Una acción legal sin precedentes se está ventilando en los juzgados de la ciudad más grande de Washington. Miles de padres y educadores, a la vuelta de los años, se han percatado de que sus niños ahora adolescentes, presentan problemas psicológicos, carencias emocionales, lagunas educativas y desórdenes de conducta. Estos representantes y profesores responsabilizan a los gigantes tecnológicos detrás de TikTok, Instagram, Facebook, YouTube y Snapchat de una crisis de salud mental juvenil e introdujeron una demanda ante el Tribunal de Distrito, en Seattle.
Padres y maestros, alarmados y asustados, por los efectos de las tecnologías, redes sociales y aplicaciones en sus hijos, han dicho ¡basta!. Y adelantan una ofensiva legal que busca que las grandes tecnológicas sean declaradas culpables y paguen por ello.
Las escuelas públicas de la ciudad de Seattle y del condado de Kent (Washington, EE UU) han demandado a cinco plataformas por arruinar la salud mental de los estudiantes.
La demanda de 90 páginas alega que las empresas de redes sociales comercializan, diseñan y operan intencionalmente sus plataformas. Para maximizar la participación de los usuarios jóvenes con fines de lucro. Y cita investigaciones que vinculan el uso de las redes sociales con trastornos mentales y de comportamiento, incluidos ansiedad, depresión, trastornos alimenticios y ciberacoso, entre otros.
“Esta crisis de salud mental no es un accidente. Es el resultado de las elecciones deliberadas y las acciones afirmativas de los demandados para diseñar y comercializar sus plataformas de redes sociales para atraer a los jóvenes”, afirma la demanda según The Seattle Times.
Además, la demanda argumenta que las empresas de tecnología han violado la ley de alteración del orden público de Washington. Y dice que las Escuelas Públicas de Seattle (SPS en inglés) buscan «sanciones legales y civiles máximas permitidas por la ley».
En Seattle demandan a gigantes tecnológicos
El petitorio judicial establece que los distritos escolares se ven “perjudicados de manera única” por la crisis de salud mental de los jóvenes e incluso por la toxicidad de las redes sociales. Y que SPS ha tenido que “desviar recursos y gastar recursos adicionales” para contratar consejeros. Capacitar a los maestros para que reconozcan los problemas de salud mental y educar a los estudiantes sobre los peligros de las plataformas de redes sociales, entre otras medidas.
“Esta acción judicial tiene como objetivo responsabilizar a estas empresas por sus acciones. Y restablecer las tendencias de salud mental de los jóvenes en la trayectoria correcta”, señala un comunicado de las escuelas.
De acuerdo con la querella, se aprovechan de las vulnerabilidades en el cerebro de los niños y los adolescentes para que estos se vuelvan adictos a sus aplicaciones. A sabiendas de que les pueden generar depresión, ansiedad y pensamientos suicidas.
La demanda de padres y docentes de Seattle en contra de los gigantes tecnológicos, se produce en momentos álgidos. Después de que la denunciante Frances Haugen revelara que estudios internos de Facebook mostraban que la plataforma sabía que su aplicación de Instagram afectaba negativamente a los adolescentes.
“Nuestros estudiantes, y los jóvenes de todo el mundo, enfrentan dificultades de aprendizaje y de vida sin precedentes. Se ven amplificadas por los impactos negativos del aumento del tiempo frente a la pantalla. El contenido sin filtrar y las propiedades potencialmente adictivas de las redes sociales”, dice el superintendente de SPS, Brent Jones.
“Confiamos y esperamos que esta demanda sea el primer paso para revertir esta tendencia para nuestros estudiantes”, subraya.
Mientras, un portavoz de Snapchat afirma que la aplicación fue diseñada «sin algunas de las características de presión pública y comparación social de las plataformas de redes sociales tradicionales».
Los algoritmos en el banquillo
Dean Kawamoto, un abogado de Keller Rohrback, el bufete de abogados que representa a SPS, dijo que no tiene conocimiento de ningún otro distrito escolar que haya presentado una demanda. Por daños contra las empresas de redes sociales en función de los impactos en la salud mental.
Keller Rohrback también representó al distrito cuando se unió a otros distritos escolares para demandar a la empresa de cigarrillos electrónicos Juul Labs y Altria en 2019.
De prosperar, esta demanda introducida en los tribunales de Seattle en contra de los gigantes tecnológicos, puede convertirse en un acontecimiento histórico. No solo llevaría a juicio a las empresas que operan Instagram y Facebook (propiedad de Meta), YouTube (Google) y TikTok (ByteDance). Lo novedoso es que cuestiona su modelo de negocio. En otras palabras, son sus algoritmos, diseñados para maximizar el tiempo que pasan los usuarios en las plataformas, los que se sentarían en el banquillo, reseñó el diario ABC.
Se avecina una batalla legal que puede generar un efecto bola de nieve más allá de Estados Unidos. Aunque a primera vista se enfrentan David contra Goliat, la lucha no es tan desigual por varias razones. Por un lado, están 114 colegios con cerca de 75.000 estudiantes y, por otro, los grandes de Silicon Valley y la china TikTok.
Una de las razones es que el bufete que lleva la demanda, Keller Rohrback, se ha convertido en el azote de las grandes tecnológicas. Consiguió que la matriz de Facebook acordase en diciembre pagar 725 millones de dólares para resolver una demanda colectiva por compartir información de los usuarios con Cambridge Analytica. Una empresa al servicio de la campaña de Donald Trump. Y en julio denunció a Amazon por obtener datos biométricos de los residentes en Illinois a través de fotografías subidas a la nube.
Medidas de protección
Keller Rohrback es una firma especializada en grandes litigios, cuyos altos honorarios están fuera del alcance de las escuelas, pero solo cobrará si gana el caso o se llega a un acuerdo fuera de los tribunales.
En un comunicado enviado a CNN, Antigone Davis, directora global de seguridad de Meta, indica que continúa invirtiendo recursos para garantizar que sus usuarios jóvenes estén seguros en línea.
Señala también que las plataformas tienen más de 30 herramientas para apoyar a los adolescentes y las familias. Incluidas herramientas de supervisión que permiten a los padres limitar la cantidad de tiempo que sus hijos adolescentes pasan en Instagram. Y tecnología de verificación de edad que ayuda a los adolescentes a tener experiencias apropiadas para su edad.