Un grupo de organizaciones conservacionistas trabaja por restaurar un paisaje marcado por la industrialización y disminuido por la caza excesiva. Rewilding Ukraine, el líder de las agrupaciones, promueve la sobrevivencia de los nobles y labriegos burros, en la región más grande del delta del Danubio en Ucrania, Moldavia y Rumania.
Los milagros escaseaban en Ucrania desde la primavera pasada, con el inicio de la invasión rusa. Pero en la estepa de Tarutino, en el extremo suroeste del país, dos guardabosques presenciaron algo extraordinario. Eran principios de mayo y a la pareja se le había encomendado la tarea de monitorear una manada de kulans (parientes asiático del burro domesticado) que recientemente había sido reintroducida en la zona. Este bondadoso animal, con su pelaje rubio y una raya marrón oscura que recorre su columna, había desaparecido de la región en el siglo XIX.
Los guardabosques acababan de comenzar a contar el día. Y mientras miraban a través de sus binoculares, descubrieron que el grupo, que se suponía de 20, había aumentado en uno. Debajo de una kulan hembra salió a trompicones un bebé de patas temblorosas, lo que marcó la primera vez que el burro salvaje nacía en esas llanuras en más de un siglo.
“Fue lo más genial que he experimentado jamás”, afirmó Sergei Muntianu, uno de los dos responsables de vigilar a los animales.
Aunque Ucrania ocupa menos del 6% de la masa terrestre de Europa, alberga el 35% de la biodiversidad del continente, según el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Pero décadas de agitación política e industrial, agricultura intensiva y caza no regulada han provocado la destrucción de ecosistemas y la extinción de especies, incluido el kulan.
Los burros de vuelta en Ucrania
Los proyectos de reconstrucción, como este, iniciados en la estepa hace cuatro años por Rewilding Ukraine, son un intento de revertir décadas de daños y devolver los ecosistemas a sus estados naturales.
Algunos de esos proyectos han seguido prosperando a pesar de la invasión rusa a gran escala de Ucrania. Y sus patrocinadores dicen que podrían proporcionar un plan para la recuperación del país en la posguerra.
La reconstrucción es un fenómeno relativamente nuevo en Ucrania. Se trata de una práctica basada en la reintroducción de especies, incluidos los kulan o burros en un paisaje de Ucrania. Con la esperanza de fomentar una rehabilitación más amplia de su ecosistema.
Rewilding Ukraine comenzó en 2017, fundado por un pequeño grupo de conservacionistas veteranos. En unos pocos años, un puñado de especies fundamentales, incluidas marmotas, ciervos rojos y gamos, hámsteres salvajes y koniks (ponis) volvieron a deambular por el campo. Los búfalos de agua, que alguna vez se creyeron exterminados en toda Europa del este, fueron reintroducidos en el delta del Danubio en 2021.
La guerra amenazó con revertir ese progreso. El ministro de Medio Ambiente de Ucrania, Ruslan Strilets, estimó en marzo que alrededor de un tercio de los bosques del país (3 millones de hectáreas) han resultado dañados desde febrero de 2022. Y más de 1.000 especies de fauna y flora están en riesgo de destrucción.
Las imágenes de satélite del Parque Nacional Kamianska Sich en las afueras de Kherson muestran que 635 hectáreas de tierra protegida, hogar de especies de plantas raras, fueron quemadas por incendios provocados por el ejército en retirada.
Otras especies aumentan pese a la guerra
A lo largo del litoral del Mar Negro, 700 delfines han llegado a la costa y se cree que sus muertes están relacionadas con traumatismos acústicos causados por submarinos rusos y quemaduras en tiroteos. Aproximadamente 200.000 hectáreas de tierra cultivable en la zona de combate han sido contaminadas con minas y municiones sin detonar. Y grandes áreas de tierras agrícolas del país han sufrido una degradación del suelo quizás irreparable. Debido a los metales pesados que se derraman al quemar grandes máquinas y equipos militares.
Como era de esperar, la guerra en Ucrania ha hecho que la conservación de la fauna y la flora sea mucho más difícil, pese al milagro de ver crecer la población de burros o kulan. Oleg Dyakov, un oficial de reconstrucción de la oficina central de Rewilding Ukraine en Odesa y uno de los cofundadores de la organización, relata los peligros que han enfrentado sus equipos con una frustración casual.
Pero la reconstrucción continúa. En junio de 2023, el equipo de Rewilding Ukraine y sus socios locales habían completado un proyecto de cuatro años para reconectar uno de los sistemas de lagos más grandes en la parte ucraniana del delta del Danubio. Mediante la deconstrucción de un proyecto hidroeléctrico de la era soviética.
La reconexión de los lagos ha restaurado zonas potenciales de desove de peces y promete nueva vida en los humedales circundantes. Las muestras de agua enviadas al Reino Unido desde uno de los lagos para realizar pruebas de ADN ambiental, o ADNe, muestran que varias especies de peces ya han regresado. A medida que las condiciones mejoren, creen que estos peces comenzarán a desovar.
Esfuerzo, decisión y esperanza
En medio de todo esto, la propia naturaleza ha ayudado a los esfuerzos del equipo. En el verano de 2022, uno de los burros o kulan reintroducidos en la estepa de Tarutino, a unos 340 kilómetros al oeste de su reserva original en Ucrania dio a luz a un potro. Éste fue el primer kulan salvaje nacido en Europa en 200 años. Los milagros suceden en la abatida Ucrania.