Una de las iniciativas climáticas más influyentes en las grandes empresas, Science Based Targets initiative, es criticada por uno de sus asesores técnicos. Bill Baue cree que en los parámetros empleados por SBTi «están poniendo su propio interés por encima de los intereses del público».
Baue estuvo entre la media docena de personas que comenzó a desarrollar el concepto detrás de la iniciativa Science-Based Targets en 2012. Y formó parte de su grupo de asesoría técnica hasta hace poco.
SBTi lanzó en 2015 un estándar para que las empresas se alinearan con los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Más de 1.000 empresas de 50 sectores están trabajando con la iniciativa climática SBTi para reducir sus emisiones, según su más reciente informe. Esto incluye nombres como Siemens, Heineken y S&P Global.
Estas empresas representan casi el 20% de la capitalización del mercado mundial, o alrededor de 20,5 billones de dólares. En los últimos meses se disparó el número de empresas que se han unido a la iniciativa.
La semana pasada, Baue presentó una queja formal a la junta ejecutiva de la iniciativa. A Disclouser Insight Action (CDP), World Resources Institute (WRI) y el World Wilde Life (WWF). Así como al Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Y la publicó en Medium, con una crítica detallada sobre el marco utilizado por las grandes corporaciones para establecer objetivos climáticos. Los «objetivos basados en la ciencia no son precisamente, un enfoque basado en la ciencia», dijo en su texto.
Misión de la iniciativa SBTi
Las empresas tienen un importante rol para combatir el cambio climático mediante la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En sintonía con las limitaciones al aumento de la temperatura global a 1,5ªC o muy por debajo de 2ª C en comparación con las temperaturas preindustriales. A estos objetivos se les denomina Objetivos Basados en Ciencia (SBT, por sus siglas en inglés).
En los principios de la iniciativa SBTi se indica que una vez que se establezcan los objetivos, estos deben comunicarse completa, sencilla y claramente. Para informar con precisión a los actores clave y generar credibilidad. Y este es uno de los puntos más cuestionados por Bill Baue.
A medida que las empresas pregonan su ambición climática, existe un escrutinio creciente de sus planes y acciones. Y, lamentablemente, del opaco proceso de investigación de la codiciada etiqueta «basada en la ciencia», denuncia Baue en su escrito.
«Para sofocar el gran escepticismo público sobre esta iniciativa, lo que se necesita es un énfasis adicional en la transparencia y la responsabilidad. Utilizando la ciencia más reciente para guiar estos objetivos, y para que estas empresas los respalden con sus planes de inversión», dijo Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International.
Baue acusó a SBTi de «posible auto-trato y conflicto de intereses» por recomendar dos formas de calcular los objetivos corporativos que fueron desarrollados por los socios de la iniciativa. Y excluir un método que podría producir recortes de emisiones más sólidos. En su opinión no hubo transparencia sobre qué ruta eligieron las empresas.
“La iniciativa [SBTi] básicamente está pidiendo al mundo, que confiemos en ellos para hacer esta evaluación. Y no van a revelar ni siquiera la metodología que usan estas empresas”, dijo. “Ellos son el abogado, el juez y el jurado en esta situación”.
La queja contra la iniciativa SBTi
En el momento de presentar su queja, Baue todavía era asesor de la SBTi. Solo descubrió que, tras la publicación de sus preocupaciones, la iniciativa convocó un nuevo grupo asesor para mejorar la diversidad de género, geográfica y sectorial, excluyéndolo a él.
La iniciativa SBTi reconoció que no informó a los asesores anteriores de su membresía vencida «debido a una falta de comunicación interna», hecho que «lamenta mucho”.
Respondiendo a las preguntas de Climate Home, el comité directivo de la iniciativa SBTi dijo: “Un enfoque riguroso basado en la ciencia es el núcleo de nuestro trabajo. Y nos tomamos muy en serio nuestro papel para defenderlo. Es por eso que nuestras metodologías se someten a una evaluación estricta cada año, para garantizar que estén en línea con la ciencia climática más reciente.
