Rafael González Sánchez, Director General de Energía Renovables de Endesa

Endesa quiere liderar la transición a un modelo renovable, sostenible y justo que no deja a nadie atrás.

La compañía energética va por delante en los plazos de descarbonización previstos en su plan estratégico, que establece el cierre de las centrales térmicas de carbón y la inversión en energía verde. Energías renovables, electrificación, innovación y sostenibilidad son sus bases para conseguir la descarbonización. Con este objetivo, la compañía impulsa la electrificación del consumo, tanto empresarial como doméstico, y del transporte, apostando por la innovación y las nuevas tecnologías que ofrecen la digitalización y la inteligencia artificial.

Frente a la Unión Europea

En 2030, el 74% de la energía eléctrica procederá de fuentes renovables, un objetivo más ambicioso que los planteamientos de la Unión Europea. ¿Cómo afronta Endesa este reto?

La transición energética tiene varios ejes que la vertebran. Uno de ellos es producir electricidad con renovables con el respaldo de tecnologías no emisoras. Endesa está liderando el desarrollo de renovables, a través de su división de renovables Enel Green Power España, y de otras tecnologías y servicios que son necesarios para gestionar un mercado eléctrico intensivo en renovables aportando flexibilidad y firmeza.

Otro de los ejes es electrificar los consumos energéticos que a día de hoy se satisfacen con combustibles emisores. Endesa está liderando la transformación del transporte hacia la movilidad eléctrica y la electrificación de múltiples consumos en los hogares, pymes e industrias.

Endesa asume el reto

El fin del carbón ha acelerado los planes de descarbonización. ¿Cómo asume la compañía el cierre de sus centrales?

La descarbonización la asumimos en Endesa con un compromiso de liderazgo de la transición energética hacia un modelo sostenible y justo. En los emplazamientos de las centrales o en sus proximidades estamos desarrollando proyectos de renovables y en aquellos donde esto no es viable, por no disponibilidad de recurso, estamos apoyando otras iniciativas de desarrollo socioeconómico con emprendedores locales, lo que denominamos el proyecto Future, en las que se priorizará la sostenibilidad y la creación de empleo.

Hacia fuentes limpias

La transformación energética hacia fuentes limpias exige una electrificación de la demanda y un nuevo concepto de transporte y movilidad. ¿Es posible avanzar al ritmo que se requiere?

Junto con la generación renovable, la electrificación es clave para la transición hacia una economía descarbonizada. Endesa está apostando por la electrificación del transporte con un ambicioso plan de instalación que presentó a finales del año pasado y supone una inversión de 65 millones de euros con el objetivo de instalar 8.500 puntos de recarga en lugares de acceso público hasta 2023.

Sin embargo, no se producirá la electrificación de la demanda de energía o del transporte al ritmo necesario, en tanto la tarifa eléctrica actúe como hasta ahora, convirtiéndose en una auténtica barrera.

Una tarifa bien diseñada e inteligente puede dar la señal al consumidor para incrementar el consumo de electricidad a muy bajo coste, aprovechando momentos de exceso de generación renovable y sobre todo situaciones en los que la red de electricidad está siendo poco utilizada.

Adicionalmente deben eliminarse de la tarifa los cargos que no tienen que ver con el suministro eléctrico. Es necesario revisar la fiscalidad energética para que todos los vectores energéticos compitan en paridad.

Nuevo atractivo de las renovables

Después de años de paralización, las renovables despegan y su atractivo contagia a todos los operadores energéticos. Endesa quiere invertir 1.000 millones cada año en renovables hasta 2030. ¿Cómo se reflejará en el nuevo plan estratégico?

Endesa quiere liderar la implementación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Estamos revisando nuestros objetivos de crecimiento de renovables, que se incrementarán de manera significativa en nuestro nuevo plan estratégico que publicaremos antes de final de año. España es uno de los países de Europa donde las energías renovables son más competitivas.

Los pilares de nuestro Plan Estratégico que nos diferencian son la innovación y la sostenibilidad. Trabajamos en todas las fases de los proyectos en coordinación con las comunidades locales en la identificación e implementación de propuestas de creación de valor compartido. Nuestro plan actual contempla un crecimiento medio anual del entorno de 1.000 MW de nueva potencia instalada en renovables.

Ya en este año 2019 estamos construyendo 880 MW (540 MW eólicos y 340 MW fotovoltaicos) procedentes de las subastas de años anteriores, que confiamos en poner en marcha antes del 31 de diciembre, cumpliendo con nuestros compromisos. Estamos construyendo una sólida cartera de proyectos de calidad en fase de desarrollo, que unido a la experiencia y conocimiento de nuestros equipos de ingeniería, construcción y operación, nos permitirá afrontar los retos de un plan estratégico más ambicioso.

