España impulsa nuevas medidas para erradicar o minimizar el consumo de tabaco: desde advertencias en el empaquetado de los cigarrillos, leyes, impuestos, campañas antitabacos y alternativas farmacológicas. Desde noviembre está disponible en el país Recigarum, otro fármaco financiado por el Sistema Nacional de Salud para dejar de fumar.
Este medicamento, cuyo principio activo es la citisiniclina, es el segundo aprobado por Sanidad para ayudar a los españoles a dejar de fumar, detrás de Todacitan aceptado en febrero. Según su prospecto, «permite una reducción gradual de la dependencia de la nicotina sin síntomas de abstinencia». Además, contribuye en el alivio de la ansiedad que se produce durante el proceso de abandonar el tabaco. Tanto Todacifan como Recigarum se expenden bajo prescripción médica
La citisina es un alcaloide vegetal que se extrae de los árboles. Fue usado durante la segunda guerra mundial como sustituto del tabaco, así como para tratar enfermedades como el estreñimiento, el insomnio o la migraña. Tiene una estructura parecida a la de la nicotina. Pero impide que la nicotina inhalada a través del tabaco se una a los receptores.
Esto hace que «bloquee la necesidad de seguir usando cigarrillos y ayuda mucho a superar el síndrome de abstinencia», dijo Vidal Barchilón a El Periódico, coordinador del Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la Sociedad de Médicos de Familia SEMFYC.
El tratamiento dura también 25 días y pretende que en ese lapso, el paciente deje de consumir cigarrillos. En los primeros días se toman cinco pastillas y en los últimos días dos y se debe dejar de fumar no más tarde del quinto día del tratamiento. Un solo envase es suficiente para hacer el tratamiento completo. Y, en caso de fracaso y que no se pueda abandonar el nocivo hábito, el tratamiento debe interrumpirse, aunque puede reanudarse pasados entre dos o tres meses.
Nuevo fármaco para dejar de fumar
España, según consulta de Sanidad, el 22,1% de la población dijo ser fumadora; de ese porcentaje, 19,8% fuma a diario y 2,3% en forma ocasional. Mientras tanto, 77,9% de los encuestados aseguró que no fuma; de ese porcentaje 55,9% nunca ha fumado y 22% son exfumadores.
La cifra de personas mayores de quince años que afirma fumar a diario asciende en España a alrededor de 8,6 millones de personas. Y la que no fuma asciende hasta casi 20 millones de personas. Las estadísticas muestran que pese a las políticas oficiales de incentivos, penalizaciones y concienciación, la meta de reducir el tabaquismo en España está lejos.
La incorporación de un nuevo fármaco para dejar de fumar «es sin duda una buena noticia”, comentó Noa Rey, farmacéutica especialista en tabaquismo. “Contar con otro tratamiento financiado para dejar de fumar es muy positivo. Porque está demostrado que la financiación de los tratamientos aumenta el número de personas que van a intentar dejar de fumar». Además, añadió a El Mundo, la financiación también ayuda a reducir las desigualdades de acceso.
Recordó que sin receta médica, también están disponibles en farmacia terapias sustitutivas de nicotina en forma de parches, chicles, etc. «No hay que olvidar que la terapia cognitivo/conductual es efectivo para el abandono del tabaquismo», resaltó Rey, miembro de la Junta Directiva del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).
La experta refirió que tanto Todacifan como Recigarum «son fármacos muy seguros». Sin embargo señaló que entre los efectos secundarios del nuevo tratamiento se han descrito con más frecuencia alteraciones como cambios en el apetito. Aumento de peso, sequedad en la boca, sueños vívidos, caída del cabello, dolores de cabeza, irritabilidad, mareos, o aumento de la presión arterial.
Intentarlo a pesar de las recaídas
El prospecto del nuevo fármaco para dejar de fumar especifica que no debe usarse si la persona es alérgico a la citisiniclina. O a alguno de los demás componentes de este medicamento. Si padece angina inestable o tiene antecedentes de infarto, si ha tenido recientemente un derrame cerebral, o si está embarazada o en período de lactancia.
Los pacientes podrán beneficiarse de una cobertura de entre el 40 y el 60 % del precio del medicamento, siempre y cuando cumplan los citados requisitos. «El Sistema Nacional de Salud financia un tratamiento al año», advirtió Rey. Si por la razón que sea, la persona abandona el tratamiento antes de tiempo, no podrá volver a beneficiarse de la financiación pública hasta pasados 12 meses. En estos casos el fármaco puede adquirirse, siempre bajo prescripción médica y tras dejar pasar unos meses desde el último intento, por un precio de 111 euros.
«Dejar de fumar es posible. Hay millones de personas que lo consiguen cada año», asentó Rey y sugirió que es importante transmitir esta idea a las personas que están pensando en abandonar el hábito tabáquico.
«No hay que pensar que por tener recaídas o haberlo intentado en otras ocasiones no es posible dejarlo. No es así», resaltó la especialista, quien recomienda a quien quiera dejar de fumar pedir ayuda a un profesional formado en tabaquismo.