Indicaron que su misión «es reducir las emisiones corporativas para un mundo neto cero, 1,5 ° C. Y este objetivo, en última instancia, es el centro de nuestra toma de decisiones».
SBTi negó que él o las organizaciones asociadas obtuvieran algún beneficio del uso de los métodos que recomienda. «No nos queda claro con qué otro ‘interés’ esto supuestamente entra en conflicto».
Procedimientos y resultados cuestionados
La queja de Baue siguió a la publicación de un estudio independiente en la revista Environmental Research Letters. Se evaluaron siete métodos para establecer objetivos climáticos corporativos. Encontró que una metodología de establecimiento de objetivos desarrollada por el Centro de Organizaciones Sostenibles (OSC), estaba alineada con la última ciencia climática de 1,5 ºC. Y ofrecía el riesgo más bajo de sobrepasar o exceder el presupuesto global de carbono.
Aunque inicialmente fue respaldada por la iniciativa SBTi, la metodología de las OSC se eliminó de su conjunto de herramientas en los últimos años.
«SBTi ahora se encuentra en lo que podríamos llamar una posición ‘inconveniente’ de recomendar contra la misma metodología que es la más sólida», comentó Baue en su queja formal.
La iniciativa SBTi dijo que su razón para abandonar la metodología de las OSC fue su dependencia de la intensidad económica como insumo. Esa decisión se basó en la preocupación de que los indicadores de desempeño económico tengan «un vínculo débil e inestable» con las emisiones a nivel de la empresa.
Puntos de vista encontrados
El estudio en Environmental Research Letters encontró que este método tenía un riesgo mucho mayor de sobrepasar el presupuesto de carbono para 2050 que otros métodos. La iniciativa SBTi respondió que utilizó la mejor opción para ayudar a las empresas a establecer objetivos de 5 a 15 años, para los cuales el método muestra un exceso limitado o nulo.
El segundo método recomendado por SBTi, conocido como Enfoque de descarbonización sectorial (SDA), solo se alinea con la temperatura de mantenimiento «muy por debajo de 2 ° C» en lugar de 1,5 ° C. Solo las empresas de energía pueden alinearse con 1,5ª C usando este método.
Esto se debe a que el enfoque sectorial se desarrolló inicialmente utilizando escenarios de la Agencia Internacional de Energía alineados con 2ª C. La AIE aún no ha publicado el escenario que se espera para mayo.
El comité directivo de la iniciativa SBTI dijo que la falta de una vía SDA alineada con 1,5ª C era un problema que se tomó «muy en serio» . Y describió la demora en la actualización del modelo como «frustrante». Dijo que no se basaba únicamente en los datos de la IEA y que estaba trabajando para actualizar la metodología.
Otras voces piden más transparencia
Anders Bjørn, coautor del estudio reciente de la Universidad de Concordia en Montreal, dijo que estaba «desconcertado» por la decisión de la iniciativa SBTi. Al recomendar solo dos metodologías y que su justificación para hacerlo «carecía de transparencia».
Bjørn pidió a SBTi que exija más transparencia a las empresas. Las empresas que establecen objetivos climáticos bajo la iniciativa no suelen revelar qué métodos utilizan para establecer sus objetivos. Algo que debe cambiar.
“Ni siquiera se menciona que existe una opción en el método”, dijo. El investigador indicó que las empresas deben ser honestas sobre el hecho de que sus objetivos reflejan un juicio de valor sobre cómo compartir el presupuesto de emisiones globales.
Jed Davis, director de sostenibilidad de Cabot Creamery Co-operative y ex miembro de la junta asesora de SBTi, opinó sobre la denuncia de Baue. “Debe haber una valoración más profunda de la transparencia en el proceso. Esto no le servirá a nadie si se trata de un proceso de caja negra”, manifestó.
Lee también: