La energía eólica es una fuente importante de energía renovable que ayuda a reducir las emisiones de carbono, pero desafortunadamente las turbinas y el desarrollo de infraestructura pueden dañar la vida silvestre y su hábitat. Sin embargo, no todo está perdido. Es posible que no sea necesario elegir entre la energía eólica y la biodiversidad. La ciencia está trabajando en alternativas que consideren y eviten el impacto de esta tecnología.
Siendo uno de los tipos de energía más ecológicos, la construcción de parques eólicos constituye una necesidad para reducir la huella de carbono. Pero, si estas instalaciones causan la muerte de pájaros y murciélagos, se plantea un conflicto de sostenibilidad climática y sostenibilidad biológica. Entonces, la pregunta es clara: ¿Hay alguna manera de desarrollar la energía eólica que no dañe la vida silvestre?
Una alternativa creciente
Se estima que para el años 2050 las turbinas eólicas contribuirán con más del 20% del suministro mundial de electricidad. Sin embargo, la rápida expansión de los parques eólicos ha generado preocupaciones sobre el impacto de los generadores eólicos en la vida silvestre. Hasta ahora la investigación al respecto ha sido limitada y con resultados contradictorios. Un reciente estudio publicado en Energy Science proporciona datos completos sobre cómo las turbinas afectan las poblaciones de aves.
La investigación encontró un efecto negativo en algunas aves, pero también sugiere formas de mitigar ese efecto a través del diseño y la colocación de turbinas eólicas. La profesora Madhu Khanna, especialista en economía agrícola y del consumidor en la Facultad de Ciencias Agrícolas, de la Universidad de Illinois, coautora del estudio, determinó que había un impacto negativo de e pájaros perdidos por cada turbina dentro de los 400 metros de un hábitat para pájaros. «El impacto se desvaneció a medida que aumentaba la distancia», afirmó
Un fuerte impacto a la vida silvestre
En general, los investigadores estiman que alrededor de 150.000 aves son afectadas cada año por turbinas eólicas en Estados Unidos. Esto incluye efectos directos e indirectos. Es decir, toma en cuenta las colisiones de aves con turbinas, así como cambios en el hábitat de las aves debido a las perturbaciones del viento y otros factores. Los efectos varían para cada tipo de ave. Al observar específicamente las aves de pastizales, los investigadores encontraron menos impactos negativos que para otros tipos de aves.
Los investigadores analizaron datos sobre turbinas eólicas, aves reproductoras, uso de la tierra y clima en Estados Unidos durante un período de 6 años. El estudio incluyó 1.670 turbinas eólicas y 86 rutas de observación de aves en 36 estados entre 2008 y 2014.
Menor efecto del esperado
«Comparamos las rutas de las aves que estaban cerca de las turbinas con las que estaban más lejos, lo que permite identificar de manera más fácil y precisa el impacto de la turbina, mientras controlamos otros factores no observables», explica Ruiqing Miao, profesor asistente de economía agrícola en la Universidad de Auburn, en Alabama, y autor principal del estudio.
Los impactos negativos en las aves identificadas son más bajos que las estimaciones de otros estudios realizados en una escala más pequeña. Esta investigación utiliza un gran conjunto de datos durante un período más largo y produce información más sistemática y precisa.
Los investigadores encontraron que el tamaño de la turbina eólica y la longitud de las palas hacen la diferencia. Las turbinas más altas y las palas más cortas reducen el impacto en las aves. Otros estudios han encontrado que la altura de la turbina se correlacionó negativamente con el recuento de aves. Pero en este análisis se separó la altura de la longitud de la pala y se descubrió que la longitud era el factor más importante.
Información para futuros proyectos
Los hallazgos del estudio se pueden usar para tomar las decisiones sobre la colocación y el diseño de la turbina eólica. Debido a que el impacto en las aves disminuye a medida que aumenta la distancia, los investigadores sugieren que las turbinas eólicas se coloquen fuera de una zona de amortiguamiento de 1.600 metros de hábitats de aves de alta densidad. También recomiendan que las turbinas sean más altas y menor longitud de pala.
Khanna señala que las decisiones de política con respecto a la energía eólica deben considerar la compensación entre la energía sostenible y las poblaciones de aves. «Ninguna tecnología es solo sea beneficiosa y sin consecuencias negativas, pero se puede minimizar el efecto haciendo los ajustes recomendados», agregó.
El caso de España
En España, el rápido desarrollo de la energía eólica ha dado pie a una creciente diatriba acerca del efecto de los parques en la vida silvestre. Una de las organizaciones más activas ha sido SEO/BirdLife. Un grupo que viene trabajando desde hace varios años en prevenir o reducir la mortalidad de las aves que colisionan con las palas de los aerogeneradores. De hecho, publicaron una guía para mejorar la evaluación del impacto ambiental.
De acuerdo con esta organización, en España la instalación de muchos parques eólicos en la zona del Estrecho de Gibraltar ha implicado la mortalidad de miles aves al año en su paso migratorio entre África y Europa.
Alto impacto
En un estudio de los impactos de los parques eólicos de la SEO/BirdLife se destaca que las especies más afectada son las aves y los murciélagos. Los principales efectos son los siguientes:
- Colisiones. Se dan cuando las aves o murciélagos no consiguen esquivar las aspas de los aerogeneradores o líneas eléctricas de evacuación.
- Molestias y desplazamiento. Se producen debido al ruido, el electromagnetismo y las vibraciones que provocan, así como el trasiego de personas o vehículos los durante las obras.
- Efecto barrera. Suponen una obstrucción al movimiento de las aves, ya sea en las rutas de migración o entre las áreas que utilizan para la alimentación y descanso.
- Destrucción del hábitat. La ocupación de zonas de terreno por los parques eólicos supone que ya no estén disponibles para las aves, o que sufran una degradación importante.
- Impacto paisajístico. El efecto visual que conlleva genera un gran rechazo social.
- Ruido. Producido por los componentes del aerogenerador, tanto por los mecánico como por los aerodinámicos.
Posibles soluciones
Los impactos pueden reducirse mediante una adecuada planificación del sector eólico que evite la instalación de aerogeneradores en las zonas más sensibles como son las rutas migratorias, zonas húmedas importantes para la invernada, áreas importantes para la conservación de las aves o zonas de especial protección para las aves. Sin embargo, a juicio de SEO/BirdLife, resulta mucho más efectivo eliminar aquellos elementos que representan la mayor causa de la mortalidad.
Atendiendo el impacto y con la idea de eliminar las palas de los aerogeneradores nació Vortex Bladeless, una empresa española de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías. En los últimos años, la empresa ha ganado varios premios por el desarrollo de un prototipo de aerogenerador sin palas.
Se trata de un cilindro vertical semirrígido, anclado al suelo y diseñado para entrar en resonancia con los remolinos que se desprenden en su estela. La energía absorbida por la estructura es transformada en energía eléctrica con un mecanismo convencional de inducción electromagnética que no requiere de aceites. SEO/BirdLife asegura que este tipo de tecnología contribuiría a reducir significativamente el impacto negativo del desarrollo de la energía eólica sobre la vida silvestre.
Lea también: