Mucho se habla de como la España profunda se vacía y de cómo los talentosos jóvenes españoles emigran del país. Pero lo cierto es que es Madrid la que, como un agujero negro, atrae sin cesar a los jóvenes más brillantes. Los sueños de futuro, antes dispersos por la geografía española, convergen en las calles de la capital. Los talentosos jóvenes españoles migran a Madrid, ero las provincias intentan revertir la situación.
Durante el siglo XXI han aumentado las migraciones interregionales entre los jóvenes españoles. La propensión de los graduados universitarios en las regiones menos pobladas del interior y el norte de España ha sido migrar. El Censo de 2011 revelaba un éxodo significativo de la población altamente educadas desde sus lugares de origen. Las comunidades autónomas periféricas, con su tejido productivo centrado en empleos de nivel medio o bajo, no satisfacen la demanda laboral de los jóvenes locales altamente educados. Mientras, Madrid amplía su capacidad para atraer a los jóvenes talentosos y se ha convertido en el epicentro de actividades tecnológicas y servicios avanzados,
En paralelo, se observa un proceso de desconcentración desde Madrid hacia el sector septentrional de Castilla-La Mancha. Los estratos socioeconómicos más bajos abandonan la capital debido al elevado costo de la vivienda y la presión urbana.
Madrid el epicentro
Los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística indican que 18 de las 52 provincias españolas registraron en 2022 un saldo positivo en la migración de jóvenes entre 16 y 34 años. Madrid sumó más de 11.000 jóvenes a su territorio. Parece una reminiscencia del éxodo rural de los años sesenta, cuando una oleada de personas buscó oportunidades en Barcelona, el País Vasco y Navarra. Actualmente, Baleares se posiciona como la segunda provincia más atractivas para los jóvenes, Barcelona. El País Vasco y Navarra han perdido relevancia.
Las provincias del sur son las que más jóvenes pierden. Jaén tiene un saldo negativo de 2.865 jóvenes, una cifra abultada en relación con su población de apenas 600.000 habitantes. Cádiz, Badajoz, Murcia, Toledo y Guadalajara también suman jóvenes a Madrid.
Metropolización y tecnología avanzada atrae talentos
La globalización, la metropolización y el éxodo interurbano concentra en las grandes ciudades actividades tecnológicas, financieras y servicios de alto valor añadido que resulta en más empleos cualificados. En España, existe la sensación de que todo pasa por Madrid. Que en otros lugares no hay tantas oportunidades y trabajos. Concentra áreas profesionales, financieras, de comunicaciones, científicas y técnicas, y particularmente el poder político. Catalunya, por ejemplo, concentra más áreas industriales y manufactureras o agrícolas. Antes de la pandemia de COVID-19, Madrid acaparaba alrededor del 30% de los estudiantes que llegaban de otras comunidades autónomas. Cataluña apenas se quedaba con un 10%.
El “neocentralismo de Madrid” ha llevado a la concentración de grandes empresas y nuevos nichos económicos. Aunque inicialmente muchos jóvenes ven a Barcelona, Valencia o Baleares como destinos atractivos, pronto descubren que la calidad de vida se ve afectada por la brecha entre salarios y costos de alquiler.
Asturias tiene el menor porcentaje de jóvenes sobre su población total (un 12%). Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia sufren una grave pérdida de jóvenes cualificados. Hasta un 54,5% de sus residentes no supera la educación secundaria obligatoria. Junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, son las únicas en España donde más de la mitad de la población no ha completado la secundaria por la falta de oportunidades y el poco desarrollo industrial.
Los datos del INE indican que en el primer semestre de 2022 más de 1.400 jóvenes castellanomanchegos, de entre 20 y 34 años, abandonaron su hogar en busca de empleo en otras zonas del país. Extremadura registró la partida de más de 1.100 personas.
Dinero y programas para revertir la migración de talentos
Son dos caras las de España. Una, vibrante y llena de oportunidades, que es Madrid, y otra con menos opciones que pierde a sus jóvenes. Es el resultado de décadas de políticas económicas y sociales que favorecen la concentración de riqueza y empleo en unas pocas regiones. Desde las provincias se adelantan unas propuestas con las cuales aspiran revertir la situación.
