Por Joaquín Robles, analista de XTB
El petróleo ha caído más de un 10% desde principios de mes por dos motivos fundamentalmente. El primero ha sido por el cambio en la percepción de los inversores, que tiene miedo. Temen que las progresivas subidas en los tipos por parte de la Reserva Federal provoquen una caída en los beneficios corporativos y en la actividad industrial. El objetivo es mantener la oferta estable.
El segundo factor es que, en contra de lo que pensábamos hace escasas semanas, Arabia Saudí estaría interesada en una caída puntual de los precios. Todo ello a favor de aumentar su producción para satisfacer la demanda y eliminar cualquier sensación de escasez en el mercado. Otro argumento más para mantener la oferta estable.
Mantener la oferta estable
El reino ya ha aumentado la producción de petróleo a 10.7 millones de barriles por día, cerca de un máximo histórico. Y puede aumentar aún más. Se trata de ayudar a cubrir cualquier déficit de suministro debido a las sanciones de EEUU contra la industria energética de Irán.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuenta ahora con la cooperación de Arabia Saudita para frenar los aumentos potenciales de precios. Sobre todo a partir de las sanciones que entrarán en vigor el próximo mes. Hay que recordar que Trump se ha mostrado muy crítico respecto a las subidas del mercado del petróleo durante las últimas semanas. También apuesta por mantener la oferta estable.
El Brent, índice de referencia mundial, ha caído casi un 10% desde un máximo de cuatro años de 86,29 dólares por barril el 3 de octubre. Mientras Arabia Saudita y Rusia han inyectado suministros adicionales y las reservas de EEUU han subido.
Arabia Saudí y el GNL
El ministro de energía de Arabia Saudí ha usado las últimas comparecencias de prensa para atenuar la amenaza del reino de usar el petróleo como un arma política. Se ha amagado con represalias contra posibles sanciones relacionadas con el asesinato de Khashoggi. Las garantías parecen haber funcionado. Los mercados de petróleo se enfocaron más en las reservas de crudo estadounidense que en el posible deterioro de la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí.
Al-Falih dijo que los planes para diversificar la economía continuarán, pero la expansión del petróleo y el gas también seguirá siendo una prioridad. Además de sus inversiones en crudo, Arabia Saudita pretende asociarse en proyectos de gas natural licuado en el extranjero. Quiere comenzar a comercializar GNL en el futuro. El consumo global de gas está creciendo, y la demanda de petróleo se encuentra actualmente en 100 millones de barriles al día.
Acuerdo abierto en la OPEP
En un esfuerzo por mantener la oferta estable y los suministros, Al-Falih afirmó que espera que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios que no forman parte de la OPEP firmen un acuerdo «abierto» en diciembre. El grupo, a veces conocido como OPEC +, acordó a fines de 2016 reducir la producción para eliminar el exceso de oferta y desde entonces ha intervenido para coordinar la producción y equilibrar el mercado.
La OPEP aún no ha reanudado la producción a los niveles que estaba produciendo antes de los recortes de 2017. Las 13 naciones que han sido miembros del grupo a lo largo del período, bombearon 32,4 millones de barriles por día el mes pasado, unos 740,000 barriles por día menos que el nivel en diciembre de 2016. El próximo mes de diciembre se volverán a reunir, y dependiendo de como evolucione el mercado podrían volver a aumentar la producción.
Más noticias en Cambio16