“Donde se unen el agua y la tierra hay una fuente de vida: los humedales”, es la definición que da el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) de estos sistemas ecológicos. En pocas palabras encierra la simpleza y la grandeza del medio ambiente. También la degradación en que han caído por la acción del hombre y del cambio climático. Los humedales se pierden tres veces más rápido que los bosques naturales. Desde 1900 han desaparecido cerca del 70% de los humedales en el planeta. Una cifra dramática que sigue en marcha.
Embellecen las geografías y la mirada en el horizonte. Los humedales proporcionan agua y protegen de inundaciones, sequías y otros desastres naturales. Dan alimentos y medios de vida a millones de personas, mantienen una rica biodiversidad y almacenan más carbono que cualquier otro ecosistema. Sin embargo, su valor sigue sin ser reconocido en gran medida por los encargados de formular políticas y tomar decisiones relacionadas con el medio ambiente.
Cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales. En 1971 se firmó un tratado internacional para proteger uno de los ecosistemas más maltratados de la Tierra. La Convención de Ramsar unió a los países y fijó directrices para su protección. Pero, lamentablemente, en muchos casos se quedaron en el papel.
Desde los manglares tropicales a las llanuras heladas de Siberia, los humedales son cruciales para la buena salud del planeta. Se extienden aproximadamente por el 6% de la superficie terrestre. Y su diversidad es asombrosa: lagos, estuarios, charcas, marismas, mares poco profundos, llanuras de inundación, arrozales…
Además, son vitales para el bienestar humano y para conseguir un desarrollo sostenible. Más de mil millones de personas dependen de los humedales para vivir.
Humedales del planeta en declive
Los humedales desaparecen víctimas del desarrollo urbano, la expansión agrícola e industrial y la sobreexplotación de los recursos hídricos. Así como de la contaminación y de la construcción de presas, según el Informe Planeta Vivo de WWF. Advierte que los ecosistemas de agua dulce son los más afectados por la pérdida de biodiversidad. Sus poblaciones de vertebrados se han reducido un 81% entre 1970 y 2012.
El panorama en España no es muy alentador. Aunque muchos de los humedales están protegidos, la realidad es que siguen cercados por el uso insostenible e ilegal de agua para la agricultura. Son víctimas de la contaminación, la urbanización y la construcción de infraestructuras. Ahí están como ejemplo los problemas que sufren humedales tan emblemáticos como el Delta del Ebro, el Mar Menor o Doñana.
España es el país de Europa con mayor diversidad de humedales, más de 1.500 mayores de 0,5 hectáreas. Tan sólo 320 están incluidos en el Inventario español de zonas húmedas y sólo 74 son Sitios Ramsar protegidos por el convenio.
Los Parques Nacionales Doñana (Huelva) y de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) son dos de los más importantes de España. Son ecosistemas únicos en Europa. Los expertos han alertado de manera reiterada sobre su estado de conservación. Observan un progresivo deterioro de estos hábitats que arrastran desde hace décadas y que amenaza la vida de sus especies residentes.
España, cuentas pendientes y pozos ilegales
Los humedales del planeta se desvalorización por acciones similares. En España hay un problema de origen en el modelo agrario intensivo y la planificación hidrológica. «Se ha priorizado la extensión del cultivo, sin tener en cuenta la sostenibilidad del método ni los rendimientos reales de ecosistemas como los humedales y la gran cantidad de agua que necesitan. Al final, ambos sistemas compiten y el humedal es el perdedor”, considera Roberto González, responsable del programa de Agua de la Sociedad Española de Ornitología (Seo/BirdLife).
Además, España cuenta con más de un millón de pozos y captaciones de agua en todo el territorio. Sin embargo, las instalaciones ilegales son más de la mitad, 510.00, y podrían bombear hasta 3.600 hectómetros cúbicos anuales, equivalente al agua que abastecería a 40 millones de personas.
El Ministerio para la Transición Ecológica anunció que trabaja en un Plan Estratégico de Humedales. El objetivo es «superar los problemas críticos que vienen padeciendo y que se agravarán debido al cambio climático». Será coordinado entre el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos con el fin de “recuperar los humedales desaparecidos».
Financiamiento con fondos europeos
Con motivo del Día Mundial de los Humedales, WWF España pide al Gobierno que financie con fondos europeos la recuperación y la restauración de humedales prioritarios. Entre ellos, las lagunas de Antela (Galicia), la Janda (Cádiz) y la Nava (Palencia).
Cerca del 70% de los humedales del planeta han desaparecido desde 1900. La excesiva extracción de agua ha reducido los flujos de agua hacia los humedales entre un 25% y un 75% en las últimas décadas. Y el futuro no es halagüeño: se prevé que la disponibilidad de agua dulce disminuya un 15% durante los próximos 20 años a causa del cambio climático. Frente a esta crítica situación, la Convención Ramsar subraya que el papel de los humedales en la protección del agua y la necesidad de medidas para restaurarlos.
La ONG pide que se invierta en la restauración de humedales a través de los fondos europeos de recuperación, denominado Next Generation UE. En este marco, las comunidades autónomas tienen la oportunidad de proponer proyectos de recuperación de humedales y utilizar los 60 millones de euros de los que disponte el Ministerio para la Transición Ecológica para ese fin.