Faltando pocos días para el equinoccio de primavera, la temperatura de Aragón se elevó de manera poco usual a 29 °C. Es el “indicador más alto de marzo desde que hay registros al batir el récord de 1957”, señalaron entonces los delegados de la Aemet en la región. Particularmente Zaragoza estuvo sofocada y, anticipándose al verano, un grupo de cuarenta organizaciones vecinales y ecológicas pide la construcción de una red de refugios climáticos para afrontar las olas de calor.
La solicitud la consignaron a los candidatos que participaron en las elecciones municipales del 28 de mayo, en las que el PP logró 15 concejales (37,88% de los votos). El PSOE, 10 (26,44%), VOX, 4 (12,36%); y, Zaragoza en Común, 2 (5,83%).
En una carta pública, las agrupaciones, argumentaron que las elevadas temperaturas registradas en primavera hacen prever un verano de calor intenso, con graves consecuencias para la salud de las personas. Por tanto, exhortan a las nuevas autoridades a “diseñar y poner en marcha, de forma urgente, una red de refugios climáticos que ayuden a la ciudadanía a afrontar con previsión las olas de calor esperadas”.
La Fundación Ecología y Desarrollo, Ecodes, que lidera el movimiento, considera igualmente necesario “renaturalizar la ciudad y disminuir el asfalto y hormigón y aumentar las zonas arboladas en calles y plazas. Así como ayudar en el aislamiento de las viviendas”.
En el escrito, las organizaciones apuntan que la Organización Meteorológica Mundial emitió un comunicado a fines de 2022, en el que advierte la necesidad de tomar acciones concretas, ante los efectos climáticos extremos de ese año. Ese verano fue el más cálido reportado en España desde que hay registros, 1961.
SOS: refugios climáticos en Zaragoza
¿Qué es un refugio climático como lo piden vecinos y ecologistas de Zaragoza? Es un lugar que ofrece protección a las personas de los efectos adversos del cambio climático cada vez más extremo. Desde intensas lluvias e inundaciones a sequías y fuertes olas de calor.
El calor excesivo y sostenido tiene efectos directos sobre la salud de las personas. Aumenta la mortalidad y la morbilidad de la población, especialmente en los grupos más vulnerables: los mayores, bebés. Las mujeres embarazadas, personas con patologías crónicas o las que viven en condiciones sociales más desfavorables, entre otras.
En España se han levantado estos refugios climáticos antes del emplazamiento de la OMM. Barcelona fue pionera en 2019 en crear o acondicionar instalaciones para proveer de seguridad a las poblaciones azotadas por las altas temperaturas.
Bilbao y Sevilla han seguido los pasos de Barcelona al idear y diseñar estas estructuras de las sociedades modernas que, ¿llegaron para quedarse?.
En el caso del Área Metropolitana de Barcelona, estos espacios acondicionados se ubican en bibliotecas, centros cívicos o pabellones deportivos. Inicialmente, esta función adicional solo se aplicaba durante las olas de calor. Pero debido al aumento de días cálidos, los refugios ofrecen este servicio de junio a septiembre.
Las autoridades admiten que esta respuesta puntual y reactiva es insuficiente, dado el avance de la crisis climática. Creen necesario implementar otras adecuaciones, como “mejoras arquitectónicas, de accesibilidad, de renaturalización y socioambientales más permanentes que incorporen la mirada bioclimática”.
Detrás están Vitoria, Málaga, Murcia y ahora Zaragoza que muestran interés en adelantar proyectos dirigidos a albergar y acoger a sus habitantes ante las penurias del calentamiento global.
Acondicionar espacios e instalaciones
La petición de refugios climáticos en Zaragoza se sostiene, entre otros argumentos, en que las olas de calor son más comunes e intensas en España. Se apoyan en opiniones emitidas por la Agencia Española de Meteorología: “En 2023, estamos experimentando temperaturas excepcionalmente altas desde el inicio de la primavera y viviendo una de las peores sequías en España desde 1970”.
Ante la proximidad del verano y las olas de calor previstas -con el consecuente impacto en la salud de las personas- las organizaciones ven con preocupación que Zaragoza no cuente con un Plan de Refugios Climáticos.
Sugieren identificar en cada barrio de la ciudad espacios exteriores arbolados como parques, plazas, calles sombreados y frescos. O espacios interiores como centros cívicos, polideportivos, colegios, comercios que cuenten con temperaturas no superiores a 26 grados. Dispongan de zonas de descanso y agua, se encuentren cerca de las zonas urbanas y permanezcan abiertos. Especialmente en las horas del día de mayor temperatura.
La red de refugios climáticos es una medida de emergencia urgente, pero debe ir acompañada de otras medidas que adapten las ciudades al cambio climático. Y mejoren la calidad de vida para el conjunto de la ciudadanía, refieren las organizaciones.
En esta línea hay que pensar en ciudades que generen sombra y con fuentes de agua, pero también donde se disminuya la superficie de asfalto y hormigón que constituye una fuente de calor de día y de noche. Una renaturalización que no solo incidiría en las temperaturas, sino que mejoraría la calidad del aire y la vida en las ciudades, así como la biodiversidad.