Por Joaquín Robles, analista de XTB
Es la pregunta que muchos inversores se hacen. ¿Llegará el petróleo a 100 dólares por barril? Sobre todo después de la reciente subida de los precios. Aunque depende de muchos factores, se trata de una barrera psicológica que el mercado se ha marcado en el horizonte.
La última vez que el petróleo cotizó por encima de 100 dólares por barril fue a principios de septiembre del año 2014. A partir de ese momento, el exceso de oferta precipitó una caída en los precios.Este descenso llegó a perforar los 30 dólares a principios del año 2016. Fueron los productores americanos con la novedosa técnica del fracking los que inundaron el mercado. Con la mayor oferta se precipitó este desplome en los precios.
Durante esos años EEUU pasó de ser un país que necesitaba importar para satisfacer sus necesidades de producción, a ser autosuficiente. De esta manera, volvía a exportar después de más de tres décadas sin hacerlo. El desplome del petróleo también hizo tambalear los mercados de renta variable. Los inversores entienden que una reducción de demanda se traduce en una menor actividad industrial y un menor crecimiento.
Recuperación de los precios
Pero ¿cuáles son las principales razones que han impulsado la recuperación de los precios en los últimos dos años? En primer lugar, la interrupción de los productores norteamericanos. Fundamentalmente porque la novedosa técnica del fracking es un método de extracción muy caro. En consecuencia, necesita de unos precios más altos para ser rentable. También influyó notablemente el acuerdo entre los principales países de la OPEP y Rusia.
Este acuerdo al principio no gozó de la credibilidad de los inversores. Sin embargo, el paso del tiempo ha servido para poner de manifiesto la unidad de los miembros de la OPEP. Los recortes han logrado limitar el mercado de la oferta, mientras que la demanda ha permanecido constante. En estos momentos nos encontramos en un escenario en el que la OPEP y sus socios está tratando de aumentar la producción de petróleo. Y lo intentar hacer sin que tenga un impacto negativo en los precios.
La última subida ha venido precedida de las nuevas sanciones a Irán impuestas por los EEUU. También por la reducción en la producción en Venezuela, al no poder frenar su grave crisis política y económica. Un mes antes de que se iniciaran las sanciones a Irán, sus principales clientes le han dejado de comprar petróleo. El país del Golfo Pérsico es el tercer mayor productor de la OPEP y el quinto a nivel mundial. Una drástica reducción en la producción afecta notablemente al mercado del petróleo.
100 dólares por barril
Con este escenario y con un aumento de la demanda estacional, los precios podrían superar los 90 dólares. De ahí la especulación sobre los 100 dólares por barril. Sin embargo, para ello, los principales productores deberían mantener su oferta constante. A pesar de la subida en los precios, los productores norteamericanos no han reactivado el fracking de forma masiva. Esto constituye una de las grandes amenazas para los que piensan que los precios van a seguir subiendo.
Mientras que los miembros de la OPEP y sus socios hablan de compensar la reducción de oferta que han provocado las sanciones de Irán, todavía no hay acuerdo. Y es que, por un lado, no tantos países tienen la capacidad productiva para extraer mucho más. Y, por el otro, a muchos de los socios les interesan unos precios lo más altos posibles.
Todas estas razones nos hacen pensar que llegar a los 100 dólares por barril antes de que finalice el año es una tarea complicada. Aunque se mantengan constantes todas las variables que han ayudado al incremento en los precios, el crecimiento económico no se tiene que ver amenazado. La demanda tiene que permanecer constante y los productores deben mantener sus niveles de producción. Y ahí es donde vemos la mayor amenaza. Un aumento en la producción podría servir para apuntalar unas economías que se han visto afectadas negativamente durante los últimos años a causa de las caídas.
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