Por Erika Hidalgo López
15/05/2018
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea atenderá esta semana los alegatos de París, Bruselas y Madrid para determinar si estas ciudades pueden impugnar el reglamento sobre las emisiones de NOx (óxidos de nitrógeno) procedentes de vehículos, adoptado por la Comisión Europea y aceptado por los gobiernos nacionales.
Las ciudades presentarán una acción conjunta ante el Tribunal General de la Unión Europea. Exigirán la anulación del reglamento n.° 2016/646 de la Comisión Europea, sancionado en abril de 2016.
La vista tendrá lugar el 17 de mayo de 2018. Y será la primera vez que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea reciba a ciudades como “interesados”. Esto refleja el aumento de autoridad de los centros urbanos. La idea es defender la salud pública y la acción climática, informó el Grupo de Liderazgo Climático C40, en un documento recibido por Energía16.
Alcaldes denuncian que fabricantes de coches presionaron a la Comisión Europea
Los burgomaestres aseguran que la legislación en lugar de hacer cumplir el límite de emisiones de NOx de 80 mg/km que acordó el Parlamento Europeo en 2007, permite exceder el límite de 80 mg/km en un 110% a los modelos nuevos a partir de septiembre de 2017 y a los vehículos nuevos a partir de septiembre de 2019.
Asimismo, el límite de 80 mg/km se podrá seguir excediendo en un 50% a partir de enero de 2020 en el caso de los modelos nuevos y a partir de enero de 2021 en el caso de los vehículos nuevos.
Los alcaldes argumentan que la Comisión Europea, fue sometida a una intensa presión. Los fabricantes de automóviles hicieron un incesante lobby. Finalmente se les otorgó tiempo para que se adaptaran de forma gradual a las nuevas normas relativas a las emisiones en condiciones reales.
El reglamento, que se aprobó poco después de que estallara el escándalo “Dieselgate”, especifica el valor límite de emisiones de NOx que pueden emitir los vehículos con motor diésel en las pruebas de emisiones en condiciones reales de conducción.
Legislación sobre emisiones de NOx es una licencia para contaminar
Los abogados que representan a las ciudades argumentarán que estos límites son, según la alcaldesa parisina Anne Hidalgo, una “licencia para contaminar”. Y están un paso atrás en la legislación medioambiental europea que se había diseñado para proteger la salud pública y mejorar la calidad del aire.
Con el tiempo, este reglamento se considerará una “traición al Acuerdo de París”. Demostrará que no fue posible lograr la transición hacia vehículos más limpios. Y que no fue popsible alcanzar el cambio necesario para frenar el cambio climático.
Si esta acción conjunta tiene éxito, se volverá a implantar el reglamento de 2007. Explican que en el derogado reclamento se estipulaba un límite de emisiones de NOx de 80mg/km.
En marzo de 2016, cuando la Comisión Europea debatía este reglamento, alcaldes y alcaldesas de catorce ciudades de la Unión Europea instaron a sus gobiernos a “dar prioridad la salud de los ciudadanos por encima de la de los lobbies”. Además, una petición pública logró más de 130 000 firmas. Las ciudades eran Ámsterdam, Atenas, Barcelona, Bruselas, Bucarest, Budapest, Copenhague, La Valeta, Lisboa, Madrid, Milán, Nicosia, Oslo, París, Riga, Róterdam, Sofía, Estocolmo, Varsovia y Viena.
Autoridades de las ciudades reclaman salud para el futuro
“La acción conjunta de los alcaldes de París, Bruselas y Madrid revela el protagonismo de las ciudades. Sobretodo por el conocimiento que tienen de los problemas ciudadanos. Por tanto, las ciudades son las principales defensoras de sus causas,” comentó Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid.
“Los centros urbanos tienen que ser un reducto de conciencia. Nos jugamos mucho. Por eso es tan necesaria la coherencia y la valentía. Hablamos de la salud y del futuro no solo de las grandes urbes, sino del planeta. Confío en que esta iniciativa sea la primera, de muchas, de los gobierno locales, unidos para conseguir un mundo sostenible”.
“Los ciudadanos de París y de las ciudades de todo el mundo exigen aire limpio para respirar, dijo Anne Hidalgo, alcaldesa de París y presidenta de C40.
“Sería una traición a la gente que los fabricantes de automóviles y los lobbies industriales puedan dictar las reglas. Sobretodo referidas a productos más contaminantes. Continuaremos desarrollando medidas en París. Queremos garantizar que nuestros ciudadanos puedan respirar aire puro, y mis compañeros alcaldes, de las ciudades de C40 harán lo mismo.
Necesitamos que la Unión Europea nos apoye, no brinde protección reglamentaria a la contaminación del aire. Me enorgullece estar al lado de los alcaldes de Madrid y Bruselas en nombre de millones de personas. Queremos decir que nuestras voces no pueden ser silenciadas por más tiempo.”