Ángel Asensio: «En sostenibilidad, hay que evitar el dumping medioambiental y social»

La Cámara de España ha identificado 170 prioridades empresariales para impulsar un marco de crecimiento, transformación y creación de empleo, una reforma que el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, Ángel Asensio, resume en la demanda de una menor presión fiscal, mejores condiciones de financiación y menos trabas burocráticas para las empresas, particularmente las pymes.

Ángel Asensio resalta el papel de la Cámara de Comercio de Madrid, organización comprometida con el tejido empresarial madrileño que lleva más de 130 años apoyando a las empresas madrileñas, y puso en valor los servicios que ofrece a los empresarios madrileños.

En ese sentido, señala que “la Comunidad de Madrid ha sido la primera en recuperar los niveles de crecimiento de la prepandemia mediante la creación de un ecosistema que favorece el emprendimiento con menor presión fiscal, menos burocracia y menos trabas; capaz de atraer inversiones y facilitar el asentamiento empresarial en la comunidad, y está favoreciendo al mercado único en España mediante la Ley Omnibus”.

La Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid representa, promueve y defiende los intereses generales de todas las empresas de Madrid y colabora con las Administraciones Públicas en el impulso del comercio, la industria y los servicios en la Comunidad de Madrid. Sus fines son fomentar la creación de empresas y su desarrollo a través de servicios adaptados a sus necesidades, impulsar la internacionalización y la competitividad de las empresas, orientar a las empresas hacia la innovación y la mejora de su productividad, así como mejorar la cualificación y la formación del capital humano.

Industrial español de la firma KIFF-KIFF, Ángel Asensio posee una formación de nivel superior en Gestión de Empresas y Marketing (ESIC), habiéndose incorporado desde muy joven a la empresa familiar. Es muy conocido en los círculos empresariales. Destaca su acreditada vocación al servicio de las labores institucionales. Desde 1996 preside la Asociación de Empresas de Confección y Moda de la Comunidad de Madrid (ASECOM) y, desde 2007, ocupa el cargo de presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (FEDECON).

Ha sido presidente del Consejo Intertextil Español (CIE). Desde 2018, preside la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid y ocupa una de las vicepresidencias de la Cámara de España. Desde 2007, es Vocal de la Junta Directiva de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

Ángel Asensio se ha convertido en el gran impulsor de la internacionalización de la empresa española de moda, teniendo como uno de sus objetivos prioritarios promocionar la imagen de la moda de España en el mundo. Preside la Confederación de Empresas de Moda (ModaEspaña).

La Cámara de España ha identificado 170 objetivos empresariales para impulsar un marco de crecimiento, transformación y creación de empleo. Usted afirma que la rebaja de la presión fiscal y la financiación son las más urgen tes, ¿cuáles son las prioridades?

Efectivamente, respecto a las reformas más urgentes, desde la Cámara de España identificamos dos: la rebaja de la presión fiscal sobre las empresas y la mejora de la financiación, particularmente de las pymes. En el ámbito fiscal, según datos de Eurostat, la proporción de recaudación que en España procede de las empresas es considerablemente superior a la media europea: 32,5% frente al 23,9%. Las cotizaciones sociales se encuentran por encima de la media europea y de países de la OCDE; siendo en España un 28,3% del salario bruto, frente al 21,9% de la media de la UE y del 16,3% del resto de países de la OCDE.

Entre las medidas que proponemos, figura la reducción de las cotizaciones sociales y la reforma del impuesto de sociedades, con el establecimiento de un tipo único y más reducido, y un esquema de beneficios fiscales más simplificado y acorde con los retos que supone la transición ecológica y la transformación digital. En última instancia, el crecimiento de la recaudación tributaria debería basarse en el aumento de las bases imponibles, favoreciendo el crecimiento económico y la actividad empresarial, y no en el aumento de la presión fiscal.

En cuanto a la mejora de la financiación, la encuesta sobre el acceso de las empresas a la financiación del Banco Central Europeo (BCE), de diciembre de 2022, refleja que nos encontramos en el momento más duro acerca de las condiciones relacionadas con el precio de los préstamos bancarios desde que comenzó a publicarse la encuesta en 2009. Una línea roja importante. Las dificultades de financiación suponen un obstáculo para la sostenibilidad, la digitalización, la internacionalización y la inversión. No se trata solo de una cuestión empresarial, sino que repercute en el interés general del país.