En Castilla y León, una de las comunidades con mayor emigración de jóvenes (1.919), la estrategia se enfoca en retener, atraer y generar talento. Con una inversión de más de 300 millones de euros, intenta impulsar la investigación y el desarrollo (I+D+i), que, junto con los sectores farmacéutico, la ciencia, ingeniería y matemáticas, se presenta como crucial para el desarrollo de la comunidad.
El gobierno de Castilla-La Mancha impulsa propuestas para revertir la situación. Pretende una reestructuración del mercado laboral que lo haga más atractivo para los jóvenes, diversificando la economía y atrayendo grandes inversiones extranjeras. Se ha materializado con la llegada de Meta a Talavera de la Reina, con una inversión de más de 1.000 millones de euros; Hydnum Steel, a Puertollano, con más de 1.600 millones, o la instalación de una gigafactoría de Cummins en Guadalajara que podrían crear cerca de 1.000 puestos de trabajo y atraer a los jóvenes talentos de la región.
Asimismo, desde 2017 puso en marcha el Programa de Retorno de Talento que logró la vuelta de más de 28.000 jóvenes mediante subvenciones de hasta 15.000 euros para empresas que contraten a personas de la comunidad que hayan vivido o trabajado fuera de ella. Hasta 6.000 euros para emprendedores individuales y un «pasaporte de vuelta» que ofrece una ayuda de 3.000 euros para cubrir los gastos de instalación.
Transformación digital
Extremadura, donde solo el 9% de las empresas contrata especialistas en áreas tecnológicas, aspira a convertirse en líder en innovación y construir un futuro más conectado y accesible para todos. El gobierno ha decidido centrarse en la transformación digital como una forma de mejorar la educación y el empleo en la región. Todavía, el 61% de las empresas en la región tienen dificultades para cubrir vacantes por falta de experiencia laboral en los candidatos, aunque solo el 2% de los graduados en áreas tecnológicas emigran.
La estrategia incluye la actualización de los planes de estudio en las universidades y los ciclos formativos. También crearán nuevos grados en áreas como ingeniería informática, formación profesional digital y programas de especialización en ciberseguridad, IA, computación cuántica, blockchain y cloud computing. Se espera un cambio significativo en las empresas extremeñas al adaptarse a las nuevas tecnologías, aunque en 2024 solo el 71.3% tiene conexión a Internet y página web.
En la Región de Murcia, la retención de talento se centra en el desarrollo de la investigación. Se ha implementado un programa para apoyar a jóvenes investigadores menores de 30 años en situación de desempleo que subvenciona su contratación durante 12 meses. Beneficia a 83 personas con un importe regional de 2,6 millones de euros. Además, destinó 2 millones de euros en 2023 para contratar a seis investigadores (332,000 euros cada uno) por cinco años.
Aragón, una comunidad similar en términos económicos y población, aprovechó el interés en su clima de grandes compañías tecnológicas. Amazon Web Services y Microsoft invirtieron más de 20.000 millones de euros en la instalación de centros de datos en Aragón y crearon más de 17.000 puestos de trabajo. Para que los jóvenes locales aprovecharan la oportunidad, se ampliaron las plazas en grados de Ingeniería Informática y Matemáticas en la Universidad de Zaragoza.
Lejos de modelos sostenibles
Todas las estrategias apuntan a retener los jóvenes talentosos y mejor calificados, pero el problema es de mayor calado. La migración de jóvenes a Madrid crea una España a dos velocidades. La capital atrae a los jóvenes más cualificados y las provincias pierden talento y envejecen. Si los jóvenes son el futuro, el mapa de España refleja quiénes ganan y pierden en ese futuro.
Los jóvenes con menos formación, tanto en sus regiones de origen como en Madrid, enfrentan grandes dificultades para encontrar empleo y mejorar su calidad de vida. Todas las propuestas de las regiones para frenar la migración obviar este segmento que tiene limitadas sus oportunidades de formación y capacitación adecuada y de gran vulnerabilidad en un mercado laboral competitivo.
Los expertos insisten en que el equilibrio migratorio es crucial. El aumento del precio de la vivienda podría ralentizar la migración hacia la capital y expulsar a los nuevos residentes a las provincias limítrofes y municipios cercanos a las áreas metropolitanas, como ocurre en Londres, Nueva York o San Francisco. El caso español mantiene un amplio espacio para la incertidumbre. Pero la fuerza con la que Madrid se impone sugiere que la distribución de población en el territorio español se aleja de los modelos más sostenibles y equilibrados. Sigue por el camino equivocado, aunque se ostenten buenas intenciones.