Por Cambio16
10/01/2016
El Parlament ha investido este domingo a Carles Puigdemont como nuevo president de la Generalitat de Cataluña por 70 votos a favor, 63 en contra y dos abstenciones. Finalmente y tal y como estaba contemplado en el acuerdo firmado el sábado por Junts pel Sí y la CUP, dos representantes de la formación anticapitalista se han abstenido en la votación.
En una sesión que se ha prolongado durante más de cinco horas, Puigdemont, ha iniciado su intervención ante el pleno del Parlament pidiendo «perdón» a la ciudadanía por las tensas negociaciones con la CUP y ha afirmado que espera tener a Artur Mas a su «lado».
Poco después de las 17.05 horas, tras saludar uno a uno a los consellers del gobierno en funciones que esperaban en su bancada el inicio del pleno y fundirse en un abrazo con un Mas que ha sido recibido con aplausos por los diputados de Junts pel Sí (JxS), Puigdemont ha dado inicio a su discurso de investidura.
El nuevo president ha afirmado que asume el cargo consciente de que seguramente será «más temporal que nunca», porque «los momentos irrepetibles necesitan liderazgos irrepetibles», y ha garantizado que se «dejará la piel» en seguir el plan de Artur Mas para lograr la independencia pues no es hora de «cobardes».
No es época de «cobardes»
En su discurso, Puigdemont ha pedido que se deje a un lado «el orgullo» para asumir «la dignidad», con el fin de culminar el proceso soberanista sin «cobardías» pero tampoco «temeridades», siguiendo la estela de su predecesor, Artur Mas. «No son épocas de cobardes, ni para temerosos ni para los flojos de piernas, ni para resignarse en la confortabilidad», ha dicho el todavía alcalde de Girona, que abandonará el cargo para ser presidente pese a que no era el candidato inicialmente.
«Nos toca asumir responsabilidades aunque no sean las que nos imaginábamos; nos pasa a todos y al primero al president Mas», ha dicho. Puigdemont ha celebrado el «buen acuerdo» alcanzado in extremis con la CUP, que permite no sólo «salvar la investidura» sino también garantizar la estabilidad del nuevo Govern, porque sin ella «la legislatura no habría servido de nada».
El president ha garantizado que empezará a caminar «a la luz» de la declaración rupturista del 9 de noviembre para «iniciar el proceso para constituir un estado independiente en Cataluña». Y ha subrayado que se tomarán «decisiones soberanas», aunque con «voluntad permanente de diálogo y negociación» con el Estado, la UE y la comunidad internacional.
El mismo programa que Mas
Así, Puigdemont ha querido dejar claro que el programa de su Govern será el mismo que el de Artur Mas: «El candidato no es el mismo, el programa sí», ha aseverado.
Tras él han intervenido el resto de los portavoces de los grupos parlamentarios. Especialmente contrarios a la investidura del hasta ahora alcalde de Girona se han mostrado los representantes de Ciudadanos, PSC, Catalunya Sí que es Pot y el PP.
«‘Más’ de lo mismo»
La portavoz del primero, inés Arrimadas ha utilizado en varias ocasiones el juego de palabras «Puigdemont es ‘más’ de lo mismo», haciendo un paralelismo con Artur Mas y recordando que el nuevo president tampoco se ha referido a la corrupción durante su intervención.
Arrimadas ha considerado que el acuerdo entre la CUP y Junts pel Sí es «humillante» y ha criticado que el documento obligue a la CUP a hacer un «cordón sanitario en torno a C’s, PSC, SíQueEsPot y PP«, ya que no les permite votar con ellos medidas que vayan contra la independencia, lo que a su juicio supone poner un cordón a la mayoría de catalanes.
Iceta aboga por el «respeto al pluralismo»
En la misma línea, el portavoz y líder del PSC, Miquel Iceta ha pedido a Puigdemont que trabaje también por el 52% de catalanes que en las elecciones catalanas no votaron a los grupos independentistas porque no comparten sus planteamientos secesionistas ni su hoja de ruta.
«El respeto por el pluralismo obliga a practicar el diálogo con la oposición, no bloquear por sistema sus iniciativas y debatir de forma constructiva sus propuestas», ha destacado en su discurso.
Rabell llama «soñador» al president
«¿Qué credibilidad tiene la promesa de poner en marcha políticas sociales que han estado paralizadas durante años?», se ha preguntado, por su parte, el portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Lluis Rabell. Además, ha insistido en que en las elecciones generales se ha comenzado a avistar una Cataluña más compleja y más preocupada por los problemas sociales, que de la independencia.
Rabell ha calificado a Puigdemont de «soñador» por creer que se puede crear una agencia de la seguridad social catalana y un sistema de aduanas de forma unilateral –como ha anunciado poco antes en su discurso de investidura–, y además ha reiterado que la ruptura unilateral con el resto de España no es legítima ni legal.
El Parlament de Cataluña se reúne este domingo en un pleno extraordinario para investir Puigdemont, hasta ahora alcalde de Girona, como nuevo president de la Generalitat catalana.
El PP ve «un grave riesgo»
Más beligerante el portavoz del PP, Xavier García Albiol se ha dirigido en tono desafiante hacia Carles Puigdemont: «Ni usted ni nadie iniciará ningún tipo de proceso de ruptura de Cataluña con el resto de España. Téngalo muy claro», ha dicho.
En su opinión, «el acuerdo [de Junts pel Sí y la CUP] supone un grave riesgo desde el punto de vista político, institucional, social y económico». Y ha aprovechado para referirse al PSOE y exigir a sus socios del PSC «responsabilidad» en aras de una gran coalición que garantice la estabilidad en el Gobierno de España.
Este pleno se ha celebrado en el último de plazo existente para poder nombrar un nuevo president después de las elecciones que se celebraron el pasado 27 de septiembre. La elección de Puigdemont se debe a la decisión que explicó ayer el hasta ahora president, Artur Mas, y que responde al acuerdo alcanzado in extremis por Junts pel Sí y la CUP.
En función de ese acuerdo Mas decidió ayer renunciar a sus aspiraciones de renovar como su cargo como president, tal y como ha exigido durante las negociaciones la formación anticapitalista.