Por Andrés Tovar | Vídeo: Ángel Fariña
3/2/2018
La Encefalopatía traumática crónica (CTE) es la enfermedad del fútbol americano. A propósito del Super Bowl de este 04/05 de febrero, la NFL ha modificado su protocolo de conmoción cerebral una vez más. el cambio fue provocado por la controvertida decisión del mes pasado de permitir que el mariscal de campo de los Texanos de Houston regrese al juego minutos después de una convulsión en el campo de juego después de un golpe en la cabeza.
Varias estrellas de alto perfil de la NFL han desarrollado CTE. Padres, sociedad y fanáticos del deporte están cada vez más preocupados sobre cómo las conmociones cerebrales pueden afectar a sus hijos y jugadores. La lesión incluso se ha convertido en parte de la cultura popular, gracias a la película Concussion de 2015. (titulada La verdad duele en España).
En los últimos años se han realizado varios estudios que solidifican el vínculo innegable entre los años de fútbol americano y los golpes en la cabeza que implican la encefalopatía traumática crónica, una forma neurodegenerativa de demencia que empeora con la edad y sólo se puede diagnosticar mediante autopsias.
¿Qué es la encefalopatía traumática crónica – CTE?
En los jugadores vivos, la CTE aparece primero como dolores de cabeza frecuentes y dificultad para enfocarse. Posteriormente se convierte en agresión, depresión, demencia e ideación suicida. En noviembre de 2017, Aaron Hernández, estrella de los New England Patriots que fue encarcelado por el asesinato en primer grado de un amigo, se suicidó a los 27 años.
Una autopsia reveló que el cerebro de Hernández tenía todas las características del CTE avanzado. Era la primera vez que los expertos habían visto un cerebro como este en alguien menor de 46 años.
La creciente aceptación de la conexión alarmante entre el fútbol y el CTE ha comenzado a tener un impacto en las ligas profesionales. Por consiguiente un puñado de jugadores de la NFL han comenzado a retirarse temprano para proteger su salud.
Un estudio sobre la CTE fue publicado en línea en este enero en Brain, una revista estadounidense de neurología. El texto indica que los golpes repetitivos en la cabeza que no conducen a conmociones cerebrales, que no implican pérdida de conciencia u otros síntomas (dolores de cabeza, mareos, problemas de visión o confusión), podrían ser un indicio de la CTE.
Destruyendo por dentro
«Hemos tenido una idea de que los golpes que no muestran signos pueden estar asociados con CTE», dice el Dr. Lee Goldstein citado en el texto. Asimismo Chris Nowinski de la Concussion Legacy Foundation (CLF) opinó. «Vemos los golpes duros todo el tiempo. Luego el tipo se para y sonríe. Y la gente dice ‘no le pasó nada’. Pero lo cierto es que no sabemos el daño que está sucediendo en su cerebro en este momento».
Nowinski es un ex jugador de fútbol americano universitario. Dirige la CLF, una organización que documenta casos de CTE. Y personalmente lidia con los síntomas de la enfermedad luego de años de recibir golpes, incluidos dolores de cabeza prolongados, sonambulismo y náuseas durante el ejercicio intenso.
La investigación de Brain apunta que alrededor del 20 por ciento de los casos conocidos de CTE no tenían registro o informe de una conmoción cerebral.
Encefalopatía traumática crónica, polémica que crece
El Dr. Julian Bailes no es un nombre familiar, pero es clave al hablar de la encefalopatía traumática crónica. El actor Alec Baldwin interpretó a Bailes en Concussion que, en la vida real, preside el departamento de neurocirugía en NorthShore University Health System en el área de Chicago. Él, junto al doctor Bennet Omalu -quien detectó el primer caso de CTE tras la muerte del jugador Mike Webster y que fue representado en Concussion por Will Smith- son los pioneros en desvelar los efectos de la enfermedad.
Bailes cree que el estudio publicado por Brain se suma a la narrativa en evolución sobre la CTE. «Es un estudio integral», dice, «y creo que agrega mucho a nuestro conocimiento y la literatura médica sobre este tema». Bailes dice que el trabajo encaja con los hallazgos publicados en 2013.
La Asociación de Jugadores de la NFL está de acuerdo y dijo en un comunicado. «Hemos estado en contacto con los investigadores y revisaremos este estudio atentamente para considerar cambios futuros para mejorar la salud y la seguridad de nuestros jugadores».
Trascendiendo el deporte
La ciencia tras la encefalopatía traumática crónica parece querer condenar al más popular deporte estadounidense. Sin embargo, hay divergencias sobre las medidas de prevención. Sobretodo cuando se habla de niños y jugadores jóvenes. Mientras que Goldstein y Nowinski sugieren que debe haber una edad que restrinja a los niños la práctica del fútbol americano, Bailes no es tan radical. «Todo es relativo. Hay aproximadamente 10 personas que se ahogan todos los días en EEUU. Y no estamos llamando a prohibir la natación».
La NFL, aunque a regañadientes, ha aceptado el tema y ha hecho lo propio. La liga anualmente revisa sus reglamentos (lo ha hecho 47 veces desde 2002) y ocasionalmente hay cambios importantes, a veces por el bien de la seguridad del jugador. Asimismo ha promovido la investigación científica con el fin de crear mejores implementos de seguridad.
Uno de los productos más elogiados de este esfuerzo fue el casco Vicis Zero1, que debutó en el campo a nivel profesional y universitario al inicio de la temporada 2017-2018.
https://youtu.be/4bMOMf3S_EA
Pero, para los fanáticos del deporte, sin golpes ni tacleos el juego no sería tan divertido de ver. El juego duro está profundamente arraigado en la cultura del fútbol americano. Saber que estos jóvenes atletas podrían estar condenados a una forma progresiva de demencia puede parecer doloroso e irresponsable. Pero olvidar por ello los legados del juego tampoco sería lo correcto. El debate continúa.