Las energías renovables y limpias han desplazado a la de los combustibles fósiles como mayores empleadores. Las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía prevén que la demanda continuará creciendo. Pero la escasez de mano de obra calificada puede ser un gran obstáculo para su crecimiento.
La segunda edición del ´Informe sobre el empleo en el sector de la energía en el mundo´ (WEE 2023) muestra que el número de puestos de trabajo en el sector energético mundial aumentó en 2022. Porducto de la creciente inversión en tecnologías limpias en todas las regiones. Registró un incremento de 3,5 millones con relación a los niveles anteriores a la pandemia de Covid19. La fuerza laboral global superó los 67 millones de personas.
El informe monitorea la evolución del empleo en la industria energética a nivel mundial. Considera diferentes aspectos: como el tipo de combustible, tecnología, sector y región. Además, ofrece proyecciones hasta 2030 sobre las necesidades de empleo. También sugiera políticas que podrían contribuir a la formación y retención de una fuerza laboral cualificada durante la transición energética.
«La aceleración sin precedentes que hemos visto en las transiciones hacia energías limpias está creando millones de nuevas oportunidades de empleo en todo el mundo, pero no se están cubriendo con la suficiente rapidez».
Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE.
Energía limpia ascenso
La inversión en energía limpia creció un 40% en los últimos dos años. Generando una fuerte demanda por parte de las principales empresas de energía para atraer más trabajadores a los sectores limpios. Las energías limpias crearon 4,7 millones de empleos a nivel mundial, para un total de 35 millones. Desde el 2021 el empleo en energías limpias supera al de los combustibles fósiles.
Más de la mitad del crecimiento del empleo en este periodo se atribuye a cinco sectores: energía solar fotovoltaica, eólica, vehículos eléctricos (EV) y fabricación de baterías, bombas de calor y minería de minerales críticos. Estos cinco sectores emplean actualmente alrededor de 9 millones de trabajadores.
La energía solar fotovoltaica es el sector más grande, con aproximadamente 4 millones de puestos de trabajo. La fabricación de vehículos eléctricos y sus baterías fue la principal fuente de crecimiento. Suma más de 1 millón de puestos de trabajo a nivel mundial desde 2019. Con un crecimiento de 2,6 millones de puestos de trabajo desde 2019, muchos de los nuevos empleos se encuentran en la construcción y la fabricación. Representa más de la mitad de los empleos en el sector energético en la actualidad.
Se recupera trabajo en los fósiles
Los empleos en combustibles fósiles se recuperaron lentamente después de los despidos en 2020. Se mantienen alrededor de 1,3 millones por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, con un total de 32 millones. El crecimiento más moderado deja a los combustibles fósiles por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. Pese a que las compañías de petróleo y gas lograron ingresos récord en 2022.
En algunas áreas, como India, Indonesia y Medio Oriente, se observó un aumento en el empleo en combustibles fósiles por encima de los niveles de 2019. En las regiones donde se registraron disminuciones en los empleos relacionados con los combustibles fósiles entre 2019 y 2022, la energía limpia compensó estas pérdidas. Excepto en Rusia y el norte de África.
Los trabajadores del sector del petróleo y el gas enfrentan desafíos de transición laboral a largo plazo. Desde 2019, se observa una reducción de 150.000 empleos en el suministro de petróleo. El sector del gas natural, en cambio, experimentó un aumento de 350.000 puestos de trabajo, impulsado por el crecimiento del gas natural licuado (GNL). Es el único combustible fósil que ha recuperado los niveles de empleo previos a la pandemia en 2022.
Las proyecciones futuras de empleo en el sector del petróleo y el gas varían según el ritmo de la transición. Con las políticas actuales, se espera un aumento de casi 300.000 trabajadores para 2030. Pero en un escenario de emisiones netas cero (NZE), el empleo cae en más de 2.5 millones de puestos de trabajo.
Liderazgo de China
China actualmente tiene la mayor fuerza laboral del sector energético, con casi el 30% del total mundial. Experimentó el mayor reequilibrio durante el período 2019-22: los empleos en energías limpias crecieron en 2 millones y los relacionados con los combustibles fósiles disminuyeron en 600.000, principalmente en el sector del carbón.
En la actualidad, el 60% de la fuerza laboral energética de China está empleada en sectores limpios. En comparación con poco más del 50% en 2019. El desarrollo de la fabricación de tecnologías limpias en China ha sido una fuente importante de crecimiento del empleo. Los sectores de fabricación de energía limpia en China emplean a aproximadamente 3 millones de trabajadores. Lo que representa el 80% de los empleos de fabricación de baterías solares fotovoltaicas y vehículos eléctricos a nivel mundial.
Falta mano de obra calificada
Ante la creciente demanda, la escasez de mano de obra calificada es un problema que afecta al sector de energías limpias. Es el caso, en particular, de los trabajadores de formación profesional, como electricistas especializados en trabajos del sector energético, profesionales de la ciencia, la tecnología y la ingeniería. Se necesitan trabajadores altamente capacitados. El 36% de los empleos se encuentran en ocupaciones altamente calificadas, en comparación con el 27% en la economía en general.
