Vietnam se ha posicionado poco a poco como el quinto productor mundial de arroz, detrás de China, India, Indonesia y Bangladesh. En las últimas décadas ha perfeccionado sus sistemas agrícolas priorizando la conservación de la biodiversidad, el desarrollo sostenible, el mejoramiento varietal y en reducir las emisiones de metano.
La producción de arroz representa alrededor del 10% de las emisiones globales de metano (un gas más potente que el dióxido de carbono) y es responsable de hasta el 15% de todas las emisiones en algunos países del sudeste asiático. En Vietnam, por ejemplo, el cultivo de arroz emite más gases de efecto invernadero que el sector del transporte. Un problema exclusivo del cultivo del cereal. Los campos inundados impiden que el oxígeno entre en el suelo y se crean las condiciones para que se reproduzcan bacterias productoras de metano. Un
Una solución relativa es drenar los campos varias veces por temporada y permitir que el suelo reponga su oxígeno. Esto suprime las bacterias productoras de metano en el suelo, permitiendo que las bacterias más respetuosas con el clima vuelvan a tomar el control. «Si se elimina la capa de agua durante unos días, las emisiones de metano disminuyen», afirmó Bjoern Ole Sander, científico del Instituto Internacional de Investigación del Arroz, con sede en Vietnam. Comentó que drenar e inundar los campos tres o cuatro veces durante la temporada de crecimiento puede reducir estas emisiones en 50%.
Vietnam explora nuevas técnicas de cultivo de arroz
La técnica para aminorar las emisiones de metano en los cultivos de arroz es conocida como mojado y secado alternativo (AWD). Los agricultores inundan los campos hasta unos 5 o 7 centímetros, esperen hasta que el agua penetre entre 10 y 15 centímetros debajo de la superficie del suelo y luego los vuelvan a inundar.
Benjamin Runkle, profesor asociado de la Universidad de Arkansas en Fayetteville, ha investigado este enfoque en Arkansas, donde se cultiva la mitad del arroz del país, principalmente en grandes granjas. En esas granjas altamente mecanizadas, Runkle ha demostrado con nuevas técnicas AWD puede reducirse las emisiones de metano hasta en 64%.
En Vietnam, Tailandia y Camboya, donde el arroz se cultiva en pequeñas granjas, puede resultar difícil implementar controles rigurosos. No obstante, incluso una implementación tosca de esta técnica puede tener efectos dramáticos. Sin embargo, están ensayando otra opción en los arrozales de la provincia de Long An, en el delta del Mekong: utilizan menos agua y un dron para fertilizar. Los técnicos esperan que esta alternativa ayude a resolver la paradoja central del cultivo de arroz. Además de ser vulnerable al cambio climático, contribuye con sus emisiones de metano.
¿Cómo reducir las emisiones de metano?
El delta del Mekong es un fértil mosaico de campos verdes atravesados por cursos de agua plateados. Los gigantescos volúmenes de arroz que producen han evitado la hambruna desde que terminó la guerra de Vietnam en 1975. El arroz no es sólo el pilar de la mayoría de las comidas, sino que se considera un regalo de los dioses y sigue siendo venerado. Se moldea en fideos y láminas y se fermenta hasta obtener vino.
En los concurridos mercados, los motociclistas cargan bolsas de 10 kilogramos hasta sus casas. Las barcazas transportan montañas de grano por el río Mekong. Luego, los granos de arroz se secan y descascaran antes de empaquetarlos para su venta en fábricas. Esta prueba del metano se ha ensayado con uno de los mayores exportadores de arroz de Vietnam, el Grupo Loc Troi, durante los últimos dos años.
Usar el dron para fertilizar los cultivos ahorra costos de mano de obra, pues con la migración a las ciudades es más difícil encontrar personas para trabajar en las granjas. También garantiza que se apliquen cantidades precisas de fertilizantes. Demasiado fertilizante hace que el suelo libere gases nitrógeno que calientan la Tierra.
Una vez listas las cosechas, los rastrojos de arroz no se queman, una de las principales causas de contaminación del aire en Vietnam, Tailandia y la India. El Grupo Loc Troi lo recolecta y vende a otras empresas que lo utilizan como alimento para el ganado y cultivo de setas de paja.
Bajos costos y menos agua
Los costos han bajado mientras que el rendimiento de su granja se mantiene. El uso de fertilizantes orgánicos les permite vender en los mercados europeos donde los clientes pagan más por el arroz orgánico.
El director ejecutivo del Grupo Loc Troi, Nguyen Duy Thuan, dijo que esos métodos permiten utilizar un 40% menos de semillas de arroz y un 30% menos de agua. Los costos de pesticidas, fertilizantes y mano de obra también son más bajos. Thuan dijo que Loc Troi, que exporta a más de 40 países, incluidos Europa, África, Estados Unidos y Japón, trabaja con los agricultores para ampliar la superficie cultivada.
Cambiar formas centenarias de cultivo de arroz es costoso. Y aunque el metano es una causa del calentamiento global, sólo recibe el 2% del financiamiento climático, dijo Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, en la cumbre climática de la ONU en Dubái el año pasado.
En la lucha contra las emisiones de metano existen soluciones de bajo costo, efectivas y replicables. El Banco Mundial apoya los esfuerzos de Vietnam y ha comenzado a ayudar al gobierno de Indonesia a expandir la agricultura resiliente al clima. La esperanza es que más países sigan el ejemplo, aunque no existe una “talla única”, dijo Lewis H. Ziska, profesor de ciencias de la salud ambiental en la Universidad de Columbia.