Endesa frente al gran desafío

¿Está preparada la red para asumir este desafío? ¿Qué hay que hacer para paliar los déficits de una red saturada?

La red de transporte, en el horizonte 2030, no es el cuello de botella, salvo en algunas regiones concretas como Andalucía, donde faltan algunos ejes. Necesitamos instalar unos 55 o 60 GW de potencia de energía renovable y con los criterios técnicos actuales, que son muy conservadores y están en revisión, ya se ha otorgado acceso a 82 GW. Sin necesidad de invertir en red y actualizando los criterios esa cantidad se multiplicará considerablemente. Además, hoy en día la red está infrautilizada por las bajas horas de utilización de las tecnologías renovables, pero tenemos herramientas como la hibridación de tecnologías o la sobrepotenciación que permiten vehicular aún más energía renovable sobre la misma red. Solo falta buscar la vía regulatoria para permitir esto.

Tanto en un caso como en otro es necesario agilizar la gestión relacionada con la tramitación, los procesos de acceso, procesos de conexión que afectan a los gestores de redes y a las administraciones autonómicas y central.

Si bien tenemos capacidad de acceso a la red suficiente, se están adoptando comportamientos especulativos (de acaparamiento de capacidad sin voluntad de impulsar los proyectos). Es necesario implantar la normativa que frene estos comportamientos especulativos, auténticas barreras para el desarrollo acelerado de la generación renovable.

En rol de la financiación

Los inversores apuestan por el mercado de la energía. ¿Será más fácil lograr financiación para la construcción de infraestructuras?

Las energías renovables han ganado muchísima competitividad y hay una apuesta y necesidad clara de invertir en ellas. Esto naturalmente atrae con más facilidad la inversión. Sin embargo, no debe cometerse el error de considerar que la inversión en renovables es una inversión puramente financiera. Gestionar la integración en el sistema de cuotas de renovables como las que queremos alcanzar tiene algunos riesgos. Hay que tener capacidades “industriales” de este sector de la energía eléctrica para gestionarlos.

Los inversores deben financiar proyectos renovables que incluyan socios industriales capaces de gestionar los desafíos que pueden presentarse.

Al mecanismo de subasta se añade con fuerza los contratos bilaterales. ¿En qué consisten y qué aportan los acuerdos PPA?

Un PPA es un acuerdo de compraventa de energía a largo plazo. Proporciona a ambas partes estabilidad en el precio de la energía de ese contrato, pero utilizando el mercado de producción como referencia del precio. Con la posibilidad de firmar estos contratos a largo plazo y la bajada del coste de las tecnologías renovables las subastas son innecesarias ya que no aportan seguridad adicional al precio y se convierten en un elemento distorsionador que frena el desarrollo a mercado de la generación renovable.

La mera mención de que se iban a realizar nuevas subastas de renovables por parte del regulador hace un año paralizó durante bastantes meses el desarrollo de los nuevos proyectos de generación renovable, los cuales se mantuvieron a la espera de la convocatoria de las supuestas subastas.

Confiabilidad del sistema

¿Cómo estabilizar un sistema cuya capacidad depende de que haya sol o viento?

Necesitamos una combinación de herramientas:

• Potencia firme que esté disponible cuando se produzca la punta de demanda en ausencia de generación renovable. Esto requiere que haya un mercado de capacidad que remunere esta firmeza.
• Necesitamos herramientas de flexibilidad. Entre ellas es clave la gestión de la demanda, a través, por ejemplo, de los agregadores, que puedan estar disponibles para reducir su consumo cuando el sistema lo requiera.

Endesa frente al futuro de la eólica

¿Son los parques híbridos el futuro de la eólica?

Con la hibridación hay cierta confusión que conviene aclarar. Un sistema renovable observado a gran escala tiene que ser por definición híbrido, en el sentido de incorporar diferentes tecnologías con distintos perfiles que hagan que la producción agregada del sistema se ajuste más al perfil  de consumo. Cuando hablamos de parques híbridos añadimos un matiz adicional. No es solo deseable que el sistema en su conjunto tenga distintas tecnologías renovables, sino que en un emplazamiento o en sus proximidades, si es apto para ello, haya varias tipos de tecnologías renovables y no renovables. Cuando esto es así, lo que conseguimos es utilizar mejor las redes.

La red pública (ya sea la de transporte o distribución) o las redes privadas que tiene que desarrollar el generador se aprovechan más (se utilizan más horas). De otro modo sólo se utilizan las 1.800 horas de sol o las 3.000 de viento, mientras que con la hibridación pueden subir a 4.000 horas. Es decir, la hibridación supone un ahorro, sobre todo en desarrollo de redes, a la vez que con la red disponible se puede incorporar un mayor volumen de generación renovable.

