Arabia Saudí no provocará un embargo petrolero similar al que desató la guerra de Yom Kipur en 1973, a pesar de toda la tensión política que recae sobre el país árabe tras la desaparición y asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.
«No existe la intención», respondió el ministro de energía de Arabia Saudí, Khalid al-Falih, al ser cuestionado por periodistas sobre esta hipotética situación.
Durante el último fin de semana, varios legisladores estadounidenses asestaron duras críticas contra el príncipe heredero de la corona saudí, Mohammed bin Salman. Las acusaciones señalaban al hijo del rey Salman bin Abdulaziz como autor intelectual del asesinato.
Los comentarios cobraron aún más peso tras las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. A pesar de que no hizo una acusación concreta, opinó que «hubo engaños y mentiras» en las justificaciones ofrecidas desde Riad.
En este contexto, algunos parlamentarios estadounidenses propusieron la imposición de sanciones a Arabia Saudí. En contraparte, desde Riad advirtieron que tomarían «represalias con medidas mayores» ante cualquier medida en su contra.
Arabia Saudí es uno de los productores de crudo más grandes del mundo y el mayor exportador. Por lo tanto, cualquier tipo de sanción afectaría de inmediato el mercado petrolero.
Por este motivo, Falih aclaró que Arabia Saudí no provocará un embargo petrolero, con la intención de calmar los ánimos y el mercado.
«Este incidente pasará. Pero Arabia Saudí es un país muy responsable, durante décadas usamos nuestra política petrolera como una herramienta económica responsable y la aislamos de la política», resaltó el funcionario.
Arabia Saudí no provocará un embargo petrolero ante riesgo macroeconómico
La volatilidad en los precios del crudo crea desbalances importantes en el mercado mundial, lo que repercutiría directamente en la economía de decenas de países.
En este sentido, Falih se compromete a trabajar en función de evitar este panorama. «Mi papel como ministro de energía es implementar el papel constructivo y responsable de mi Gobierno y estabilizar los mercados de energía del mundo en consecuencia, contribuyendo al desarrollo económico global», dijo.
De acuerdo con comentarios del director general del canal Al Arabiya, Turki Aldakhil, publicados en su columna, imponer sanciones a Riad podría «provocar un desastre económico mundial». Sus estimaciones indican que el petróleo podría subir a 200 dólares por barril.
Precedente de 1973
La última vez que ocurrió un caso parecido fue en 1973. La crisis petrolera producida por la guerra de Yom Kipur disparó los precios del crudo a niveles sin precedentes.
En aquella oportunidad, la Organización de Países Exportadores de Petróleo tomó la decisión de excluir del mercado a todos los países que apoyaron a Israel durante el conflicto bélico dejó a Estados Unidos y Europa Occidental sin posibilidad de comprarle petróleo al cártel, lo que generó un déficit masivo de oferta y disparó los precios, además de desacelerar la economía de las principales potencias mundiales.
La eficiencia del bloqueo no resultó evidente, ya que los precios más altos llevaron al desarrollo de nuevas regiones petroleras fuera de Oriente Próximo y fomentaron las energías alternativas. Riad se ha abstenido de usar el petróleo como arma directa desde entonces. Por eso afirma que Arabia Saudí no provocará un embargo petrolero
«Si los precios del petróleo suben demasiado, se desacelerará la economía mundial y se provocará una recesión global. Y Arabia Saudí ha sido coherente en su política. Trabajamos para estabilizar los mercados globales y facilitar el crecimiento económico mundial. Esa política ha sido consistente durante muchos años», dijo Falih.
Con información de Reuters
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