En el Reino Unido, a sabiendas que la medida podría ser «impopular», sugieren la aplicación de “nuevas actitudes ciudadanas para conservar el agua y evitar las sequías”. Una de ellas, adelantó el jefe de la Agencia de Medio Ambiente, consiste en que los británicos sean «menos aprensivos» con el agua potable derivada de las aguas residuales.
Las propuestas para gestionar el agua de Sir James Bevan ocurren luego de uno de los veranos más atípicos en ese país. Se registraron temperaturas de 40 °C o más en Gran Bretaña y meses de clima inusualmente seco que batieron récords de precipitaciones bajas. En la Europa continental, el panorama es aún más crudo. En Alemania, el Rin tiene niveles tan bajos que los barcos no pueden moverse, y Francia envía agua en camiones cisterna a cientos de lugares donde los grifos se han secado.
“Parte de la solución será reprocesar el agua que resulta del tratamiento de aguas residuales. Y convertirla en agua potable, perfectamente segura y saludable, pero no es algo que mucha gente desee”, anticipó Bevan en un escrito para The Sunday Times.
El funcionario admitió que la medida sería «impopular» y las reacciones en las redes sociales han sido mixtas, pero dijo que era necesario cambiar la forma de pensar sobre el agua. “Tenemos que recordar de dónde viene el agua. Cuando abrimos el grifo, lo que sale empezó en un río, lago o acuífero. Cuanto más tomamos, más drenamos esas fuentes y estresamos la naturaleza y la vida silvestre”, subrayó
En el Reino Unido buscan optimizar el agua
Los planteamientos de Sir James Bevan salen a flote después de que se declarara una sequía en gran parte del país. Yorkshire Water se unió a cinco compañías de agua en el sur de Inglaterra y Gales para hacer cumplir la prohibición de las mangueras. Esto, debido al bajo suministro de agua en los embalses y ríos de la región, recogió The Guardian.
Los datos del Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido muestran que la mayor parte del sur y el este de Inglaterra tienen condiciones subterráneas muy secas. Causadas por las olas de calor y la falta de lluvia en ese país y en el resto de Europa.
Los agricultores han advertido que el suelo seco podría afectar cultivos clave, como las papas. Y se espera que el precio de las papas fritas aumente el próximo año, informó la revista Grocer.
Bevan pidió al gobierno que “demuestre voluntad política” para hacer cambios y también pidió a los consumidores que hagan su parte para ayudar a reducir el desperdicio de agua.
“Necesitamos tratar el agua como un recurso precioso, no como un bien gratuito. Tendremos que ser más selectivos sobre para qué usamos el agua potable. No tiene sentido utilizarlo para limpiar el coche o regar el césped”, indicó el jefe de la Agencia de Medio Ambiente.
“Cada uno de nosotros puede ser parte de la solución. Las pequeñas cosas hacen una gran diferencia. Tome duchas, no baños. Llena el lavavajillas o la lavadora y hazlo funcionar solo cuando esté lleno. Cierra el grifo cuando te laves los dientes. Consigue un contador de agua: tu empresa te instalará uno gratis. Fuera de casa, consigue un bidón de agua: las plantas prefieren el agua de lluvia. Use una regadera, no una manguera, y no riegue el césped”, son las sugerencias.
España con menos lluvias
A diferencia del Reino Unido que planea gestionar el agua para evitar las sequías futuras, en España aún no creen necesario aplicar medidas más drásticas para optimizar el uso del agua.
Con un 26% menos de lluvias de lo habitual y los pantanos a poco más del 35 % de su capacidad, expertos señalaron que en el país «no se vislumbra ninguna situación apocalíptica» que aconseje potabilizar el agua de origen residual. Y que ese sería casi «el último recurso» para combatir la falta de abastecimiento en caso de necesidad.
En España, sin embargo, está vigente un Real Decreto de 2007 que restringe el uso del agua por razones de seguridad. Y mientras exista suministro de agua potable suficiente, se emplea el agua reciclada residual para fines que no requieran tanta calidad. Como es el caso del riego de parques y jardines o el baldeo de calles, reseñó Efe.
«Es más económico producir agua potable desde el agua residual que potabilizar el agua del mar», aseguró Fernando Morcillo, presidente de la Asociación Española De Abastecimientos de Agua Y Saneamiento (AEAS).
Antes de optar por el consumo humano de agua potable de origen residual habría que agotar otros «pasos intermedios» que no resultan tan costosos en inversiones e infraestructuras.