCO2) en 2022 en comparación con 2021. Podría haber sido mucho peor. La energía eólica, la solar y la caída de la demanda de electricidad impidieron un retorno mucho mayor al carbón. En contexto, la energía del carbón se mantuvo por debajo de los niveles de 2018. Agregó solo un 0,3% a la generación mundial de carbón.
Europa amortiguó la crisis y las emisiones
La energía del carbón en la UE cayó en los cuatro últimos meses de 2022, un 6% menos. Las 26 unidades de carbón colocadas en espera de emergencia durante el invierno funcionaron a un promedio del 18% de su capacidad. A pesar de importar 22 millones de toneladas de carbón extra a lo largo de 2022, la UE solo usó un tercio. Los países están tan comprometidos con la eliminación gradual del carbón como lo estaban antes de la crisis.
Quizás lo más sorprendente es que la generación de gas se mantuvo casi sin cambios (+0,8%) en 2022 en comparación con 2021, a pesar de los precios récord. El gas fósil generó el 20% de la electricidad de la UE en 2022, frente al 19% del año anterior. Esperan que esta tendencia cambie drásticamente en el próximo año.
Las últimas indicaciones de la industria sugieren que en 2023, la transición de la UE a las energías renovables (eólica y solar) se acelerará en respuesta a la crisis energética, mientras que la hidroeléctrica y la nuclear francesa se recuperarán. Ember estima que la generación fósil podría caer un 20% en 2023, el doble del récord anterior de 2020.
La generación a carbón caerá, pero la generación a gas, que se espera siga siendo más cara que el carbón hasta 2025, caerá un poco más rápido.