A mitad del camino de la cumbre climática COP29, delegados de 198 países se reunieron en Bonn (Alemania) para adelantar preacuerdos y aligerar la carga negociadora del encuentro en Azerbaiyán. “No dejen el trabajo más duro para última hora”, les advirtió Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de la ONU Cambio Climático al inicio de la cita. Pero a la vuelta de diez días señaló que habían dado “modestos pasos adelante”. La financiación climática para 2025 de los países ricos a los más pobres, uno de los temas fundamentales, quedó pendiente.
“Todavía hay demasiados temas sobre la mesa. Nos hemos quedado con una montaña muy empinada por escalar para lograr resultados ambiciosos en Bakú”. Azerbaiyán, señaló Stiell en sus palabras de clausura.
En las conversaciones climáticas en la ciudad alemana se lograron avances hacia un mercado internacional de carbono que funcione mejor, pero aún queda trabajo por hacer, dijo. También las partes trabajaron por la transparencia y se apoyaron en la planificación de planes de acción climática más sólidos. Asimismo tomaron medidas para lograr indicadores de adaptación que sean prospectivos, efectivos y científicamente sólidos.
En el debate se analizó el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG) sobre financiamiento climático. Específicamente cómo asegurarse de que sea ambicioso, óptimamente estructurado, transparente y mejore la calidad del financiamiento climático para los países en desarrollo.
En vista del poco avance en este sentido, Stiell insistió en la necesidad de seguir avanzando en cuestiones de financiación climática fuera de la cumbre, incluido el G7. “Las economías avanzadas tienen múltiples palancas que utilizar, incluso como accionistas de bancos de desarrollo”.
Manifestó la necesidad de apoyar a la ciencia en sus diagnósticos, mediciones y sugerencias. “Debemos separar lo técnico y lo científico de lo político” para realmente avanzar en nuestros propósitos globales.
Cumbre de Bonn ¿Oportunidad perdida?
Las conversaciones sobre el clima en la cumbre de Bonn han puesto en peligro el objetivo de limitar el calentamiento global a menos de 1,5°C, según algunos analistas. La razón es que los países ricos están retrasando el tema de la financiación climática.
La fecha límite para los nuevos planes climáticos nacionales del próximo año, conocidos como NDC -que son la base del esfuerzo global colectivo para abordar el cambio climático- ahora está en peligro. Esto se debe a que los países en desarrollo no tienen garantías de que el financiamiento climático que se les prometió y que financia las NDC estará allí.
Y ese es el tema medular de la cumbre COP29 en Bakú. Este objetivo es el ingrediente clave para abordar la injusticia climática y cómo ayudar a las personas vulnerables a adaptarse a la crisis y financiar la transición a un sistema energético sin emisiones de carbono. Sin embargo, en la cumbre de Bonn los países ricos se demoraron, bloquearon el progreso y deliberadamente ofrecieron sólo señales vagas sobre sus intenciones, según Mohamed Adow fundador y director de Power Shift Africa.
También intentaron deshacer el compromiso que asumieron en la COP28 en Dubái de tener un diálogo anual específicamente sobre financiamiento climático. Ahora sugieren que abarque otras cuestiones.
Los países ricos también gastaron un tiempo valioso discutiendo sobre quién debería pagar la factura, tratando de que algunos países en desarrollo también fueran incluidos en la base de donantes, reseñó Climate Home News. Esto fue algo de lo que continuaron hablando en la cumbre del G7 emitido este fin de semana en Italia.
La OCDE informó recientemente que con dos años de retraso, los países ricos cumplieron con la financiación climática y, aportaron más 100.000 millones de dólares para ayudar a los países más vulnerables.
Espadas de papel
La exasperante lentitud en la cumbre de Bonn parece deberse a que los países están esperando el resultado de las elecciones en EE UU, antes de asumir cualquier compromiso financiero.
Las víctimas de la crisis climática necesitarán apoyo y será necesario financiar la transición energética, sea quien sea elegido como próximo presidente de EE UU. Prolongar el proceso hasta el punto en que Bakú pueda terminar siendo una carrera caótica sólo empeorará las cosas.
Los horrores del cambio climático continúan haciendo estragos a diario. Las olas de calor devastan vidas sin piedad: más de 100 personas murieron en la India y más de 50 vidas se cobraron en Sudán durante las conversaciones de Bonn.
En opinión de Mohamed Adow “los nubarrones que se están formando sobre Bakú se ven agravados por el hecho de que la presidencia azerí de la COP29 carece de experiencia. Tiene pocos aliados diplomáticos y carece de peso geopolítico o económico para unir cabezas. Eso tendrá un peso en las deliberaciones de la cita climática.
La cumbre de la Asamblea General de la ONU en septiembre es otra oportunidad que queda por delante, comentó. Deben adelantarse mucho y simplificar las negociaciones antes de llegar a Bakú en noviembre.
Sin eso, corremos el riesgo de conseguir un objetivo financiero decepcionante o incluso una COP fallida. Eso pondría en peligro a millones de personas que necesitan financiación climática. Además de restarle impulso a las NDC de los países en desarrollo. ¿Cómo se puede esperar que estos países más pobres maten al dragón climático con espadas de papel. Sin haber obtenido ninguna garantía sobre el financiamiento a largo plazo que necesitan?, preguntó el director de Power Shift Africa.
Documentos climáticos históricos
En la cumbre de Bonn, la atención se centró en establecer un nuevo objetivo de financiación climática después de 2025, el principal resultado del mandato de la COP29. Partiendo de un mínimo de 100 mil millones de dólares y teniendo en cuenta las necesidades y prioridades de los países en desarrollo. Los detalles de este nuevo objetivo deberían decidirse en la COP29. Sin embargo es modesto el avance logrado en esta cita previa.
Stiell enfatizó en la cumbre de Bonn que los nuevos planes climáticos de los países serán los “documentos climáticos más importantes producidos en este siglo”. El próximo año, todos los países deben presentar nuevas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC). que cubran los esfuerzos posteriores a 2030 para reducir las emisiones en línea con los objetivos del Acuerdo de París. Deberán incluir objetivos de reducción absoluta para toda la economía. Y abarcar todos los gases de efecto invernadero. Además, estar alineados con el límite de 1,5°C basándose en los objetivos de transición energética acordados en Dubái.
La UE señaló luego del encuentro en Alemania, que está comprometida con una diplomacia climática sostenida. Y con una cooperación sincera en los próximos meses para trabajar por un resultado exitoso en la COP29.