Por tanto, es preciso fortalecer los instrumentos y las políticas concretas de apoyo a la financiación empresarial, especialmente de las pymes en diversos ámbitos. Entre las medidas necesarias, cabe resaltar la mejora de los instrumentos públicos de garantía y aval, así como continuar impulsando los mecanismos alternativos de financiación no bancaria.

También, intensificar la colaboración público-privada en el ámbito del capital riesgo y capital semilla, e implantar un sistema de certificación de deudas de las Administraciones Públicas, porque las pymes son las que sufren más las consecuencias de los pagos tardíos.

Hay otra cuestión que creo necesario resaltar: los problemas de las empresas españolas para contratar mano de obra cualificada. Un país como el nuestro, con 2.700.000 desempleados, donde uno de cada cuatro jóvenes está en paro, tiene que hacer una reflexión sobre lo que está sucediendo cuando sus empresas tienen dificultades para contratar mano de obra cualificada.

“El crecimiento de la recaudación tributaria debería basarse en el aumento de las bases imponibles, favoreciendo el crecimiento económico y la actividad empresarial. No en el aumento de la presión fiscal”.

El desempleo estructural es un desafío complejo que requiere medidas a largo plazo y una estrategia integral para abordarlo, y tenemos que volver a hacer de la filosofía del trabajo uno de los ejes centrales de la filosofía de vida. ¿Cómo? Obviamente mediante educación y formación a lo largo de toda la vida laboral; con apoyo a la innovación y la tecnología para generar nuevas oportunidades de empleo en industrias emergentes; con el fomento del emprendimiento; mediante políticas que faciliten la contratación y una intermediación laboral eficaz; con políticas que reduzcan las brechas económicas y promuevan la inclusión social; mediante la colaboración público-privada, etc.

No existe una solución única para el desempleo estructural. Por lo tanto, una combinación de estas y otras medidas para abordar eficazmente este problema, junto a la evaluación continua y la flexibilidad en la implementación de políticas creo que son parte de las claves para el éxito a largo plazo en la reducción del desempleo estructural.

Las empresas se enfrentan al reporting y la rendición de cuentas en materia de ESG. Se habla de tsunami regulatorio europeo. ¿Están preparadas las organizaciones para competir en este mercado sostenible?

La tendencia hacia un mercado más sostenible y la creciente importancia de los factores ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) han llevado a un aumento significativo en la regulación, especialmente en Europa. El “tsunami regulatorio” es una forma de describir el aumento rápido y amplio de normativas y requisitos rela­cionados con la sostenibilidad.

La pregunta sobre si las organizaciones están prepara­das para enfrentar este nuevo panorama es compleja y podría variar según el sector, el tamaño de la empresa y otros factores. Sin embargo, como perspectiva general sobre el tema, puedo afirmar que las empresas son cada vez más conscientes de la impor­tancia de adoptar políticas ESG.

La Cámara de Comercio propone reducción de las cotizaciones sociales y la reforma del impuesto de sociedades, con el establecimiento de un tipo único y más reducido, y un esquema de beneficios fiscales más simplificado y acorde con los retos que supone la transición ecológica y la transformación digital.

Ahora bien, quiero incidir en un problema derivado de este proceso regulatorio. Vengo del sector de la moda, uno de los que va a estar más afectados por la nueva normativa. Por tanto, soy conocedor de esta cuestión también por mi faceta como empresario. Quiero llamar la atención a las autoridades españolas y europeas y pido, por favor, que no se legisle de espalda a los sectores por­que se pueden cometer errores gravísimos por desconocimiento que puedan poner en peligro la viabilidad de las empresas y el fu­turo de los empleados. Es fundamental que se legisle con el sector y con las empresas, y que haya reciprocidad, es decir, si en España y en Europa tomamos una serie de medi­das, que exista reciprocidad con los produc­tos que vienen de fuera y evitar el dumping medioambiental, además del social.