Es posible que una de las principales dificultades radique en el almacenamiento y sus limitaciones. ¿Cómo gestionar el excedente de producción?

Todavía no tenemos excedente de producción renovable, pero conforme vayamos incorporando una mayor capacidad renovable podría darse, aunque creemos que este problema será resuelto por la tecnología. Ya tenemos almacenamiento en centrales hidráulicas de bombeo y hay potencial para incrementar la potencia instalada. Además, la maduración de las baterías permitirá en breve incorporarlas en el mercado de producción. A más largo plazo, cuando empiece a ser necesario el almacenamiento estacional de la energía, esperamos que maduren nuevas tecnologías.

La energía verde como factor de crecimiento

Endesa quiere captar el 15% de la potencia renovable que se pondrá en funcionamiento en España hasta el año 2030.

La compañía, que hoy es la cuarta empresa en renovables de España, cuenta con una posición fuerte en un mercado al alza en el que se pasará de los 30.000 megavatios (MW) de capacidad instalada de producción renovable actuales a 90.000 MW en 2030 (sin contar la energía hidráulica), según prevé el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, lo que equivale a una capacidad de entre 6 y 8 gigavatios (GW).

Las nuevas tecnologías

La compañía, a través de su división verde Enel Green Power España, tiene adjudicados un total de 879 MW de nueva potencia renovable –540 MW de energía eólica y otros 339 MW de fotovoltaica–, para cuya construcción y puesta en funcionamiento ha destinado este año más de 800 millones de euros.

Con esas instalaciones, la eléctrica va a incrementar casi un 50% sus renovables, añadiendo a los 1.800 MW que ya gestiona casi 900 nuevos MW en plantas situadas en Aragón, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Galicia, muchas de ellas ubicadas en la denominada España despoblada.

Reducción de emisiones

Estos proyectos renovables evitarán la emisión de alrededor de 1.762.276 toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que representa el consumo eléctrico anual de más de 674.300 familias. La reducción de sus emisiones es un objetivo estratégico. En 2018 se han verificado reducciones en las emisiones de NOx, SO2 y partículas en un 37,8%, 92% y 84,5% respectivamente, respecto a 2005. A futuro, la compañía ha adquirido objetivos adicionales, destacando el de consecución de un mix totalmente descarbonizado en 2050.

Así, desde 2005, la compañía energética ha logrado reducir un 89,58% las emisiones de SO2, un 49,86% las de NOx y un 82,8% la emisión de partículas, que son los elementos que más inciden en la calidad del aire que respiramos.

En el caso de las emisiones de C02 (aunque no inciden tanto en la calidad del aire sí lo hacen en la aceleración del cambio climático) el recorte ha sido un 22,67% hasta los 4.176.000 de toneladas.

Cartera de proyectos verdes de Endesa

Además de los proyectos renovables en construcción, Endesa cuenta con una cartera de proyectos ‘verdes’ de 12.000 MW para el periodo 2020-2030, de los que 4.600 MW ya tienen adjudicados puntos de conexión.

Más allá del proceso de construcción y la generación de empleo que conllevan la construcción de los proyectos eólicos y solares, Endesa ha seguido un modelo de desarrollo que contempla acciones de creación de valor social para los entornos en los que se ubican, el denominado modelo CSV (Creating Shared Value), por más de 2,2 millones de euros.

Las iniciativas van desde la instalación de placas fotovoltaicas en residencias de mayores, a la señalización de rutas de senderismo y cicloturismo, o la formación de personas de los municipios en energías renovables.

En construcción

También en el proceso de construcción se han seguido criterios de ingeniería sostenible. Precisamente dos de las actuaciones (la instalación de equipos fotovoltaicos aislados para el consumo eléctrico de los campamentos durante la fase de construcción que, una vez finalizada, serán donados a la población local para uso público; y la utilización de vehículos eléctricos en algunos de los parques para los desplazamientos de los responsables de construcción) han sido incluidos como actuaciones de ingeniería sostenible dentro de los Proyectos Clima 2018 por el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO).

Un proceso de transformación y adaptación complejo y progresivo con un paso de la generación emisora (tras el cierre ordenado y escalonado de las centrales emisoras como son carbón, fuel o gas) hacia la renovable, garantizando en todo momento la seguridad de suministro con tecnologías firmes y no emisoras (como es la nuclear) para permitir el paso hacia una generación renovable y alcanzar el escenario de cero emisiones en 2050.

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