En Tokio instalaron una planta de amplias dimensiones que convertirá los lodos de las aguas residuales en hidrógeno renovable. El producto final de ese proceso termoquímico derivará en un doble uso: contribuirá a proveer energía y a lograr la eliminación sostenible de los residuos.
El fabricante de sistemas de hidrógeno renovable Ways2H Inc., junto a su accionista y socio técnico, Japan Blue Energy anunciaron la finalización de las obras. La conversión final de hidrógeno, a partir de desechos, será destinada a las celdas de combustible y a la generación de energía.
La instalación se encuentra en el Sunamachi Water Reclamation Center, cerca de la Bahía de Tokio. Procesará una tonelada de lodo de alcantarillado seco al día, que generará entre 40 y 50 kilogramos de hidrógeno, cantidad suficiente para dar energía a 10 vehículos de pasajeros o 25 celdas de combustible para bicicletas eléctricas.
«El hidrógeno renovable es un combustible de energía limpia muy importante para Tokio, y para todo el mundo», destacó Naoki Dowaki, miembro del consejo de dirección de Ways2H y director general de JBEC.
«Hemos invertido más de una década en el desarrollo de este proceso avanzado para convertir desechos en hidrógeno. Es esperanzador poder ver el resultado. Al mismo tiempo es alentador que la demanda de hidrógeno en Japón y a nivel mundial esté al alza. Justo cuando finalizamos con la instalación de nuestra primera planta de producción de hidrógeno en Tokio», agregó.
Las compañías prevén comenzar con la puesta en funcionamiento de las operaciones para mediados de 2021.
Aguas residuales en hidrógeno, solución dual
La planta que procurará la conversión de lodos de aguas residuales en hidrógeno renovable prevé procesar otros productos. Explicaron que en esas instalaciones se llevará a cabo el procesamiento del plástico, papel, desechos sólidos urbanos y otro tipo de desechos.
Estos residuos se calientan a elevada temperatura, y posteriormente se convierten en gas, y de este último se lleva a cabo la extracción de hidrógeno puro. La instalación es neutra en carbono, y además es capaz de generar su propio combustible en forma de circuito cerrado.
Con el 95% del hidrógeno del mundo produciéndose mediante gas natural y carbón, Ways2H y JBEC están trabajando de forma conjunta para suministrar hidrógeno limpio. Así como reemplazar los combustibles fósiles para impulsar la movilidad y la generación de energía verde.
«La producción de hidrógeno renovable mediante residuos es una vía clave para hacer crecer el suministro global de energía limpia. Al mismo tiempo que se hace frente al cambio climático y a la crisis mundial de los residuos», explicó el consejero delegado de Ways2H, Jean-Louis Kindler.
«Esta instalación se ha construido para apoyar los esfuerzos pioneros de Tokio en el sector de la energía limpia y de la reducción de desechos. Además de lograr contribuir a los objetivos de reducción de carbono e hidrógeno limpio de Japón», apuntó.
La instalación fue desarrollada y construida en asociación con el Gobierno Metropolitano de Tokio, Toda Corporation, Tokyu Construction, Chiyoda Kenko. E investigadores de la Universidad de Ciencias de Tokio para ayudar a Japón a satisfacer la creciente demanda de hidrógeno renovable y crear un mercado para la eliminación sostenible de desechos.
Abanico de posibilidades
Jean-Louis Kindler detalló la dimensión de la planta que utiliza aguas residuales y las convierte en hidrogeno.
“En Ways2H se está alterando el sector de la energía del hidrógeno. Al producir hidrógeno a partir de recursos renovables, en lugar de a partir de combustibles fósiles, que son la fuente del 95% del hidrógeno actual. También estamos alterando el sector de los residuos. En este momento, la industria de los desechos no tiene ni idea de que realmente pueden producir hidrógeno a partir de los desechos. Nuestra tecnología tiene la oportunidad de abrir un mercado completamente”, dijo.
Lo que hacemos en Ways2H es “absolutamente esencial para contribuir a reducir y eventualmente detener todas las emisiones de carbono”, comentó Kindler. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ya hemos aumentado el CO2 atmosférico de manera significativa, lo suficiente como para desencadenar eventos climáticos cuya frecuencia está aumentando de manera alarmante.
Manifestó que podemos simplemente estar satisfechos con la reducción de las emisiones de CO2. “La próxima frontera en el medio ambiente es, para mí, tratar de revertir este fenómeno y enviar este CO2 en el aire de regreso a donde pertenece, bajo tierra”, sostuvo.
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