Una intimidad más tranquila y segura se consigue con una protección efectiva. El uso de condones, el dispositivo más antiguo para evitar el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual, está en estudio: laboratorios consultados encontraron, en algunas marcas, niveles detectables de flúor orgánico, un indicador del grupo de sustancias químicas conocidas como PFAS.
Mamavation, una organización encargada de descubrir y alertar a las mamás sobre toxinas en los productos de uso en el hogar, decidió investigar a los preservativos. En colaboración con EHN.org, el blog y la comunidad de bienestar medioambiental sometieron a pruebas 25 condones y 4 lubricantes en un laboratorio certificado por la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos.
La investigación encontró niveles de flúor orgánico que oscilaban entre 13 partes por millón y 68 ppm. Tres preservativos -dos de la misma marca- y un lubricante tenían niveles detectables de flúor orgánico, mientras que el resto de los productos no tenían niveles detectables.
El flúor orgánico es un fuerte indicador de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, también conocidas como PFAS o “sustancias químicas permanentes”. Estos componentes se han relacionado con efectos sobre la salud, incluida la función reducida del sistema inmunológico y la respuesta a las vacunas. Así como problemas de desarrollo y aprendizaje en bebés y niños, ciertos tipos de cáncer, disminución de la fertilidad, alteraciones endocrinas y otros impactos.
El informe se basa en la creciente biblioteca de EHN.org y Mamavation de productos de consumo analizados en busca de PFAS. Incluida una cantidad diversa de productos, como lentes de contacto, salsas de pasta y tomate, sujetadores deportivos, tampones. También hilo dental, envoltorios de mantequilla, envases de comida rápida y pañales.
Marcas de condones con flúor orgánico
Aunque muchos son conscientes de la contaminación por PFAS en el agua, el informe de Mamavation revela que también estamos expuestos por las cosas que llevamos puestas o que comemos o, en este caso, que utilizamos en el dormitorio.
El riesgo de exposición a las sustancias PFAS a través de la piel no está del todo claro. Sin embargo, investigaciones de laboratorio anteriores del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo descubrieron que la exposición cutánea a los PFAS plantea riesgos para la salud.
Complicaciones similares a los de la ingestión de estas sustancias químicas a través de los alimentos o el agua. Pero, la investigación solicitada por Mamavation y EHN, detectó que algunas marcas de condones y un lubricante contienen flúor orgánico.
«Los preservativos suponen una exposición a las zonas más sensibles del cuerpo humano, tanto para hombres como para mujeres. Recomiendo encarecidamente a la industria que identifique y elimine estas exposiciones de inmediato», dijo Linda S. Birnbaum, científica emérita.
«La vagina y el pene son zonas increíblemente vasculares. Y la exposición dérmica en estas zonas suele ser mayor que en otros lugares del cuerpo» adicionó la ex directora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Medioambiental y del Programa Nacional de Toxicología.
En la actualidad se venden casi 30 mil millones de preservativos al año en todo el mundo. El tamaño del mercado de condones se estima en 9,43 mil millones en 2023, y se espera que alcance los 13,98 mil millones para 2028 según Mordor Intelligence
Buena y mala noticia
Terrence Collins, catedrático del Teresa Heinz de química verde, sostuvo que es «químicamente seguro» que el aparato reproductor femenino se contaminará con algunas de las sustancias permanentes de flúor orgánico en los condones. «Temo por lo que esto pueda significar para el desarrollo del feto. Debemos ampliar las pruebas de seguridad para evaluar la actividad de alteración endocrina de las sustancias químicas que ponemos en los preservativos», agregó el director del Instituto de Ciencias Verdes de la Universidad Carnegie Mellon.
Si bien la mala noticia es que algunos preservativos o lubricantes presentaban indicios de PFAS, la buena es que el 86% de los productos, no mostraban signos de estas sustancias químicas. Incluidos algunos de marcas populares como Durex, Lifestyles y Astroglide. Las pruebas forman parte de un esfuerzo continuo de Mamavation y EHN.org para identificar PFAS en productos de consumo habituales.
Otros estudios han encontrado PFAS en muchos productos, incluida ropa interior menstrual, tampones, copas menstruales. Los llamados “productos químicos permanentes” pueden tardar años o incluso siglos en degradarse. Los PFAS están asociados con numerosos riesgos para la salud personal y ambiental. Son prácticamente ineludibles en la vida cotidiana, ya que se han agregado o detectado en todo, desde envoltorios de alimentos y utensilios de cocina hasta cosméticos y agua potable.
Los fabricantes también los utilizan a menudo para hacer que telas sean impermeables, a prueba de fugas o resistentes a las manchas.