Las pymes son la que más se tendrán que adaptar. ¿Es posible que se pueda producir un efecto dominó cuando las grandes empresas exijan a sus proveedores que cumplan con los requerimientos europeos o, en su caso, que se queden fuera de la financiación?

Siempre ocurre ese efecto dominó. Sobre la capacidad de adaptación, las pequeñas y medianas empresas pueden encontrar más desafiante la adaptación a las nuevas regulaciones ESG debido a limitaciones de recursos y conocimiento, pero, por otra parte, muchas pymes tienen operaciones más simples, lo que podría facilitar la adap­tación en algunos casos.

Lo que les digo a las pymes y a todas las empresas en general es que se asesoren y que acudan a la Cámara de Comercio para que les ayuden para realizar ese transitorio regulatorio.

Digitalización, innovación, retención del talen­to, generación de valor y competitividad. ¿De qué manera la Cámara ayudará a sus asocia­dos a abordar estos retos?

Nuestro objetivo principal es ayudar a las empresas de Madrid –cerca de 500.000 for­man parte de la Cámara–, y de manera espe­cial a las pymes, a mejorar su competitividad y su posición en el mercado, a través de dis­tintos servicios y actividades que ofrece en diversas áreas, y apoyar el desarrollo eco­nómico de la comunidad. Desde la Cámara de Comercio de Madrid, brindamos a las empresas las herramientas necesarias para afrontar los retos actuales y futuros. A través de nuestra área de soluciones empre­sariales, ofrecemos a las empresas asociadas un amplio abanico de servicios y herramien­tas para la mejora de su competitividad y el fomento de su crecimiento en el mercado, y aportamos soluciones a más de 30.000 em­presas al año en constitución, desarrollo em­presarial y asesoramiento jurídico.

Se ha mostrado favorable a una política que se enfoque más en la calidad y menos en el pre­cio. ¿Por qué un país de precios low cost termi­na siendo un país de salarios low cost?

Porque una economía centrada en precios bajos implica salarios bajos, peores condi­ciones de trabajo, menos consumo, menos inversión, menos valor añadido, lo que supo­ne a su vez menos recaudación fiscal y de cotizaciones sociales, lo que lleva a peores servicios sociales, de sanidad, educación, transportes, infraestructuras, etc., en defini­tiva, peores condiciones vida.

Es partidario acérrimo del libre mercado y no entiende cómo asuntos privados de las empre­sas se pueden convertir en un problema políti­co, como ha sucedido con Ferrovial. ¿A quién le interesa generar ruido con estas cuestiones?

A los que quieren utilizar cuestiones pu­ramente empresariales para justificar po­siciones políticas o desviar la atención de otros asuntos

Ante la incertidumbre política, ¿existen empresas que se estén planteando sa­lir de España?

No. Los empresarios y las empresarias lo que queremos es estabilidad. Estabilidad económica, social y política, y seguridad jurídica. Lo que sí puedo afirmar es que las empresas encuentran en Madrid un eco­sistema que favorece el emprendimiento con menor presión fiscal, menos burocra­cia y menos trabas. Ha sido capaz de atraer inversiones y facilitar el asentamien­to empresarial en la comunidad, y favorece al mercado único en Es­paña mediante la Ley de Servicios.

Los empresarios quieren estabilidad política. Si se ponen en riesgo las instituciones, ¿de qué forma puede afectar al futuro y la convivencia?

La estabilidad de las instituciones políticas es crucial para el bienestar y desarrollo de una sociedad. Cuando estas se ven amenazadas, la armonía social, el desarrollo económico y el progreso general pueden verse grave­mente comprometidos.

Es fundamental para cualquier país trabajar en fortalecer y pro­teger la integridad y resiliencia de sus ins­tituciones. Ahora bien, no creo que esa sea la situación de España ni creo que estén en riesgo sus instituciones constitucionales.

Una muestra de ese ruido mediático son las re­acciones a su valoración sobre la entrada de STC en Telefónica, que se ha malinterpretado como un apoyo explícito al desembarco saudí en la te­leco. Al margen de esta manipulación, ¿cree que puede existir un efecto coladero debido al bajo precio bursátil de las compañías españolas?

