En medio de la crisis sanitaria, hay varios países que presentan cifras dudosas sobre los infectados y los fallecidos. Uno de ellos es Rusia, cuya información oficial afirma que solo presentan 4.731 casos y 43 fallecidos, unos datos que dejan mucho escepticismo, tomando en cuenta que Rusia es un país limítrofe con China, el primer epicentro del COVID-19.
Desde el Kremlin tienen todo bien controlado y solo se difunde la información que da el gobierno ruso. Sin embargo, hay hechos que reflejan que las cifras podrían estar maquilladas para ocultar la verdadera realidad que vive el gigante de Europa del este.
Las autoridades rusas arrestaron a dos doctores, que son críticos abiertos del gobierno de Vladimir Putin, que intentaban entregar máscaras, guantes y otros suministros a una población rural empobrecida en Rusia.
Se trata de la doctora Anastasia Vasilieva y otro especialista que la acompañaba. Ambos médicos estaban informando que las cifras dadas desde el Kremlin eran falsas.
La detención de estos médicos ha desatado polémica y muchos opositores de Putin lo vinculan con la pretensión del gobierno de ocultar las cifras reales de infectados y fallecidos por el coronavirus.
Médicos incomodan a Putin
En medio de la pandemia, los médicos han pasado a ser la principal incomodidad de Putin. Desde el gobierno se intenta centralizar toda la información referente al COVID-19. Sin embargo, parece imposible controlar todos los centros de salud.
El pasado viernes un grupo de médicos de un hospital de San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, difundió un video por las redes sociales pidiendo ayuda al público para obtener el equipo de protección necesario para tratar a los pacientes con coronavirus.
Tomando en cuenta los acontecimientos, es probable que el gobierno de Putin no tenga tan controlada la situación del COVID-19 en su país.
Estrategias geopolíticas
En medio de la crisis sanitaria mundial, los países no solo emprenden una competencia por desarrollar la vacuna contra el coronavirus, también tratan de quedar bien posicionados. Rusia quiere hacer ver que tomó las previsiones correctas y que su sistema de salud es uno de los mejores del mundo, al no estar tan afectado como los Estados Unidos o Europa occidental.
China es otro país que se le acusa de maquillar las cifras. A pesar de ser el primer epicentro de la enfermedad, muchos especialistas dudan que el virus no se haya propagado por otras ciudades. De la misma forma, han indicado que la proporcionalidad entre el número de infectados y el de fallecidos no es coherente. El gigante asiático registra 82.930 casos y 3.338 fallecidos. Tomando en cuenta las proporciones de países como España e Italia, los especialistas indican que los decesos en China deben ser mayores.
Varios testimonios de ciudadanos chinos también indican que el gobierno está ocultando las verdaderas cifras de infectados y fallecidos. Otro caso emblemático es del Corea del Norte. El régimen comunista de Kim Jong-un ha afirmado que su país no presenta ningún caso de COVID-19. Sin embargo, desde Corea del Sur se informa que centenares de militares norcoreanos han fallecido a causa del virus.
Más allá de enfrentar la pandemia mundial, los países siguen compitiendo geopolíticamente.
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