La Palma, en las islas Canarias, ya no será la misma. La erupción del volcán Cumbre Vieja se ha llevado consigo cientos de casas, carreteras y grandes cultivos y, ha paralizado a toda una región que sigue con atención el curso de una colada indetenible. Instituciones, gobiernos y vecinos, juntos de la mano, atienden la emergencia, mientras las explosiones se intensifican y obligan a más evacuaciones y a la suspensión de vuelos.
Desde el domingo, cuando se inició la erupción del volcán, se han evacuado a más de 5.500 vecinos. Pero las últimas explosiones y sus cenizas, que han llegado a la isla de La Gomera, obligan a nuevas medidas. La dirección del Plan Especial de Protección Civil ante Riesgo Volcánico (Pevolca) ordenó la desocupación obligatoria de la gente que aún permanecía en Tajuya, Tacande de Arriba y Tacande de Abajo.
La entidad informó que la impulsividad de la erupción ha aumentado, al igual que la expulsión de material piroclástico. Cada vez es más fuerte también la emisión de cenizas. La columna de gases llegó a una altura de seis kilómetros sobre el nivel del mar. Mientras tanto, la colada principal se ha frenado y avanza a una velocidad menor a 1 metro por hora, aunque ha aparecido una nueva lengua de lava en el flanco sur, según ABC.
Entretanto, varias aerolíneas han decidido suspender vuelos. Iberia canceló el vuelo que tenía previsto operar el viernes por la tarde entre Madrid y la isla de La Palma. Así como el vuelo de retorno desde el archipiélago como consecuencia de la evolución de la nube de cenizas.
Además, otras aerolíneas interinsulares como Canaryfly o Binter también han suspendido sus operaciones. Hasta que las condiciones mejoren y se garantice la seguridad.
Intensas explosiones en La Palma
En las últimas horas se han intensificado las explosiones en La Palma. En ese sentido, Canarias actualizó la activación del plan en situación de emergencia nivel 2. En vista de «aumento de la inestabilidad del edificio volcánico», que podría enviar materiales «a una mayor distancia». Y provocar «llegadas de cenizas y material de alta temperatura más allá» de la zona establecida hasta el momento como de exclusión. También se podrán experimentar «vibraciones y detonaciones».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que la zona afectada por la erupción será declarada “zona catastrófica” y que estudia un plan de reconstrucción para La Palma. Por lo pronto, adelantará una “regulación específica” de ERTE para proteger el empleo de los sectores afectados por la erupción, como el agrícola.
En ese sentido, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, dijo que el «objetivo fundamental» del Ejecutivo, de Canarias y del Cabildo es normalizar «cuanto antes» la vida de los afectados.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, aprobó una partida global de 11 millones de euros para ofrecer ayudas de emergencia a empresas y personas que han quedado en situación de vulnerabilidad. Y abrirá una oficina permanente para ofrecer apoyo multidisciplinario a los afectados.
Ratificó la decisión de su gobierno en adquirir viviendas en la isla para los vecinos que han quedado sin casas. Además de estudiar otras posibilidades para atender esta emergencia habitacional, como las que pueden ofrecer las unidades modulares o los cruceros, si fuera necesario.
Asimismo, facilitará la adquisición de enseres u objetos que hayan perdido y sean necesarios para el día a día. También se busca el “restablecimiento” de la movilidad para el transporte de personas, mercancía y combustible.
Daños, reconstrucción y un futuro incierto
El volcán en La Palma reporta mayores explosiones y el Instituto Volcanológico de Canarias informó que se ha abierto otra boca eruptiva en el flanco del cono activo y se encuentra monitorizando esta nueva fisura y una nueva colada.
Prosiguen las labores de desocupación de Tajuya, Tacande de Arriba y Tacande de Abajo. La Guardia Civil insiste en la premura, aunque algunos lugareños se resisten a abandonar sus hogares. Los evacuados se están dirigiendo al campo de fútbol de El Paso.
Raúl Pérez, coordinador de la Unidad de Respuesta Geológica ante Emergencias (Urge) del Instituto Geológico y Minero (IGME), evalúa la situación geológica. Cree que si la erupción del volcán de La Palma se prolonga semanas, «podría ser» que la lava no avance hasta el mar, pero si dura meses, es «difícil que no llegue».
Pérez asegura que mientras el volcán siga en erupción, «va a seguir empujando» lava, «aunque se mueva lentamente». No descarta que se pudieran formar más lenguas por las que avance el magma.
Precisa que en estos momentos el edificio volcánico está abierto y que sobre el terreno pudieron observar cómo algunos lóbulos del cono principal disminuyen frente a otros. Existe la posibilidad de que colapse uno de los flancos y discurra la lava por una nueva dirección.
Aunque es prematuro anticipar qué sucederá en La Palma, algunos analistas estiman que la erupción volcánica podría cambiar el tamaño de la isla, su relieve e, incluso, sus tierras de cultivo. «La isla podría crecer», indicó a 20minutos, Héctor Lamolda, del Instituto Geográfico Nacional. «Es muy difícil predecir cuanto puede durar. Acudiendo a la información histórica, podría ir desde los 24 días que duró la última erupción del Teneguía, a los 84 del Tajuya», ambos volcanes de la isla de La Palma”.
Particular turismo
La erupción del volcán en La Palma, y sus sorprendentes explosiones que no cesan, ha ahuyentado el ya deprimido turismo de pandemia. Pero, de pronto, han surgido unos particulares turistas “vulcanológicos” interesados en presenciar de primera mano este fenómeno natural.
Es el caso de Andrés Amegeiras, un uruguayo de 33 años que lleva meses viajando por el mundo. Se encontraba en Fuerteventura cuando el volcán de La Palma entró en erupción. “Desde que explotó estuve pensando si venir o no. Y al final me decidí”, explicó a El País. También afirmó que no dudó en pagar 500 euros por un billete de avión para ir a visitar el volcán.
Las increíbles imágenes de la erupción volcánica ha provocado que La Palma tengan este tipo de visitas. Periodistas y turistas hacen que los aviones y barcos lleguen llenos de curiosos.
Más, cuando la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, señaló que «la erupción de La Palma es un reclamo turístico para quien quiera ver este espectáculo tan maravilloso de la naturaleza que podemos aprovechar», aludiendo al turismo de los volcanes. Su invitación causó críticas por las personas que lo han pasado mal ante la terrible erupción.
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