En Suiza ganó, por estrecho margen, la prohibición total de usar el nigab en público. El veto al velo en el rostro de las mujeres musulmanas arrojó una corta victoria. El 51,21% votó por el Sí a la prohibición, mientras un 48,79% se pronunció por el No. En la consulta participó el 51,4% de los electores.
El sondeo deja al descubierto la diatriba entre la anhelada convivencia religiosa y la realidad ciudadana. Con estos resultados, Suiza se suma a la posición de Francia, Austria, Bulgaria, Bélgica y Dinamarca de prohibir esa prenda que ordena la religión mahometana. En la tradición islámica, el nigab es un amplio tocado para el cabello y el cuello. Un velo que recorre la cara tapando la nariz y la boca, dejando al descubierto la fina franja de los ojos. Y una abaya amplia hasta los pies.
“Estoy decepcionada con esta decisión. Aunque asumí que sería aceptada, esperaba que fuera rechazada de todos modos. Creo que mucha gente está mal informada sobre el velo y la cultura musulmana. Porque la iniciativa no resuelve nada, salvo que los musulmanes volvemos a quedar marginados. Tenemos la sensación de que no nos quieren en Suiza. Me gustaría ver mucha más tolerancia hacia otras culturas y religiones en este país”, dijo Shaima al portal de noticias 20minutos de Zurich
Contrariamente, otra joven consultada por Tribune de Geneve se mostró satisfecha con el resultado del plebiscito. “Creo que es bueno que Suiza haya tomado esta decisión. Porque si tienes la oportunidad de vivir aquí, también debes adaptarte a su cultura. Para mí, eso es parte de la integración. Eso no significa que ya no puedas vivir tu propia cultura. También celebro las fiestas musulmanas», señaló Selina.
En Suiza prohíben uso público del nigab
La propuesta de realizar este referéndum surgió del partido populista de derechas UDC. En su planteamiento no menciona el burka. La túnica que cubre a las mujeres de pies a cabeza y tiene una abertura con una rejilla a la altura de los ojos. Tampoco cita al nigab, que cubre el cuerpo y el rostro salvo los ojos. Pero se sabe a quiénes va dirigido.
Los carteles de la campaña, dicen: «Frenar el islamismo radical» o «frenar el extremismo». Están ilustrados con mujeres con nigab.
Jean Luc Addor, representante del Partido Popular suizo, asegura que el niqab es chocante y va contra los valores cívicos. La propuesta y ahora convertida en norma, ha sido mal recibida por el colectivo musulmán de Suiza. Una comunidad que representa el 5% de los 8,6 millones de suizos.
La prohibición prevé excepciones como, por ejemplo, usarlo en los lugares de culto. Las infractoras pueden recibir multas de hasta 10.000 francos suizos (unos 9.000 euros, 10.800 dólares).
Posiciones encontradas sobre el uso del velo musulmán
Durante la campaña se sucedieron opiniones opuestas en Suiza en torno la propuesta. En la Unión Democrática de Centro argumentan que esta prohibición contribuiría a impedir atentados terroristas y otras formas de violencia. Al mismo tiempo, facilitará la igualdad de género liberando a las mujeres que están “controladas, oprimidas y cautivas”.
Jean-Luc Addor saludó a “todas las personalidades de izquierda que se han atrevido a comprometerse con esta iniciativa liberadora para las mujeres”. Cree que el texto ha reunido un amplio frente que va mucho más allá de las filas del partido. “Algunos musulmanes han entendido que el niqab es una manifestación ostentosa del islam radical”, dijo.
Contrariamente, grupos de activistas han cuestionado la propuesta. «Además de ser inútil, este texto es racista y sexista. Pensamos que en 2021, como feministas, no es aceptable», indicó Inés El Shikh, portavoz del colectivo de feministas musulmanas «Los fulares violetas». El Shikh sostiene que el plebiscito crea la ilusión de un problema donde no lo hay y concierne solamente a algunas decenas de mujeres.
Asimismo, Amnistía Internacional en Suiza llamó a votar por el No a la prohibición del nigab. Su directora para los derechos de las mujeres, Cyrielle Huguenot, señaló que «la prohibición propuesta del velo no puede considerarse en modo alguno una medida para la liberación de las mujeres». En su opinión «es una política peligrosa que viola sus derechos, y tendría un efecto especialmente negativo en las mujeres musulmanas”.
Mientras tanto, el gobierno federal y el Parlamento se oponen a la medida argumentando que se ocupa de un problema inexistente.
La gran mayoría de las mujeres que llevan nigab son turistas. Antes de la pandemia era frecuente verlas de compras en las tiendas de lujo del centro de Ginebra.
En Suiza ganó el NO a la construcción de nuevos minaretes
Suiza, con anterioridad, ha consultado en las urnas otros temas relacionados con el islam. En 2009, los suizos votaron en contra de la construcción de minaretes junto a las mezquitas. La propuesta se aprobó por la mayoría de los 26 cantones suizos y el 57,7% de los electores.
La iniciativa fue igualmente sugerida por dos partidos de la derecha ultraconservadora. Al resultar mayoritariamente votada se introdujo una enmienda constitucional. Se añadió al artículo 72 la frase: «La construcción de minaretes está prohibida».
Los minaretes son las torres anexas a una mezquita. Desde donde el muecín convoca a los fieles musulmanes para que acudan a la oración.
En esa ocasión, el Gobierno suizo, a través de su entonces ministra de Exteriores, Micheline Calmy-Rey, expresó su «conmoción». Se indicó que el resultado es «una señal de alarma, un sentimiento de repliegue, de autodefensa, que han tenido los ciudadanos en un contexto de un mundo globalizado y con una crisis económica».
Este domingo, nuevamente en Suiza se llevó a cabo un referéndum que pone limitaciones a esa religión, al prohibir el uso público de la nigab.
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