STC es una compañía importante y que no solo está en Telefónica, tiene el 5% de Vo­dafone, 8,99% de EA Sport y el 8,96% de Nintendo. Reitero mi opinión de que si se ha fijado en Telefónica significa que se está reconociendo su gestión, su trayectoria, su proyecto y su potencial. En ningún momento mis palabras expresan un apoyo a la operación ni respaldo. Telefónica es una empresa estratégica y que por tanto está sujeta a ciertos requerimientos que de­termina la normativa al respecto.

Ahora, son las autoridades españolas competentes las que tienen que determinar si esta inversión es acorde nuestra legislación y los intereses de nuestro país. Respeto y soy prudente ante lo que las autoridades relevantes digan al respecto. En cuanto a la valoración bursátil por debajo de la capitalización de esas com­pañías es un problema que debemos resol­ver.

Telefónica vale mucho más, así como los bancos y otras muchas empresas españolas cotizadas, y eso es un coladero. No porque entren, yo creo en el libre mercado, sino por el precio que pagan.

Sostiene que la inflación afecta más a la ofer­ta que a la demanda y que los empresarios tienen que repercutir los precios altos. ¿Se relajaría la situación con una política de con­tención de tipos?

Lo que digo es que la política monetaria restrictiva es un arma apropiada para lu­char contra una inflación de demanda, pero no para hacerlo con una inflación de oferta, como la actual.

Es más, las recetas clásicas de subidas de tipos de interés pueden provocar un fre­no a la demanda interna, motor importante de nuestro crecimiento, y de las inversio­nes productivas, y, por tanto, su utilización puede ser contraproducente porque puede provocar una constricción económica y producir un estancamiento e incluso una recesión. Por eso, creo que el Banco Central Europeo debe relajar su política monetaria. Lamentablemente, su última decisión va en sentido contrario.

Ha liderado una gestión que ha conseguido la estabilidad financiera de la Cámara, práctica­mente en bancarrota cuando se hizo cargo de la Presidencia. Tras renovar, aborda un nuevo mandato hasta 2026. ¿Cómo ha cambiado la institución y cuáles son las líneas estratégicas de esta nueva etapa?

Asesoramos anualmente a más de 5.000 emprendedores y 10.000 empresas en el proceso de creación, consolidación y cre­cimiento; aportamos soluciones a más de 15.000 empresas al año en desarrollo em­presarial y asesoramiento jurídico, media­ción y arbitraje; promovemos la innovación y la digitalización, como lo demuestran las más de 3.000 empresas asesoradas anual­mente, y a lo largo del año, más de 4.000 personas participan en nuestros foros y encuentros para promover el inter­cambio comercial y la colaboración entre los distintos actores económicos.

Y realiza­mos esa labor como una institución priva­da de interés público que agrupa a más de 500.000 empresas madrileñas, ejemplo de colaboración público-privada, sin ánimo de lucro, con beneficios y sin recibir ninguna subvención ni ayuda directa.

En España, con 2.700.000 desempleados y uno de cada cuatro jóvenes en paro, las empresas tienen dificultades para contratar mano de obra cualificada. Debe haber una reflexión sobre lo que está sucediendo.

La pandemia de la COVID-19 ha generado un impacto significativo en la economía mundial y, por supuesto, en nuestra re­gión. Situación que se ha visto sucedida por la crisis en la cadena de suministros, la crisis energética, las tensiones inflacionis­tas y la invasión de Ucrania. En todo este contexto, hemos trabajado codo a codo con las empresas madrileñas para mitigar los efectos de la crisis, ofreciendo aseso­ramiento, líneas de financiación y apoyo en la transformación digital.

Nuestras principales áreas de actividad son: internacionalización, formación, em­prendimiento, innovación y asesoramiento legal. Pero nuestra labor no termina ahí, ante los desafíos económicos que no sólo per­sisten, sino que se han visto acrecentados, especialmente tras la invasión de Ucrania, debemos seguir adelante con determina­ción y adaptarnos a las nuevas realidades.

Es fundamental impulsar la digitalización de las empresas, facilitar la transición ha­cia modelos sostenibles, promover la inno­vación y fortalecer la colaboración públi­co-privada para crear un entorno propicio para los negocios. Tenemos que impulsar el crecimiento empresarial y dotar de más valor añadido a nuestros productos. Y con­tinuar promoviendo la innovación, la for­mación y el emprendimiento, brindando las herramientas necesarias para afrontar los retos actuales y futuros.

