En Pokhara, una ciudad emblemática de Nepal, utilizan el estiércol como insumo natural para desarrollar fuentes de energía amigables con el ambiente.
Una planta industrial erigida en esa apacible región, emplea los desechos del ganado y de la agricultura para proveer de energía alterna a sus poblaciones. Es respetuosa con el hábitat y contribuye con el desarrollo de la zona.
Antes de adentrarse en ese esquema energético, ya Nepal había explorado con energías menos contaminantes, como las eólicas, solar e hidroeléctricas.
Y en los últimos 30 años, este país ubicado en el sur de Asia, se ha convertido en líder mundial en la implantación de digestores domésticos de biogás diseñados localmente.
Estos digestores consisten en la instalación de un cilindro o contenedor sellado, por donde entran las materias a tratar, convenientemente humedecidas. Dentro no hay oxígeno. Las bacterias anaerobias se multiplican y procesan la materia orgánica, produciendo gas metano.
Este gas metano inflamable puede reemplazar el Gas Licuado de Petróleo (GLP) y el fertilizante químico.
En Nepal desarrollan fuentes de energía
Una compañía en Pokhara, a unos 200 kilómetros de Katmandú, instaló una planta de biogás a escala industrial que utiliza una tecnología de cuidado con el medio ambiente. Es un modelo que podría replicarse a nivel nacional, con beneficios ambientales, climáticos y económicos.
Gandaki Urja es el nombre de la empresa. Anteriormente trabajaba con energía eólica, solar e hidroeléctrica. Pero ha dado el gran paso para el crecimiento sostenible de Nepal, a través de la energía proveniente de los desechos del ganado y de la agricultura.
El futuro de #Nepal puede estar en el estiércol de los animales: una nueva planta industrial de #biogás demuestra que este gas metano y su residuo orgánico pueden reemplazar al gas licuado y los fertilizantes químicos, ambos importadoshttps://t.co/bOgZk9hBHH pic.twitter.com/PTrLy0PgXX
— Agencia de Noticias (@ipsnoticias) February 15, 2020
Kushal Gurung está al frente del proyecto que una vez ideó su abuelo, según relató a Inter Press Service. “Nepal debe abandonar los combustibles fósiles”, dijo.
Entonces explicó que el biogás tiene una triple ventaja: reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, permite gestionar los desechos sólidos, y baja la factura de importación de GLP y fertilizantes químicos.
Desperdicios y biogás
Un camión volquete o de volteo inclina su contenedor en la planta para vaciar cinco toneladas de desperdicios de aves de corral malolientes en un pozo. Allí se mezclan verduras podridas y estiércol de vaca de una granja antes de alimentar al digestor de 4.000 metros cúbicos que se mantiene inflado.
En ausencia de oxígeno, las bacterias que ya están en el estiércol de vaca se ponen a trabajar para descomponer los desechos en metano, dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno.
Los filtros eliminan las impurezas para producir 200 cilindros de bio-Gas Natural Comprimido (GNC) al día que se venden a los grandes hoteles y restaurantes de Pokhara.
Los clientes pagan un depósito por los cilindros y los reguladores de presión. Usualmente usan unos dos cilindros por día. El costo por kilogramo de bio-GNC es el mismo que el del GLP subsidiado por el Estado.
Sin embargo, los clientes prefieren el biogás porque en la práctica les ahorra hasta 30% de costo ya que el biogás tiene un mayor valor calorífico que el GLP, y no hay residuos que se desperdicien.
El futuro del bio-GNC depende de la ampliación de la tecnología, ya que cualquier municipio que genere más de 40 toneladas de desechos biodegradables por día podría tener su propia planta de biogás.
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