Las tasas de vacantes de empleo en el sector de la energía han estado aumentando en muchos países, lo que evidencia la escasez de mano de obra. Las ocupaciones de construcción, que representan casi la mitad de los nuevos empleos relacionados con la energía, enfrentan una escasez particularmente aguda. Lo que limita la disponibilidad necesaria para instalar tecnologías de energía limpia y modernizar edificios.
Una encuesta realizada por la Agencia Internacional de Energía a más de 160 empresas de energía indica que los puestos de trabajo de instalación y reparación son los más difíciles de cubrir debido a la falta de conocimientos específicos del sector. Es necesario desarrollar una fuerza laboral local suficientemente numerosa y calificada. La mayoría de los empleos en energía están vinculados al lugar donde se desarrollan las instalaciones. Actualmente, aproximadamente el 60% de los empleos en energía no se pueden deslocalizar.
Acelerar capacitación
El número de trabajadores con títulos o certificaciones relevantes para el sector energético no está aumentando lo suficientemente rápido como para satisfacer la creciente demanda. La concesión de certificaciones relevantes para la energía, como electricistas y técnicos de calefacción, se ha estancado en Estados Unidos y la Unión Europea. Se prevé que los empleos que exigen estas certificaciones crezcan alrededor de un 8% anual hasta 2030 en una trayectoria neta alineada con cero emisiones. Los programas de capacitación en energía limpia están cada vez más disponibles. Pero los gobiernos deben abordar los costos directos e indirectos que soportan los trabajadores que buscan reciclarse si se quiere cerrar la brecha.
Cultivar una reserva de mano de obra calificada debe considerarse un pilar estratégico clave para las regiones que buscan ser competitivas en las nuevas industrias de energía limpia. Igual que atraer a más mujeres, apenas representan el 15% de la fuerza laboral energética en la actualidad.
«Los gobiernos, la industria y las instituciones educativas deben poner en marcha programas que proporcionen los conocimientos necesarios en el sector energético para seguir el ritmo de la creciente demanda, en particular para fabricar y construir los proyectos de energía limpia necesarios para cumplir nuestros objetivos energéticos y climáticos.»
Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE
Reciclar mano de obra calificada
El informe de la Agencia Internacional de Energía afirma que muchos trabajadores de combustibles fósiles tienen las habilidades necesarias para trabajar en el sector de energías limpias. Se estima que la mitad de los trabajadores que enfrentan riesgos de despido en esta década tienen las habilidades que demandan los crecientes sectores de energía limpia. Muchos podrían cambiar a nuevos roles con alrededor de cuatro semanas de capacitación. Por ejemplo, los trabajadores de la calefacción con combustibles fósiles podrían pasar a bombas de calor y los trabajadores de la fabricación de motores de combustión interna podrían pasar a la fabricación de vehículos eléctricos. Gran parte de esta capacitación se puede realizar en el trabajo y dentro de las empresas que realizan la transición.
En el caso de los trabajadores del petróleo y el gas tienen habilidades relevantes para los sectores de energía eólica marina, hidrógeno y captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS). Aunque enfrentan riesgos de transición menos inmediatos, la disminución a largo plazo de la demanda de combustibles fósiles ya está dando forma a las tendencias laborales en la industria. Algunas empresas de petróleo y gas natural están diversificando sus carteras hacia otros sectores energéticos, lo que podría protegerlos contra los riesgos de retención de habilidades. En el escenario de emisiones netas cero para 2050, el crecimiento del empleo en hidrógeno, CCUS, geotermia y biocombustibles y procesamiento de biogás casi compensa las disminuciones en el negocio principal de petróleo y gas hasta 2030.
El riesgo de transición es particularmente grave para los mineros del carbón en los países emergentes y en desarrollo. La fuerza laboral proveedora de carbón se redujo en 225.000 puestos de trabajo entre 2019 y 2022 y se espera que se contraiga aún más en 1.4 millones de puestos de trabajo para 2030.
Una oportunidad
No obstante, el análisis del informe concluye que las políticas específicas de recapacitación y apoyo comunitario para las regiones carboníferas en declive pueden ayudar a transferir a estos trabajadores a otros sectores, como los minerales críticos. El análisis revela que en los últimos tres años se crearon más de 180.000 puestos de trabajo en la minería de minerales críticos, y que el 40% de los mineros de carbón actuales trabajan dentro de un radio de 200 kilómetros de un depósito de minerales críticos.
En todos los escenarios analizados por la Agencia Internacional de Energía, se espera que el sector energético experimente un crecimiento neto del empleo hasta 2030. Para evitar la escasez de habilidades, es necesario que los responsables de las políticas presten más atención y maximicen los beneficios de los nuevos empleos creados.
Con las políticas actuales, se prevé que se creen 8 millones de empleos en energías limpias para 2030. Los empleos relacionados con los combustibles fósiles disminuirán en 2.5 millones, lo que representa un aumento neto de 5.7 millones. En un escenario de emisiones netas cero (NZE), el aumento de los empleos en el sector energético hasta 2030 sería aún mayor, llegando a 17 millones.
La escasez de mano de obra calificada, que se está convirtiendo en uno de los principales riesgos para las transiciones energéticas. Para evitarla se considera esencial apoyar a los trabajadores en los sectores de combustibles fósiles en declive y capacitar a los trabajadores necesarios en los sectores de energía limpia. El crecimiento del empleo en el sector energético también presenta una de las mayores oportunidades para obtener el apoyo público para la transición energética.