El Herbario Nacional de Venezuela y Biblioteca Henri Pittier sufren una constante vandalización y destrucción de sus instalaciones ante la ausencia de un servicio de vigilancia y control, y el abandono sistemático del Jardín Botánico de Caracas, donde se encuentran.
Un siglo de investigación con 500.000 muestras botánicas se encuentran a merced de facinerosos que no les importa destruir la mayor colección de referencia de la flora y microbiota venezolana cuando se apropian de mobiliario, estanterías, tuberías y herrajes metálicos.
En el Herbario Nacional rompieron las puertas y se llevaron las manillas, sustrajeron cables de electricidad, arrojaron al suelo colecciones botánicas para desarmar las estanterías, robaron la tubería que surte de agua el estanque acuático y destruyeron los baños. En la Biblioteca Henri Pittier los daños no son menores. Una verdadera desgracia y una gran pérdida para el patrimonio científico.
Los insectos se alimentan con las muestras recogidas durante 50 años
El abandono mantiene en riesgo la conservación de miles de muestras de algas, hongos, líquenes, briofitas, pteridofitos, gimnospermas y angiospermas. Se encuentran en peligro por la desidia que ha permitido la proliferación de insectos –como la Lasioderma serricorne–, que se ha alimentado de muestras taxonómicamente clasificadas y que son producto de miles de horas de estudio y de expediciones de investigadores o especialistas botánicos.
El investigador Francisco Delascio Chitty, director del Herbario Nacional y Jardín Botánico, entre los años 1987 y 1990, denunció que es doloroso que tantos años de trabajo de tantos investigadores se las coman los insectos, porque no hay presupuesto ni para una pastilla de alcanfor o naftalina para preservar los especímenes.
“Tras dos décadas de la destrucción institucional, el declive presupuestario y el deterioro de los servicios públicos, la ausencia de vigilancia dejó las 70 hectáreas del Botánico en Tierra de Nadie, a merced de la proterva hermandad del delito”, destacó.
Abandonados el Herbario y el Jardín Botánico
Deslacio Chitty insistió en la necesidad de que garantice el correcto funcionamiento del Herbario Nacional, institución indispensable para conocer y conservar la diversidad florística del país y que representa un singular apoyo científico y docente.
“Es prioritario que se lleven a cabo las acciones necesarias para la preservación del acervo científico y taxonómico del Herbario y dejar los arreglos cosméticos de piedritas y trozos de tejas. Los esfuerzos deben enfocarse en seguridad y apoyar a los pocos y valiosos investigadores que siguen luchando por mantener las muestras botánicas. Es vital dotarlos de los insumos y equipos necesarios para recuperar el registro de información, ubicación de los especímenes en la colección. Asimismo, la restauración de especímenes, el monitoreo constante de la temperatura y humedad de las salas, junto con el control de contaminación por insectos”, detalló.