El Gobierno estadounidense pondrá fin el 11 de mayo próximo a la emergencia nacional de salud pública declarada por la epidemia de coronavirus, tres años desde que por primera vez se reportará el virus en territorio estadounidense. El presidente Joe Biden prorrogó la emergencia nacional y la emergencia de salud pública que expiraban el 1 de marzo y el 11 de abril, respectivamente. El objetivo de la prórroga es garantizar una transición ordenada. Asimismo, poder dar aviso con no menos de 60 días de antelación a hospitales, consultorios médicos y residencias de ancianos.
“Un final abrupto de las declaraciones de emergencia crearía un gran caos e incertidumbre. En todo el sistema de atención médica: para los estados, hospitales y consultorios médicos y, lo que es más importante, para decenas de millones de estadounidenses”, dijo la Oficina de Administración y Presupuesto.
El mandatario afirmó que «la continuación de la declaraciones de emergencia no impone restricción alguna a la conducta individual con respecto a la covid-19. No imponen mandatos de mascarillas ni mandatos de vacunas».
La respuesta federal al coronavirus en Estados Unidos será reorganizada formalmente ante la iniciativa de terminar la emergencia sanitaria. Con el fin de la emergencia el virus será considerado una amenaza endémica que puede ser manejada a través de los canales regulares.
El anuncio contraviene a las resoluciones presentadas recientemente por los republicanos de la Cámara de Representantes. Los miembros del legislativo pretendían finalizar la emergencia de forma inmediata.
Fin de la emergencia sanitaria, fin del Título 42
Con el final del estado de emergencia sanitaria cesará la activación del Título 42, la norma sanitaria que invocó Donald Trump en 2020 con el objetivo de frenar la pandemia de covid-19. El estatuto se promulgó en 1944 y faculta a los CDC para decidir si una enfermedad contagiosa representa un peligro de propagación.
La decisión del primer mandatario estadounidense podría incidir en la situación de la migración en la frontera con México. Es una de las fronteras más activas de América. Allí las autoridades detuvieron a 863.929 migrantes desde el comienzo del año fiscal en octubre hasta el pasado 31 de diciembre, según datos oficiales. La mayoría de estos detenidos son expulsados inmediatamente, invocando en parte el Título 42. Biden enfatizó que con el fin de esa política prevé un aumento considerable de la corriente de migrantes hacia el país desde el sur.
Se terminan los beneficios
Con la declaración de la emergencia de salud, hace tres años, los estadounidenses contaron con una mayor cobertura de atención médica, asistencia alimentaria reforzada y acceso universal a vacunas y pruebas de coronavirus. Al finalizar, algunos de estos beneficios finalizarán. Es el caso de la cobertura de las aseguradoras. Ya no se les requerirá cubrir el coste de las pruebas de covid-19 en el hogar, pero se mantendrán las vacunas gratuitas.
«En este momento, no hay nadie que no pueda recibir una vacuna o un refuerzo gratis», dijo Cynthia Cox, vicepresidenta de Kaiser Family Foundation. No obstante, el inventario de vacunas podría verse mermado para otoño. Biden ha declarado con anterioridad que el Gobierno se queda sin dinero para comprar vacunas y el Congreso no ha accedido a las solicitudes de más fondos del Ejecutivo.
Otro beneficio que sufrirá modificaciones es la ayuda alimentaria para adultos desempleados, menores de 50 años y sin hijos, al levantarse la emergencia de salud pública en mayo. Mientras estuvo en vigencia se suspendió un dictamen que establecía que dicha población debía participar en una capacitación laboral durante 20 horas por semana para seguir siendo elegibles para los beneficios de SNAP.
Al finalizar la emergencia dicho requerimiento será reactivado, concretamente en el mes de junio. La ayuda SNAP para estudiantes universitarios de bajos ingresos también se reducirá en ese período.
Hospitales sin dinero y ciudadanos sin Medicaid
A partir de mayo, con el fin de la emergencia sanitaria, los hospitales se verán afectados duramente. Dejarán de recibir un 20% adicional por tratar a pacientes con covid-19 que tienen Medicare.
Los servicios de Medicaid sufrieron una alza considerable durante la pandemia. Es to se debió parcialmente a la prohibición del gobierno federal a los estados de excluir a las personas del programa durante la emergencia de salud pública, de ya estar inscritos.
Los estados obtuvieron permiso, por parte del Congreso, para a partir de abril comenzar a eliminar personas no elegibles para los Medicaid. La previsión es que millones de personas pierdan su cobertura. Sin embargo, se espera que muchos sean candidatos a planes de seguro de bajo costo a través del mercado privado de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio o de su empleador.