¿Cómo visualiza el papel de España como puente y puerta de entrada entre América y la Unión Europea?

España y la Comunidad de Madrid, en con­creto, son sin duda un puente entre América y Europa. La razón es que somos una co­munidad con grandes oportunidades para invertir gracias a su fiscalidad y facilidades para emprender, una comunidad dinámica con un enorme potencial.

Y no me refiero a la capitalidad y a su ca­pacidad tractora, sino al conjunto del tejido empresarial de la comunidad, en todos los sectores, desde la agricultura hasta los ser­vicios, pasando por la industria. La economía española crece por encima de la media eu­ropea y la Comunidad de Madrid es el gran motor económico de España, cuyo PIB crece al triple que la media del país y es líder en creación de empleo.

Una región que traccio­na y proyecta, que es un referente nacional e internacional, cosmopolita, abierta, innova­dora, generadora de empleo y de oportuni­dades. Una comunidad que aporta estabili­dad y seguridad jurídica a los inversores y a las empresas, que es el principal valor que necesitan las compañías y sus trabajadores.

Pero, además, Madrid es un importante hub para el comercio internacional entre España y América, y viceversa. Esta comunidad ha demostrado ser un punto de conexión es­tratégico que fomenta el intercambio econó­mico y comercial entre ambas regiones de una manera excepcional. Y muestra de que es así es que Madrid atrae al 73% de las in­versiones extranjeras en España.

Por cierto, gran parte de los fondos europeos se canalizan a través de la Cámara. ¿Qué papel juega para que lleguen a las empresas?

España tiene ante sí un doble objetivo: recu­perar y, a la vez, transformar su economía y contamos con una herramienta extraordi­naria que debe servir para superar las gran­des debilidades de nuestro país en el ámbi­to económico. Me refiero a los Fondos Next Generation. Pero tenemos la sensación de que no están llegando a las empresas.

Aquí me gustaría recordar la labor que están de­sarrollando las Cámaras de Comercio con el “Programa Kit Digital”, como colaborador de Red.es, para la digitalización de pymes de menos de 50 trabajadores y de negocios de autónomos mediante ayudas directas para implantar soluciones digitales. Por eso, creo que las cámaras podemos hacer mucho en este ámbito para ayudar a vehiculizar esos fondos y que lleguen a las empresas.

Madrid es un ecosistema muy favorable para la creación de empresas. No obstante, usted cree que plataformas como IFEMA, tiene mar­gen para implementar el desarrollo económico tanto de la ciudad y sus empresas. ¿Qué le fal­ta a la capital en este sentido?

Madrid es uno de los principales núcleos em­presariales y financieros no solo de España, sino de Europa. Contamos con una combi­nación única de talento, infraestructura y un ecosistema de negocios vibrante, e IFEMA es un claro ejemplo de esta fortaleza, siendo uno de los principales motores en la promo­ción de eventos, ferias y congresos a nivel internacional. No obstante, como toda gran metrópoli, Madrid aún tiene oportunidades de mejora y áreas donde podemos fortalecer nuestra posición. Por ejemplo, en materia de infraestructuras, digitalización, diversifica­ción sectorial, o formación. Aunque Madrid alberga una amplia variedad de sectores, la promoción de nichos emergentes y la in­novación en campos como la tecnología, energías renovables y biotecnología podría potenciar aún más nuestro crecimiento.

En resumen, Madrid es un ecosiste­ma favorable para los negocios. Y como toda gran comunidad y gran ciudad, siem­pre hay margen para innovar, adaptarse y mejorar. Desde la Cámara de Comercio, continuaremos trabajando estrechamente con plataformas como IFEMA y otras enti­dades clave para garantizar que Madrid no solo mantenga su posición actual, sino que la eleve a nuevos horizontes.

¿Es posible que la Fórmula 1 vuelva a Madrid con un circuito urbano en torno a IFEMA?

Es posible y me consta que están trabajan­do en ese sentido, pero no me corresponde hablar al respecto.

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