Aunque las sequías en Texas han sido extremas, la Junta de Educación del estado resalta los aspectos “positivos” de los combustibles fósiles –causantes del cambio climático– en los libros de texto de ciencias. Esa reorientación sesgada la hizo efectiva la Junta de Educación cuando hace poco modificó su guía interna para las escuelas.
Los cambios generan preocupaciones entre científicos y expertos en educación con respecto al establecimiento de políticas que podrían conducir a que cambie la percepción de los principios básicos del cambio climático. La junta, dominada por los republicanos, adoptó los cambio que propuso Patricia Hardy. La integrante de la junta rechaza la ciencia climática. Argumenta que las enseñanzas sobre el calentamiento global son «demasiado negativas».
“Si van a promocionar las maravillosas alternativas frente al cambio climático, también deben decir las cosas que no son buenas. No solo atacar a la industria de los combustibles fósiles. Nuestras escuelas son pagadas en su mayor parte por la industria de los combustibles fósiles, hay de falta de sinceridad”, declaró Hardy.
En Texas, las sequías que reportaron índices históricos, han desvelado hechos sorprendentes y curiosos: en el Parque Estatal Dinosaur Valley encontraron huellas reales de dinosaurios que hace unos 113 millones de años deambulaban por la zona. Estos fenómenos meteorológicos extremos son obviados por Hardy y el resto del grupo que impulsaron el cambio en los libros de texto.
Texas y los libros de texto que obvian la ciencia del clima
Las nuevas pautas también describen el calentamiento de las temperaturas de la Tierra como resultado de fluctuaciones naturales, contradiciendo el consenso entre los investigadores del clima de que los humanos lo causan al quemar combustibles fósiles.
El impacto de la decisión de la junta educadora de Texas sobre el contenido de los libros de texto y su particular abordaje contrario a la ciencia del clima, podría repercutir en EE UU. Texas es uno de los mercados de libros de texto más grandes del país y los editores prestan mucha atención a los estándares de Texas. Rebecca Bell-Metereau, miembro de la Junta de Educación de Texas, que se opuso a los cambios, dijo que sus colegas republicanos están “mal educados” sobre el cambio climático. “No creen en el registro geológico ni en la ciencia”, subrayó
Las reglas operativas de la junta estatal no tienen peso legal, pero señalan las prioridades educativas. Pueden influir en la forma en que se aborda el plan de estudios del aula y la selección de libros de texto.
Carisa López, directora política de Texas Freedom Network, un grupo involucrado en asuntos escolares, dijo reglas operativas pueden disuadir a los distritos escolares de enseñar sobre el cambio climático. Si optan por lecciones de ciencias más rigurosas podrían enfrentar los rechazos de quienes consideran que enseñar ciencias climáticas es una forma de adoctrinamiento político.
Politización de la ciencia del clima
López resaltó que con ese ese cambio en los libros de texto, en Texas se está politizando profundamente la ciencia del clima. Las nuevas reglas indican que los materiales de instrucción deben “presentar aspectos positivos de EE UU y Texas, de su herencia y sus abundantes recursos naturales”.
Los cambios sutiles en las reglas no rechazan explícitamente que los humanos están calentando la Tierra y causando estragos. Lo peligroso, según Bell-Metereau, es que pueden orientar a las escuelas a comprar libros que enfatizan teorías sin fundamento sobre el cambio climático.
Hardy también insertó lenguaje para “reconocer el proceso continuo de descubrimiento científico y el cambio a lo largo del tiempo en el mundo natural”. Un eco de los que que afirman incorrectamente que los ciclos climáticos naturales son los culpables de los aumentos de temperatura, no los combustibles fósiles.
También encontraron motivo de preocupación en la sugerencia de que los libros «presenten información fáctica, evitar prejuicios y fomentar la discusión». Hardy insistió en que enseñar a los niños sobre los combustibles fósiles y los cambios climáticos naturales evitaría el sesgo en la ciencia del clima.
Advertencias de la ciencia del clima
Los científicos han publicado investigaciones durante décadas que muestran que el uso de combustibles fósiles por las personas ha calentado rápidamente el planeta. Las temperaturas de la superficie global han aumentado alrededor de 1,1 grados centígrados desde 1900, más de la mitad del calentamiento que se necesita para desencadenar cambios catastróficos. Un pequeño número de científicos, muchos de los cuales están conectados con empresas de energía, argumentan que la comunidad científica exagera los riesgos.