Por Cambio16
18/2/2018
La expansión de las renovables en Baleares dio su pistoletazo de salida a su carrera jurídica por convertirse en Ley. Pero el camino no será sencillo. El apoyo en el parlamento balear a una consolidación del abastecimiento eléctrico 100% renovable para 2050 tiene sus caminos que sortear. Y, más notable, vaticina un posible choque con el Gobierno central.
La ley climática propuesta el jueves en el parlamento balear plantea importantes compromisos en pro de la expansión de las renovables en Baleares. Destacan objetivos provisionales de electricidad renovable del 10% de suministro para 2020 y del 35% para 2030. Asimismo, el establecimiento de requisitos para que los grandes edificios y aparcamientos nuevos incluyan paneles solares y objetivos progresivos para la industria de alquiler de automóviles hacia una flota 100% eléctrica para 2035.
El proyecto de ley cuenta con un favorable apoyo en la cámara autonómica. Sin embargo, las objeciones locales al impacto visual han frenado con un mayor aceleración. Sin embargo, el punto clave a sortear será sin duda la negativa desde el Ministerio de Energía al cierre de la central de carbón de Es Murterar para el 2025.
Por consiguiente en el Govern balear se preparan para buscar apoyos. Esta semana el conseller Marc Pons y Joan Groizard, director de energía en el gobierno regional, planean reunirse con Miguel Ángel Cañete. El objetivo es lograr a través de él el apoyo de la Unión Europea a su proyecto de expansión de renovables de Baleares. La expectativa es que Cañete, comisionado de clima de la UE y con papel decisivo en la negociación del Acuerdo de París sobre cambio climático, pueda influir en futuras negociaciones. Sin embargo habrá que sopesar si Cañete, siendo miembro del PP, tendrá una postura contraria al Gobierno central.
La piedra de tranca de las renovables en Baleares
La diatriba sobre el destino de Es Murterar es la gran piedra de tranca de las renovables en Baleares. Su desacuerdo se centra en los costos proyectados de la transición. En el corto plazo, se espera que el gas más caro cubra el vacío que queda al desconectar el carbón. Baleares asegura que las plantas de gas existentes tienen la capacidad de aumentar la producción, informa Climate Change News. También hay costos asociados con mantener abierto a Es Murterar. Dos de las cuatro unidades de la planta requerirían actualizaciones para permanecer abiertas más allá de 2020, según las normas de contaminación de la UE. El costo estimado para ello es de 100 millones de euros.
El secretario de Estado para la Energía Daniel Davila, ha dicho que la transición costaría 200 millones de euros. Marc Pons dijo que sería de 10 millones de euros como máximo. Un portavoz del Ministerio de Energía de España dijo que esperaban ver los detalles de la propuesta de Baleares. Pero dejó claro que debería alinearse con la política nacional.
«En Baleares, la diferencia en el costo de la producción de energía está subsidiada e incluida en la factura de electricidad de todos los ciudadanos españoles», dijo el vocero. «Por lo tanto, las diferentes administraciones españolas deben llegar a un consenso sobre la política energética». Si no se resuelve, la disputa puede llegar incluso al tribunal constitucional.
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